lunes, 19 de mayo de 2014

El camino de la alquimia espiritual


Los seres humanos somos el producto de fuerzas cósmicas. 
Nuestro cuerpo, al igual que todo en la naturaleza, es la manifestación de estas fuerzas, que son campos de energía e información.


El cuerpo físico es el último nivel, el más bajo, el más denso, de estos campos. Es el resultado de la condensación o materialización transitoria de la energía misma del universo.
Esta energía no es otra cosa que el movimiento de la conciencia universal, que es la Mente del creador, la conciencia Creadora, el Espíritu o Dios (como prefieras).

De hecho, la Mente es la verdadera sustancia de todas las cosas.

Decimos sustancia porque estos campos vibrantes de información y energía pueden "materializarse", presentándose en diversos planos o "densidades" de acuerdo a su nivel de vibración, como grados o niveles de una escala, desde la conciencia cósmica e infinita hasta la materia y el cuerpo físico. Diferentes expresiones de la misma esencia.


El cuerpo físico es una creación de la conciencia

La mente crea y modela el mundo material

En el ser humano cada plano o nivel está representado por un cuerpo: el cuerpo espiritual o universal, el cuerpo mental y el cuerpo físico, aclarando que estas son divisiones conceptuales, lo único "real" es la unidad. Una sola y misma conciencia.

En este caso, la palabra cuerpo no hace referencia a algo "objetivo" o material sino algo central o principal.

En general solo somos conscientes del cuerpo físico y por eso nos identificamos con él y con la realidad material que se genera.
Pero en realidad, más allá del estrecho límite impuesto por nuestros sentidos y nuestra conciencia individual, somos un cuerpo de energía consciente.

Este manojo de energía (cuerpo de luz) que da forma y alimenta al cuerpo físico, tiene sitios o centros precisos donde se realiza el intercambio y la transformación. 


Estos vórtices son la interfaz entre los planos físicos y los sutiles.


Son portales que comunican la dimensión física con dimensiones superiores

En los diferentes sistemas chinos de trabajo interno estos centros de energía son llamados tan tien o dan tian y son un punto de referencia fundamental. En otras tradiciones como el budismo o el hinduismo son conocidos como Chakras, y aunque el concepto es el mismo, solo varia en el numero de puntos existentes (siete, doce, etc).

Tan tien o dan tian, son una serie de centros de energía distribuidos en determinadas zonas del cuerpo humano.


Son centros de transformación y acumulación de energía y conciencia



Los maestros de la antigüedad aseguraban que ese campo del elixir cuanto mas grande fuese y mejores cuidados recibiese, mejores cosechas produciría, por ello desarrollaron diversos métodos para lograrlo.

A través de ejercicios respiratorios, físicos y mediante la meditación, llegaron a percibir ondulaciones energéticas particularmente vibrantes en tres zonas situadas a lo largo del eje vertical del cuerpo y que cubrían las tres zonas más amplias de la estructura física: abdomen, caja torácica y cráneo. 

Estos tres centros son considerados lugares de procesamiento de la información y generadores de energía 

En medicina china, a las áreas o niveles correspondientes se los conoce como "los tres calentadores".

Tan tien significa “campo del elixir” o "mar de la energía".

Las técnicas que empleaban estaban encaminadas a despertar y unificar las energías de estas zonas, con el fin de encontrar el equilibrio entre cuerpo, energía y espíritu.

Estos 3 centros se hallan en correspondencia con el cuerpo físico y el universo, siendo asociados cada uno con una región del cuerpo, una calidad de energía y un nivel de conciencia

Son los centros más importantes del sistema energético humano, cada uno con sus propias características pero conectados entre sí.
No los consideres como simples depósitos de energía, sino mas bien lugares de transformación o alquimia de la esencia o sustancia fundamental (Jing), la energía vital (Chi) y la conciencia o espíritu (Shen).

Son el fundamento de la alquimia espiritual.

Se conocen como tan tien inferior, medio y superior.



Los tres se hayan situados en la línea media del cuerpo, a lo largo del meridiano de acupuntura conocido como “Rèn Mài” o vaso de la concepción. Este canal de energía corre por la parte delantera y central del cuerpo, siguiendo un camino descendente que en la zona del periné, entre los órganos sexuales y el ano, conecta a través de la cavidad llamada “Huiyin”, con el vaso gobernador o “Dû Mài”. 
Este otro canal de energía asciende por la línea media posterior, por la columna vertebral, llegando al punto “Bǎihui” (en la cima del cráneo), bajando por la frente y la nariz y terminando en la parte superior del paladar.


órbita microcósmica

A través de la lengua se crea un circuito entre estos dos canales que comunica los tres tan tien. Este recorrido energético se conoce como la órbita microcósmica.

- Tan Tien inferior: en antiguos textos se le sitúa a una distancia de unos tres o cuatro centímetros por debajo y hacia dentro del ombligo, en el centro de gravedad (por lo que la posición exacta puede variar en cada persona), en un punto llamado océano del Qi (Qi Hai).
Se le define como la residencia donde se concibe el Embrión Espiritual y el manantial de la energía humana. Los hombres guardan en él la esencia Jîng (el esperma) y las mujeres la sangre menstrual. Es considerado como el caldo alquímico donde se almacena la energía original. El chi almacenado en el tan tien inferior se denomina chi de agua. Se le asocia con la Tierra, la cavidad pelviana y con la energía sexual. 
Para los maestro de chi kung, es la base del equilibrio de la persona, y mediante determinados ejercicios buscan activarlo y fortificarlo.

- Tan Tien medio: se localiza a la altura del diafragma, en el plexo solar. Se le asocia con el pensamiento emocional “Xin”, la autoestima y el ego personal. Está considerado el centro donde se produce y almacena el chi adquirido, procedente del aire respirado y los alimentos ingeridos. El chi almacenado en el tan tien medio se denomina chi de fuego. Como depende de la calidad del aire y la comida, esta energía puede agitar la mente y llevar a ser emocionalmente desequilibrados, a través de excesos, enojos, ansiedades, miedos o angustias.

- Tan Tien superior: situado en la zona frontal, en el entrecejo. Se conecta con el cielo, el cerebro y la conciencia. Es el que gobierna el pensamiento y la actividad intelectual, la voluntad y la clarividencia. Su apertura permite recoger la energía  y la información del cielo (el espacio) y el cultivo de la mente.
Si esta equilibrado el pensamiento es claro, creativo, calmo, rítmico y ecuánime. 

-El tantien inferior comunica con el cerebro profundo o primitivo, sede del instinto y la supervivencia.
-El tantien medio, que es el chakra del corazón, comunica con el cerebro medio o emocional.
-El tantien superior, comunica con el cerebro moderno o neocórtex y controla la actividad mental y la clarividencia.



Si bien la posición exacta del tan tien inferior puede variar en cada persona, en general se localiza en una zona central un poco por debajo del ombligo, aproximadamente a unos tres centímetros y hacía el interior, a la altura entre la segunda y la tercera vértebra lumbar. 

Si se disecara el cuerpo físico, no se encontrarían estos centros o vórtices, porque se encuentran en el cuerpo etéreo, de manera que la ubicación en el cuerpo físico es aproximada.

Se considera que el tan tien inferior es el centro del cuerpo. Es el lugar donde se genera y almacena la energía vital. Los japoneses le llaman ki kai tandem y también Hara, aqui es dondé los samurais se cortaban el vientre (harakiri).


Se le conoce asimismo como el "campo medicinal" y también "campo de cinabrio", pues tiene el poder sanador de la energía Chi original o energía ancestral (congénita) acumulada allí.

El cinabrio es un mineral rojizo de la clase de los sulfuros. Está compuesto en un 85% por mercurio y 15% de azufre. En su simetría y caracteres ópticos presenta un parecido notable con el cuarzo.


En la antigüedad, fue utilizado para preservar huesos humanos y en pinturas rupestres (como las descubiertas cerca de Almadén). Tal vez siguiendo esa tradición como preservador de huesos, los alquimistas utilizaron el cinabrio para preparar un elixir que, suponían, aseguraba la longevidad. En medicina china, se denomina metafóricamente cinabrio a la energía sexual o esencia, recibida de los padres (información genética) en el momento de la concepción y que se va agotando a lo largo de la vida.

El cinabrio representaba dos cualidades esenciales buscadas en la alquimia interna: flexibilidad y resistencia.

La energía generada en el tan tien inferior es utilizada por el cuerpo para funcionar y regenerarse normalmente y además potencia sus capacidades: resistencia a las enfermedades, al frío, aumento de la fuerza y la vitalidad, calma y claridad mental, equilibrio emocional.

 Es el laboratorio principal y el centro fundamental de la alquimia interior.


