sábado, 26 de noviembre de 2011

Medicina cuántica


La medicina cuántica parte de una visión diferente del ser humano y de la enfermedad.

Basándose en las descripciones de la materia y la energía que hace la física cuántica y la comprensión y experiencia profunda de la naturaleza del universo transmitida por auténticas enseñanzas espirituales, esta forma inteligente y evolucionada de tratar los trastornos y desequilibrios, utiliza la vibración como vehículo de información y energía para actuar en los niveles fundamentales del organismo, en la estructura molecular de la célula. En el nivel cuántico.

Se lo denomina cuántico porque en el microscópico mundo del átomo y las partículas que lo componen, la energía se transfiere en paquetes o "cuantos". En ese microuniverso la realidad no es sólida ni inmutable, por el contrario, en este nivel no hay nada más sólido que la energía y la información. La conciencia es capaz de cambiar los sustratos más profundos del mundo físico generando verdaderos efectos cuánticos.
La clave está en el poder de las creencias y en la intención. 
La percepción que se tiene del entorno, los hábitos de vida, los pensamientos y emociones modelan permanentemente el medio interno, incluso la expresión de los genes.

Existe un diálogo permanente e íntimo entre el campo y la partícula. 




Esto hace una diferencia con la forma convencional de la medicina clásica, que trata únicamente el síntoma, es decir el lado visible y aparente, que en realidad es la manifestación de desequilibrios más profundos y sutiles que solo necesitan ser reequilibrados. 
No es necesario entablar una lucha a muerte con la enfermedad, porque el que termina muriendo siempre es el paciente. Por otra parte, lo que consideramos enfermedad, la mayoría de las veces son mecanismos que tiene el cuerpo para depurarse, limpiarse y adaptarse. Es su forma de aprender y de fortalecerse. 
Las células tienen memoria y aprenden de sus experiencias.

Si de entrada mutilamos los síntomas, eliminamos también la posibilidad de curación (y de aprendizaje).

Aquí interviene la verdadera medicina, ayudando a las células a recuperar su normal fisiología y a realizar sus funciones curativas, regenerativas, defensivas y de adaptación, que es lo que saben hacer.
Por eso partimos del hecho que cada célula es inteligente y respira. Es conciencia viva, y la conciencia es energía e información que se manifiesta vibrando y comunica mediante fotones de luz.

La conciencia se mueve de a saltos cuánticos.
La medicina cuántica se sirve de variadas técnicas y métodos para corregir la raíz de la enfermedad, considerando al cuerpo, a las emociones y a la mente como una unidad.
Por medio de una nutrición adecuada, ejercicios energéticos y de visualizaciónmasajesacupuntura, y meditación, se logra un efecto en los niveles fundamentales del organismo y en la organización de la materia.

Hablamos de enfermedad, pero en realidad: "no hay enfermedades, hay enfermos". Cada persona manifiesta un modelo de desequilibrio propio y único, y por lo tanto su curación (equilibrio) es única.

Trabajando sobre el cuerpo físico y los cuerpos sutiles se favorece el flujo de energía vital y sangre en todo el organismo, lo que ayuda a fortalecer los órganos internos y el sistema de defensa y a purificar el cuerpo. Se calma la mente y se armonizan las emociones.

Actualmente existen empresas que comercializan aparatos y técnicas sofisticadas de radiación electromagnética para generar un efecto que denominan "cuántico".
Pero la verdadera medicina, se llame como se llame, debe incluir al espíritu. El poder de la intención y la confianza en si mismo es fundamental. Los pensamientos impactan en el cuerpo físico.
Mente y cuerpo son uno.

Aunque la denominemos medicina cuántica, es en realidad una medicina del espíritu, una sanación espiritual que impacta indefectiblemente en el mundo material.

No hay comentarios: