domingo, 26 de octubre de 2008

La atención


Podemos definir a la atención como la capacidad de percibir ciertos estímulos y filtrar otros. Los estímulos pueden ser internos, es decir originados por uno mismo (actividad mental, síntomas, funcionamiento del propio organismo, etc.) o externos, referidos al medio ambiente (imágenes, sonidos, tacto, olores, etc.).
Por otro lado, la atención es entendida como el mecanismo que controla y regula los procesos relacionados con el conocimiento; desde el aprendizaje hasta el razonamiento complejo. Es la habilidad de tratar con efectividad ciertas cosas y poder dejar otras.
Su esencia es la conciencia, la concentración y la focalización.
Es un mecanismo para proteger la integridad de la mente ya que sino seria imposible procesar e integrar toda la información que se percibe. El cerebro capta unos 400.000 millones de bits/segundo de información y solo somos concientes de 2000, correspondientes a información del entorno, del medio interno y del tiempo. Pero este rango de percepción no corresponde a algo fijo, se achica y se agranda por múltiples factores.
El “campo de la atención” de una persona puede modificarse por varios factores, como por ejemplo la potencia del estímulo, los cambios en el entorno, la repetición del estímulo, el contraste y también depende del estado orgánico del individuo (por ejemplo una persona hambrienta estará más atenta a comer que a otra cosa), de sus intereses o preferencias, de su capacidad mental, educación y entrenamiento.
Distracciones y falta de atención disminuyen las aptitudes y el rendimiento de una persona y contribuyen a un mal desempeño en su trabajo, en los estudios y en el hogar; este trastorno se corrige eliminando hábitos perjudiciales, ya sea físicos o mentales y ejercitando la concentración. Cuando la mente y el cuerpo están en unidad el campo de la atención se amplifica mejorando la capacidad de adaptación al medio y a las circunstancias.
Podemos comparar a la mente con un músculo y para que el músculo funcione correctamente debe estar descansado, bien alimentado, relajado y ejercitado (entrenado), la mente funciona igual. Veamos esto.
-El descanso: ya es sabido que dormir mal, sea por desvelos voluntarios, insomnio u otros factores, contribuye directamente a una disminución de las funciones generales, problemas para pensar con claridad, apatía, incremento en el riesgo de accidentes, irritabilidad, mayor propensión a enfermedades, disminución en la calidad de vida y hasta muerte prematura, la falta de descanso afecta al sistema inmunológico disminuyendo las defensas y la resistencia a las enfermedades. El sueño es fundamental. Un adulto debe dormir 7-8 hs. sin interrupción a fin de que el cerebro, y el resto del organismo, puedan reponer y equilibrar la energía fundamental para sostener y desarrollar la vida y sus funciones.



-La alimentación: Es importante una dieta variada, suficiente y en armonía con las necesidades del organismo. El cerebro, debido a su elevado metabolismo, consume gran cantidad de energía (se estima que un 20% del total de los requerimientos generales). Las fuentes fundamentales de energía son la glucosa (y azucares en general) y el oxígeno. “La glucosa es para el cerebro lo que el combustible para el motor”. Hay que incluir en la dieta frutas, cereales y miel. El tejido nervioso es muy sensible a la mala oxigenación, así que en este apartado consideramos también a la correcta respiración como un factor muy importante para mejorar las funciones cerebrales y optimizar la capacidad mental.



-Relajación: A nivel mental, la relajación significa aquietar la agitación del pensamiento, la actividad descontrolada de la mente. Es un punto delicado, ya que tratar de aquietar los pensamientos pensando es todavía seguir pensando e incluso aumenta la agitación y puede crear tensiones y bloqueos. ¿Entonces como hacer? Hay que reeducar a la mente. Cambiar la mentalidad es decir los conceptos y condicionamientos que hacen que uno piense siempre de la misma manera y por ende repita siempre la misma realidad. Para esto es necesaria una disciplina como zazen ( meditación zen), el tai-chi, el chi kung o el yoga, estas son de gran ayuda ya que por medio de una postura correcta y equilibrada permiten controlar emociones y pensamientos y evitan que la mente divague. Esto favorece la concentración y aumenta el campo de la atención, se estimula la memoria, la intuición y la claridad de pensamiento, mejorando también la capacidad de aprendizaje.