Los alquimistas de la antigüedad creían que a lo largo de un proceso meticulosamente estructurado, y gracias a la utilización de distintos productos minerales y materias vegetales, se podía llegar a crear químicamente un tipo de materia o sustancia (una medicina, un elixir, oro…) libre de todas las imperfecciones y desgastes causados por el paso del tiempo, y capaz de restituir el momento primordial anterior a que la energía cósmica se separe en las dos polaridades opuestas (yin y yang).

Lo más importante en la creencia de los alquimistas es que durante el proceso de creación de un oro perfecto, el cuerpo y el alma se irían purificando simultáneamente, transformándole en una persona más evolucionada, liberada de toda las impurezas adquiridas durante la experiencia de la vida, y capaz de modificar a voluntad la realidad y el mundo físico. 

El trabajo en el laboratorio (alquimia externa), debía ser complementado con el trabajo interior (alquimia interna o espiritual) y en textos medievales chinos se explica la necesidad de completar la vía interna, que es considerada superior, para poder alcanzar la meta final del método inferior que es la alquimia externa.

La alquimia interna es una forma de cultivo interior que conduce a la trascendencia y a la iluminación. En términos de física moderna diríamos que es lo que le permite a la conciencia realizar un salto cuántico y pasar a un nivel superior de energía e información.

El objetivo es unificar la energía del cuerpo y armonizarla con la energía cósmica

La labor del alquimista es recuperar la pureza de la energía anterior al mundo material (vida física), representada por el período prenatal (denominado “del Cielo anterior”).

Mediante la alquimia espiritual se busca la unificación de dos componentes vitales en el interior del ser humano: por un lado, los aspectos psíquicos, emocionales e invisibles, denominados xing (naturaleza innata, alma o conciencia), y los aspectos físicos, energéticos y orgánicos llamados ming (vida). 

En la fase prenatal, el embrión humano contiene en sí mismo ambos aspectos de manera unificada, pero después del nacimiento, se van distanciando (xing asciende hacia la cabeza y ming desciende hacia el abdomen y los genitales), hasta que su separación provoca el fin de la vida.

Para volver a unir los dos componentes, hay que contemplar su propio cuerpo como un laboratorio; el corazón y los riñones son el crisol y las materias que usará son los Tres Tesoros:

-Esencia (jing), que corresponde a grosso modo con el cuerpo físico. Más específicamente es una sustancia original, de lo primero en la materialización de la energía, con capacidad para procrear, regenerarse y generar células (tejidos, órganos, etc).

-Energía (chi), que se asocia con el aliento interior (prana), la energía vital y también con la respiración.

-Espíritu o conciencia (shen), que se relaciona con las funciones de la mente.

Debes recoger estos tres elementos, como si se tratara de minerales o plantas medicinales, y mezclarlos dentro del crisol (los centros energéticos o tan tien) para su cocción, gracias a la acción del pensamiento concentrado, que representa el fuego.

Cuando el cuerpo, la respiración y la mente se vuelven unidad, se obtiene el “elixir” o “cinabrio”, que es una sustancia o un tipo de medicina destinada a reparar los daños provocados por el paso del tiempo y por distintos factores emocionales, físicos, energéticos, sexuales o alimenticios, los cuales conducen a una pérdida continua de la vitalidad, que debilita y acorta la vida.


Es por ello que en la práctica de la alquimia espiritual se tiende a utilizar distintos elementos de las prácticas taoístas y budistas: técnicas respiratorias, visualizaciones, ejercicios energéticos (hoy conocidos como chi kung o qigong), alquimia, meditación, masajes y dieta.

Los maestros alquimistas desarrollaron métodos para afinar la respiración hasta suspender cualquier movimiento externo que la delate, la llamaron respiración embrionaria, por imitar a la respiración y el flujo de energía en el feto; la abstención de alimentación sólida durante períodos prolongados de tiempo, y la retención de la eyaculación en hombres o la suspensión de la menstruación en las mujeres.


Estas técnicas están destinadas a controlar las tres principales acciones que mantienen y perpetúan la vida: la respiración, la alimentación y la procreación.

Al no permitir ninguna expresión exterior (pérdida) de las fuerzas vitales, éstas pueden concentrarse en el interior, dando nacimiento a un nuevo ser, invisible e intangible, pero rector de todas las actividades en el interior de la persona. 


Este ser humano, constituido de energía pura, es representado por la imagen alquímica del Elixir de Oro, una píldora refulgente y llena de vida que aparece en la superficie del crisol en la fase final de la alquimia exterior.

