miércoles, 9 de septiembre de 2015

Ki y el espacio


Es difícil traducir el término ki (o chi), pero se puede decir que corresponde a la energía vital, la energía que llena todo el universo, que da vida y anima a todos los seres y se cristaliza en materia. Es la manifestación del movimiento del espíritu.
Ki es la respiración del universo. 
El espacio no está vacío, está repleto de ki, el espacio es ki y por lo tanto conciencia.
La materia es espacio (ki) concentrado, el espacio es materia (ki) disuelta.

En el Budo (aikido, karate, kendo, judo), la expresión ma-ai designa la distancia correcta o el espacio entre los adversarios u oponentes.


"Lo esencial en el combate es ma". Esta es una frase famosa de Ito Ittosai, fundador de la escuela de sable Itto-ryu (del siglo XVI). También dijo:

"Si piensas demasiado en ma, serás incapaz de reaccionar de manera adecuada a los cambios. Si no piensas, ma será justo incluso en el movimiento. Por eso no debes atar tu mente a ma, no debes crear a ma en tu espíritu. Debes ser como el reflejo de la luna en el agua. Si la mente es clara como el cielo sin nubes, serás como el agua que refleja la luna, sea cual sea la situación... "

Al igual que Ittosai, todos los maestros hacen hincapié en la importancia de ma.
Este término generalmente se traduce como "distancia, intervalo o brecha en el espacio", pero también significa "intervalo de tiempo” o “flujo de la mente."

Ma está fuertemente ligado a la noción de ritmo, ya que ma también significa "intervalo en el ritmo o la cadencia”.

En la arquitectura japonesa, ma tiene un doble significado. Unidad de medida, que designa a los intervalos regulares entre los postes. Pero en un sentido más amplio, describe cada pieza por la disponibilidad que ofrece para diferentes prácticas (kyatuma, lugar para los huéspedes, ima, lugar donde vive la familia todos los días).

¿Qué es ma?
Ma es un espacio en el que el hombre proyecta su ki y circunscribe el efecto de múltiples interferencias. La proyección de ki se estabiliza armonizando con otros elementos. Así, en la arquitectura tradicional, se hace el espacio de la casa para que las personas se sientan cómodas unas con otras y con su entorno, mediante la búsqueda de un equilibrio entre el espacio dado, los elementos de la construcción y la naturaleza que lo rodea.


De esta manera, en el ma de la ceremonia del té, las acciones de los que preparan y beben té contribuyen a la armonía con todas las cosas que les rodean en el espacio diseñado para este propósito.
Al realizar una ceremonia del té en la naturaleza, si se limita el espacio con elementos provisorios, tendiendo telas con cuerdas por ejemplo, es porque las personas involucradas sienten la necesidad de encuadrar o dirigir los gestos y la acción en la que ponen su ki. Si ki se funde con la expansión ilimitada de la naturaleza, la ceremonia del té no lograría su plenitud, ya que la acción de aquellos que la realizan es una cristalización de ki en una forma precisa.

En este sentido, la ceremonia del té es fundamentalmente diferente de beber té (o mate) en la inmensidad de la naturaleza durante un día de campo. La forma de la sensación de placer también es diferente.
Al beber té en un día de campo, se siente la felicidad de la libertad con la sensación de no tener el estrés visual y físico, al no tener límites fijos ni cuadrados, por lo tanto ki está flotando como un pájaro en libertad. La sensación es de expansión y no de concentración.


Al beber el té en la ceremonia, se sentirá una profunda calma y tranquilidad, no porque estás en la naturaleza silenciosa, sino debido a que el ki se estructura siguiendo la forma de la tranquilidad gestual y espacial elaborada en un espacio preconcebido.

Lo mismo pasa cuando uno se entrena en un dojo o en la naturaleza, las dimensiones y la forma del dojo contribuyen a la concentración de ki y a crear una atmósfera propicia para la práctica de la disciplina. En los espacios abiertos ki tiende a dispersarse (a veces es favorable esta expansión)

Los límites del cubo determinan el movimiento espiral de las esferas en su interior.
La forma y el espacio son dos aspectos de una misma cosa.

Entonces, detrás del fenómeno de ma, existe el modo especial en el que uno se expresa, afirma o se mide, manifestando su existencia física por una sensibilidad que la desborda.
Cuando Ittosai dijo: "Si piensas demasiado en ma, serás incapaz de reaccionar de manera adecuada a los cambios. Pero si no piensas, ma será justo incluso en el movimiento". Ma es concebido por el maestro más allá de la comprensión intelectual o la especulación. Ma es para él una extensión del cuerpo.



Al ampliar la sensación corporal en el espacio que te rodea, podrás sentir la intención y el ki del adversario, "al igual que el agua refleja la luna."

La sensibilidad al ki se oculta por el esfuerzo especulativo o la intención. Es en este sentido que la práctica del no pensamiento durante zazen favorece el cultivo de ki.
De hecho, el desarrollo de la sensación de ki depende en gran medida de la actitud mental.

Si miras tus brazos, tus manos y tus dedos, tu cuerpo se delimita con el nombre propio de cada parte. De esta manera, concibes racionalmente a tu cuerpo, lo que es muy diferente de “sentirlo" o “percibirlo”, como si tocaras a las montañas distantes.
La sensación de la expansión del cuerpo está más allá de la racionalidad verbal o del intelecto. Por lo tanto, la forma de la actividad mental es diferente en el acto de la especulación verbal y durante el cultivo de ki.
En otras palabras, para el cultivo y desarrollo de ki, tenemos que ir más allá de las limitaciones del lenguaje y de los sentidos físicos.
El uso de imágenes es más eficaz que las palabras.

Es por esto que podemos asumir a ma, como la concretización espacial de ki.

El espacio y la materia se corresponden, ambos son ki