miércoles, 23 de enero de 2013

Los dominios de la percepción



Vivimos en un universo consciente. Somos parte de esa conciencia infinita. Somos una manifestación de la misma.
El movimiento de la conciencia genera vibración, a este movimiento podemos llamarle mente, y esta vibración genera campos de energía e información, de los cuales surge la materia y todas las cosas que experimentamos con los sentidos.

Así que tenemos que comenzar considerando el hecho que la materia no es sólida ni tiene una existencia propia e independiente, no hay nada sólido y todo se encuentra entrelazado en el nivel fundamental.
En esencia todo es unidad. Es debido a la frecuencia en la que vibran las partículas elementales que nuestros cerebros las perciben como sólidas y separadas, creando una realidad física palpable y en apariencia concreta.
Pero la fuente original, el origen de la mente, de la energía y de nuestro mundo físico es la conciencia, y existe por lo tanto un océano infinito de conciencia pura y vibrante en el interior de cada uno.

Según el genial físico Max Planck: “No existe la materia como tal, toda la materia se origina y existe en virtud de una fuerza que hace que el átomo vibre y provoca que el diminuto sistema solar del átomo se mantenga unido. Debemos asumir que detrás de esta fuerza existe una mente consciente e inteligente. Esta mente es la matriz de toda la materia.”

De manera que nuestros cuerpos físicos y toda la materia que nos rodea y configura nuestra realidad cotidiana, son el resultado de una frecuencia.

Puesto que cada ser vivo es consciente de manera única y propia, cada ser vivo presenta un tipo de vibración que le es particular. La conciencia transmite un amplio espectro de vibraciones, el cual a través del principio de resonancia atrae un espectro correspondiente de experiencias. Las conciencias con una frecuencia común comparten niveles de existencia o dominios de percepción y tienden a atraerse, cruzando caminos y experiencias en la vida.

La forma de vibrar determina el nivel de la experiencia, a su vez el nivel y la calidad de las experiencias genera y mantiene una forma de vibrar.
Lo que llamamos vibración u oscilación, es la propagación de ondas en un medio determinado o en el espacio.

Estas ondas poseen una frecuencia, una amplitud y presentan fases que provocan fenómenos como la interferencia, que tiende a crear patrones.

continúa.


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