Este ser luminoso, sin forma ni apariencia, representa el alma del alquimista y poco a poco se irá exteriorizando y tomando forma en el mundo físico. Esta alma inmortal, libre de la dependencia del tiempo y el espacio, es llamada Flor de Oro, un brote de energía pura que eclosionará cuando se corte el último de los lazos con la energía caduca que vamos adquiriendo a lo largo de la vida. 

La información recolectada por las experiencias de la vida se transforman en energía y memoria.

Cuando se liberan o se trascienden las ataduras del mundo físico, el alma abandona el cuerpo y asciende a los Cielos, es decir, se funde nuevamente con la conciencia cósmica. Retorna a la fuente original enriqueciéndola con información.

En el Taoteking se dice: “morir pero no desaparecer: he aquí la longevidad”. 


A lo largo del proceso o camino de la alquimia espiritual, aunque aún estés sujeto al mundo físico y a la inevitable muerte, has ordenado tu microcosmos y lo has armonizado con el macrocosmos natural, y lo has conseguido en esta vida, manteniendo tu corporalidad y sin renunciar a tu vida cotidiana, realizando en verdad una Gran Obra.

El ser biológico y el ser social se vuelven uno

La influencia de esta Obra es infinita.


El tantien inferior

La importancia del tan tien inferior o centro umbilical proviene de su papel en el crecimiento del embrión.

Después de la concepción, el embrión comienza a dividirse inmediatamente y pronto se adhiere a la pared del útero. Se desarrolla el cordón umbilical por el que se alimenta el feto. El punto donde el cordón umbilical está unido al bebé es el ombligo

Mientras el feto se encuentra todavía en el útero materno, la energía entra al ombligo por el cordón umbilical. Luego circula por el riñón izquierdo, después por el riñón derecho, desciende hasta el centro sexual y el perineo y sube por la columna hasta la cabeza. Luego desciende por la lengua y regresa al ombligo. Este curso de circulación constituye la Orbita Microcósmica que armoniza la energía Yin y Yang del feto.


El feto se alimenta con la energía umbilical y elimina los desechos por el ombligo. Después del nacimiento, mientras el niño crece, el cuerpo sigue enviando toxinas a esta zona.

El centro umbilical equilibra todas las fuerzas y es el centro de gravedad física. El cuerpo se mueve alrededor de este centro al sentarse, ponerse de pie o practicar en movimiento.

El centro umbilical, tan tien inferior o simplemente tantien, transforma las energías del cielo, la tierra y la del plano humano en energía vital beneficiosa y fundamental para el cuerpo.

El ombligo y la zona del bajo vientre, es el lugar donde se absorbe, transforma y almacena la energía vital. En esta región no debe haber congestiones ni tensiones para que la energía pueda circular y fluir  sin obstáculos.

Este es un sitio de transformación, donde mutan entre sí  la esencia (Jing), la energía (Chi) y el espíritu (Shen). Podría decirse también que es el sitio de unión y transformación de los planos físico, mental y espiritual.

Las prácticas como zazen, chi kung (qi gong), taichichuan o las artes marciales, hacen hincapié en llevar la energía a la región umbilical, que está también relacionada con el cerebro profundo y primitivo, el que nos conecta con la naturaleza original de nuestro ser y es fuente de sabiduría e intuición.

zazen
Se recoge energía mediante las prácticas y ejercicios y se la almacena, no solo en los centros de energía, sino también en los huesos, tejidos y órganos internos, mediante la concentración mental y la respiración abdominal y profunda.

Cuidar y cultivar la energía vital es muy sencillo y agradable, es un camino de autoconocimiento, de exploración y aprendizaje, que a veces requiere esfuerzo y siempre dedicación, y su práctica es difícil para algunos justamente porqué no pueden dejar o disminuir sus preocupaciones, miedos, malos hábitos, adicciones (físicas y emocionales) o ciertos puntos de vista equivocados (vieja programación reactiva sin ninguna utilidad en el presente).

Una cosa es cierta, si no cuidas el cuerpo físico, sino exploras y desarrollas tu cuerpo de energía, sino tratas de aprender y expandir tu conciencia, si todavía no has realizado que eres un ser luminoso conectado con todo las cosas y en unidad con todos los seres, no solo estás malgastando tu breve tiempo de existencia en esta tierra, estás haciendo que tu viaje de conocimiento sea duro, fragmentado y la mayor parte del tiempo doloroso. 

Despierta del sueño de tus condicionamientos mentales y tu historia personal 
Debes calmar tu mente y abrir tu corazón 
Dirige la luz de tu mirada hacia tu interior y acepta de una vez tu naturaleza cósmica



lunes, 12 de mayo de 2014

El ADN y la hipercomunicación



Un cambio de vibración fundamental puede modificar la estructura del ADN y  la información genética.
Si el ADN recodifica su información ya no sintetiza la misma secuencia de proteínas. Cambia. Esto transforma la estructura y la función de la célula. Permite regenerar el tejido y recuperar la fisiología normal.

El  ADN no solo es responsable de la construcción de nuestro cuerpo sino que también almacena  información y energía

El  físico y biólogo molecular ruso Pjotr Garjajev y sus colegas también exploraron la conducta vibracional del ADN: "La función de los cromosomas vivientes como computadoras holográficas utilizando la radiación coherente emitida por el ADN".
Estos investigadores consiguieron modular ciertos patrones de frecuencia hacia un rayo láser y con él influenciar la frecuencia del ADN y así la información genética misma.
  
El ADN se expresa a través de ondas que pueden almacenar información durante mucho tiempo y son capaces de propagarse, sin deformarse, a grandes distancias

Comprobaron que los cromosomas dañados por los rayos X pueden ser reparados. Captaron patrones de información de un ADN en particular y lo transmitieron hacia otro, así reprogramando las células a otro genoma. De manera que ellos transformaron con éxito, por ejemplo embriones de rana en embriones de salamandra simplemente por transmitir los patrones de información del ADN.

Este experimento evidencia el inmenso poder que tiene la onda (vibración) sobre la información genética. Los genes, que son los encargados de codificar las proteínas, pueden modificar su información.

El ADN en los sistemas vivos tiene atributos de onda que nos conecta con dimensiones o planos superiores de la existencia. 

La información genética es tan sólo la parte del código referida a la síntesis de proteínas, correspondiente al nivel molecular o sea el plano físico.
Pero la molécula de ADN funciona como una antena y un ordenador holográfico bajo la influencia de radiaciones electromagnéticas coherentes (luz) captadas y emitidas por el mismo ADN.

Estas características de antena vienen determinadas por su tamaño. La molécula extendida tiene alrededor de dos metros de longitud y una frecuencia natural de 150 megahertzios. Curiosamente esta frecuencia está exactamente en la banda utilizada por el radar humano para las telecomunicaciones e ingeniería de microondas. Es decir, nosotros usamos exactamente el mismo rango de frecuencia para recibir y emitir señales a nivel de ADN que en nuestra tecnología.



La oscilación de nuestro ADN genera campos de torsión, patrones de perturbación en el espacio que producen mini agujeros de gusano, equivalentes microscópicos de las perturbaciones Einstein-Rosen formadas en las inmediaciones de los agujeros negros (dejados por las estrellas que estallaron).

Estas son conexiones en forma de túnel entre áreas completamente diferentes en el universo a través de las cuales la información puede ser transmitida instantáneamente más allá del espacio-tiempo.
  
El ADN atrae estos bits de información y los pasa a nuestra conciencia. Este proceso de hipercomunicación o comunicación cósmica es de lo más efectivo en un estado de relajación o de meditación (ondas cerebrales alfa, theta y delta).

El stress, las preocupaciones y el exceso de pensamientos obstruyen esta hiper comunicación o distorsionan la información haciéndola inútil. Esto es debido a la calidad y profundidad de las ondas cerebrales que en estos casos pueden ser arítmicas, caóticas, superficiales y desordenadas.

La hipercomunicación ha sido aplicada exitosamente durante millones de años por todas las especies vivas, desde plantas, insectos y animales. El ser humano moderno la conoce solamente en un nivel mucho más sutil, como "intuición" o como un aspecto misterioso de la mente.

En la naturaleza, cuando una hormiga reina es separada de su espacio en la colonia, la construcción aún continúa fervientemente y de acuerdo al plan. Pero si se mata a la reina el trabajo en la colonia se detiene. Ninguna hormiga sabe más qué hacer.
Aparentemente la reina envía los "planes de construcción" también desde muy lejos a través de la conciencia que se encuentra entrelazada con todo el grupo. Ella puede estar tan lejos como lo desee, mientras que esté viva.
  


La hipercomunicación en el ser humano se da cuando tenemos repentinamente acceso a información que está fuera del conocimiento ordinario. No depende de la actividad neuronal de la corteza cerebral.
Es una intercomunicación a nivel cuántico. La conciencia obtiene información más allá del tiempo-espacio.

Algunos animales "saben" también, desde lejos, cuando sus amos están por regresar a casa.


Esta hipercomunicación se desarrolla cambiando la conciencia ordinaria y sintonizándola con frecuencias superiores, más allá de los sentidos físicos y del pensamiento. Es una resonancia, una sintonía. Si sintonizamos correctamente el ADN, este amplifica la señal, recibe y transmite, de ADN a ADN, de conciencia a conciencia. 


El ADN fantasma

Los científicos rusos irradiaron muestras de ADN con luz láser en cámaras especiales. En la pantalla se formó un patrón de ondas típico. Cuando retiraron la muestra de ADN, los patrones de onda no desaparecieron, si no que permanecieron. Decenas de experimentos de control demostraron que el patrón seguía proviniendo de la muestra retirada cuyo campo energético aparentemente subsistía por sí mismo. Este fenómeno fue denominado "Efecto del ADN fantasma".


Vladimir Poponin, físico cuántico, reconocido mundialmente por sus estudios sobre las interacciones entre los campos electromagnéticos y los sistemas biológicos se refiere así a ese efecto fantasma: "Después de reproducir esto muchas veces y verificar el equipo de todas las maneras posibles nos vimos obligados a aceptar de que alguna nueva estructura de campo estaba siendo excitada desde el "vacío" físico (actualmente recibe el nombre de Campo Punto Cero). Lo denominamos "ADN Fantasma" para dar énfasis a que su origen está relacionado con el ADN físico”.

Se cree que la energía fuera del espacio y del tiempo aún fluye a través de los agujeros de gusano luego que el ADN ha sido removido. La hipercomunicación genera campos electromagnéticos cerca de las personas involucradas.

Es posible estudiar esto desde el punto de vista físico, debido a la capacidad intrínseca del campo fantasma de acoplarse con los campos electromagnéticos convencionales.

En ese acoplamiento se produce una transmisión de información directa desde el vacío creador. Se abre así un universo de posibilidades. De hecho, podría ser que nuestro ADN reciba constantemente sus "instrucciones de ensamblado" más allá del espacio y tiempo conocidos. A partir de esas instrucciones la naturaleza holográfica del ADN iniciaría el proceso de organización.

En sus comienzos la humanidad estaba muy fuertemente conectada a la conciencia de grupo, como la mayoría de los animales, la supervivencia dependía del grupo. La dependencia era total.

Para desarrollar y experimentar la individualidad  los seres humanos tuvimos que olvidarnos de la hipercomunicación casi por completo, aunque conservamos nuestro instinto colectivo aún, incluso de manera inconsciente. Así, una pequeña parte del cerebro, la corteza frontal (principalmente izquierda) se encargó hasta el momento de percibir y organizar la realidad. Un mundo 3D de partes separadas, basado en categorías y conceptos abstractos, dependiente de la palabra y de la individualidad.
De ahí el desequilibrio y el aislamiento actual del ser humano "civilizado".

Pero ahora que estamos claramente estables en nuestra conciencia individual y que ya no la podemos llevar más lejos (se pueden ver los resultados), podemos crear una nueva forma de conciencia de grupo, principalmente una en la que tengamos acceso a la información contenida en el ADN sin ser manipulados, forzados o remotamente controlados sobre qué hacer con esa información. Podemos ahora saber que, como sucede en Internet, nuestro ADN puede tomar información de la red (a la cual está conectado) y puede establecer contacto con otros participantes en ella.

Más allá de la dimensión física, en el dominio de las vibraciones sutiles de alta frecuencia, la conciencia se expande y se unifica, en estos niveles cuánticos fundamentales, debido al entrelazamiento, el movimiento de información y de energía puede ser instantáneo y no localizado.

Reflexiona sobre esto.
Puedes reprogramar tu cerebro y con ello modificar hábitos, conductas y la realidad que vives.
Puedes cambiar la información de tu ADN y con ello transformar la estructura y la función de tu cuerpo.
Puedes conectar tu mente con todo lo que te rodea y con ello hacer que se vuelva cósmica.
Puedes abrir e iluminar tu corazón y con ello experimentar la alegría de vivir, la compasión y el amor incondicional.
Puedes acumular energía y conocimientos y con ello incrementar tu poder personal.

Pero para que se materialice todo ese universo de posibilidades debes creer y debes aplicarte. Entrenarte en unificar la mente y el cuerpo, en fortalecer tu respiración y tus órganos internos, desarrollar tus habilidades cognitivas y aceptar de una vez que eres un ser cósmico, hecho de luz y conciencia y que la experiencia de la vida física es solo un aprendizaje, un viaje más de conocimiento.



martes, 6 de mayo de 2014

Latidos coherentes

  

Todos los órganos de nuestro cuerpo generan su propio campo energético específico. 

Estos campos brindan coherencia y orden al organismo y contienen información para controlar todo el cuerpo. Estos son sistemas de control por sobre el nivel molecular y bioquímico.
El cuerpo humano es un campo de energía e información estructurada. Un campo energético de ondas estacionarias, escalares, que están organizadas proporcionalmente en niveles de jerarquía,

Existe un tipo diferente de ondas electromagnéticas, que sólo existen en el vacío del espacio, en el campo infinito de posibilidades no manifestadas.
Estas ondas escalares constituyen una especie de océano de energía infinita, y ahora se ha descubierto que esta energía abundante puede ser utilizada en nuestro mundo de 3 dimensiones como fuente inagotable de energía y para curar el cuerpo de cualquier enfermedad y regenerar tejidos. Este es el llamado electromagnetismo escalar, la energía de punto cero, la energía de la matriz universal.

El corazón irradia un campo que no solo influye en todos los demás órganos sino también en el entorno.

El corazón está constantemente emitiendo ondas: sonido, calor, presión, señales electromagnéticas, luz y cada célula del cuerpo recibe en un determinado momento esta influencia vital.
   

La frecuencia de su pulso es fundamental, su ritmo afecta  a todas las células.

Si consideramos a este campo como una onda portadora de información, entonces las emociones juegan un papel modulador fundamental. Si sentimos enojo o frustración cambia la información en el campo proyectando estas vibraciones, pero si sentimos alegría y afecto esta información modula los patrones de información y el funcionamiento del organismo entero.

El corazón genera un campo electromagnético mucho más poderoso que el cerebro

Hay extensa evidencia de que la información que el corazón envía continuamente al cerebro no sólo juega un papel en la homeostasis, sino que además influye en las funciones cerebrales más especializadas, como la atención, la percepción, el aprendizaje y el procesamiento de las emociones.

En esencia, los mensajes que el corazón envía al cerebro afectan el cómo percibimos y respondemos al mundo que nos rodea, y además afectan el cómo nos sentimos.

Mientras que todos los órganos se comunican con el cerebro, el corazón posee un vínculo especialmente fuerte con este.
Particularmente por el sistema neurovegetativo que conecta mediante potenciales eléctricos y sustancias químicas estructuras cerebrales como el hipotálamo y la corteza.

Hay más vías nerviosas llevando información del corazón al cerebro que a la inversa

Otro hecho importante es que, lejos de ser solo un bombeador, el corazón es en realidad un sofisticado centro de codificación y procesamiento de información. El sistema nervioso dentro del corazón, que contiene más de 40.000 neuronas, es altamente complejo.

Este campo electromagnético nos rodea y puede ser medido a varios metros de distancia del cuerpo.


La información dentro del campo del corazón cambia a medida que experimentamos diferentes emociones


Cuando sonreímos y sentimos afecto y emociones positivas, el ritmo del corazón se hace más regular y coherente y su campo electromagnético se vuelve, en consecuencia, más organizado y expansivo.

El campo electromagnético del corazón es de hecho registrado fisiológicamente por otras personas a nuestro alrededor, influyendo inclusive en la actividad cerebral.

Esto significa que el campo del corazón cambia dinámicamente con nuestras emociones y estados mentales y modifica el campo de los seres vivos que nos rodean. Por el mismo camino las emociones de los otros nos afectan.

Entonces cuando elegimos sonreír y activar conscientemente sentimientos positivos, el campo de nuestro corazón transmite instantáneamente esa información coherente y armoniosa a nuestro entorno y lo modifica.

Los animales y las plantas, también son sensibles y responden a la información contenida en estas señales electromagnéticas.

Mientras más personas en un determinado ambiente activan una sonrisa de corazón, con sentimientos de aprecio, gratitud, amor, o profundo interés, el efecto se hace aún más poderoso, el campo de energía se vuelve más intenso y brillante. La conciencia y las dimensiones del espacio tiempo se expanden.
En efecto, ¡estamos literalmente afectando nuestro entorno mientras sonreímos!

El cuerpo físico es el reflejo de algo que es no físico

Es la materialización de una vibración mucho más amplia, sutil e interconectada.

Los sentimientos influyen a nivel cuántico en la composición atómica de la materia.
Los pensamientos son energía e información.
Un pensamiento positivo puede ser muy poderoso. 

El pensamiento es la imagen de la posibilidad cuántica

En el reino de las posibilidades todo existe ya en una superposición de estados, solo que de manera no manifestada. A nivel de la escala de Planck todas las posibilidades existen superpuestas y la mente escoge una de tantas.

Esta elección no es precisamente consciente, se hace en niveles subconscientes, pero el consciente puede influir, generando control: negando, observando, etc.

Podemos identificar esa imagen, esa posibilidad o esa realidad y aislarla. Pero para poder insuflarle vida hace falta el sentimiento. Para que esa posibilidad cuántica se realice en la realidad cotidiana hay que agregarle el sentimiento: amor…o miedo, los dos funcionan, aunque el miedo es menos poderoso y genera otros efectos adversos (también en el entorno).
No hace falta saberlo, es suficiente con sentirlo.

Por eso es muy importante la autoconfianza, tener fe en tu propia naturaleza. En tu propio genio.
Sin este componente, podremos hacer afirmaciones positivas, pero no tendremos la energía suficiente para traerlas al plano de la existencia.
Sin el sentimiento serán solo ideas vacías. El poder de lo que creemos es fundamental.
Es una cuestión de claridad y de cortar con las dudas y el parloteo mental.

Hay que escuchar al corazón

Entonces, este campo de potencialidad infinita o simplemente, la Matriz, es un puente entre el mundo interior y el exterior. Un espejo que nos devuelve la información que le damos.  Lo estamos creando todo el tiempo con nuestros sentimientos y observaciones y a su vez la matriz nos crea y modela también.

Querer o detestar algo, es lo mismo, igual lo atraemos

Si tenemos miedo, eso que más tememos ocurrirá porque lo estamos atrayendo. Si sentimos enojo o frustración, todo el día estaremos peleando o entablando relaciones conflictivas con los demás, aunque conscientemente deseemos lo opuesto.

¿Por qué tenemos la tendencia a interiorizar lo que no queremos y no lo contrario?
¿Y si apagáramos ese “ruido”, esa interferencia y nos focalizáramos verdaderamente en aquello que queremos? ¿Y si escogemos solamente lo que queremos?
¿Cómo sería la vida?

Por empezar comprobaríamos que los demás no son los culpables de nuestras dificultades. Nos daríamos cuenta que todo es una creación de nuestro espíritu.

Estudiando el ADN se ha comprobado de qué manera el amor y el miedo lo modifican.
Las emociones, los sentimientos, los pensamientos, son vibraciones. Ondas que transportan patrones de información y perturban el campo por el que se desplazan.

Mientras que la vibración del amor es de alta frecuencia, el miedo genera una onda lenta y amplia. ¿Cuál es la significación de esto?

EL ADN es como una antena que recibe y emite. Traduce y transcribe información y la convierte en materia, en proteínas que formarán estructuras, funciones, etc.



La onda de alta frecuencia del amor, del afecto, del sentimiento positivo, hace que sus cadenas y nucleótidos vibren y se activen en mayor número, generando por lo tanto una realidad física más amplia, más consciente, de mayor dimensión (además de todos los beneficios fisiológicos que se registran en todo el organismo).

El miedo al corresponderse con una vibración mas baja, por el contrario, desactiva a la molécula de ADN, la bloquea, hace que funcione al mínimo, con lo cual la realidad que se crea es limitada e insuficiente (incluso a nivel fisiológico), la antena capta y transmite poco y mal.

La puerta de la salud, la abundancia y la felicidad se abre (y se cierra) desde el corazón.
Lo que nos conecta con todos los seres es la compasión.

La matriz universal está hecha de pura conciencia.

La energía del corazón unifica, da ritmo y coherencia, profundidad y calor, alegría de vivir y amor incondicional


Llénalo de luz diariamente, deja que esa luz impregne cada célula de tu cuerpo y el medio que te rodea. Cultiva esa luz, es fuente de energía curativa, de felicidad y de conocimiento.