-Ejercicios: Además de los puntos anteriores podemos mejorar la atención y aumentar la capacidad de concentración con algunos ejercicios simples. Está demostrado que mediante la repetición frecuente de un estímulo se refuerzan las conexiones neuronales correspondientes facilitando la percepción e integración de la información y su posterior respuesta. Además al mantener y estimular convenientemente las funciones cerebrales vinculadas con el intelecto y la memoria potencia la capacidad del cerebro y evita su envejecimiento.


Al principio puede costar mantener la mente concentrada y que no se disperse, no hay que frustrarse ni generar tensiones, el secreto está en la repetición y la constancia. Efectuarlos de forma relajada, respirando de manera calma y profunda.
Imagen: Se debe pensar en una figura geométrica sencilla (cuadrado, triángulo o círculo) y se representará mentalmente de la manera más fiel posible; lo importante es que la idea permanezca y no sea borrada por el flujo de ideas sobre los acontecimientos del día, preocupaciones o tareas pendientes. Propóngase un tiempo breve para sostener en la mente la imagen, y cuando lo logre puede combinarla con otras: un círculo dentro de un cuadrado o un triángulo que aloja un rectángulo, entre otras.
Color: De igual manera, puede visualizar un color previamente establecido; piense en él 30 segundos e incremente este lapso gradualmente, hasta llegar, por ejemplo, a cinco minutos. Ya con práctica, puede unir colores y figuras geométricas: "observe" un triángulo rojo rodeado por un círculo blanco en un fondo verde, por ejemplo.
Entrecejo: Este centro energético ubicado entre las cejas (“el tercer ojo”) es muy eficaz para unificar el pensamiento y aumentar la capacidad de atención. Está en relación con la glándula hipófisis y con el lóbulo frontal, con lo cual la visualización y concentración en este punto calma la mente, aclara el pensamiento y favorece a la integración de la personalidad.
Punto: Dibuje un pequeño círculo negro en una cartulina u hoja en blanco; fije la mirada en él durante algunos minutos, luego cierre los ojos y retenga en su mente la imagen que acaba de observar.
Sonidos: Concéntrese en un sonido constante, como el canto de algún ave en un parque o el tic-tac de un reloj; muéstrese muy atento al sonido y a los silencios que se crean. La música tanto escuchada como ejecutada contribuye a mejorar la concentración y la percepción.
Sensación corporal: Concéntrese en una percepción sensorial (la visión de una nube, una flor, etc., la textura al tacto o una percepción interna, un aroma) y evite ponerle nombres o describirla; sólo experiméntela, descubra detalles, no deje que la mente se escapé o empiece a conversar. Este ejercicio es eficaz y evita divagaciones.
Respiración: Los ejercicios respiratorios son excelentes para mejorar la concentración. De hecho la respiración y la concentración están íntimamente ligadas. Se pueden hacer series de 10 o 12 respiraciones, concentrándose en efectuar exhalaciones lentas y profundas, pero sobretodo respirando naturalmente sin forzar ni producir bloqueos. Estar atentos a la respiración, es volverse íntimos con ella.
Estos son algunos ejemplos, cada uno debe elegir el método al que mejor se adapte y también variarlo. El cerebro necesita nuevos programas, el pensamiento debe ser educado. La imaginación y el juego son muy importantes, pero la base es el pensamiento calmo.
Solo a través de la práctica se aprende a controlar la mente y a aumentar la capacidad de concentración y observación.
El proceso puede ser lento pero nunca decepciona, y además es parte de la higiene mental y corporal que debemos hacer para mantener la salud, desarrollar habilidades y expandir la conciencia.

lunes, 20 de octubre de 2008

evolución y crisis


La vida humana siempre evolucionó a partir de crisis. Hace 65 millones de años a raíz de un cambio dramático de las condiciones de vida sobre el planeta, los enormes dinosaurios luego de 200 millones de años de aparente éxito evolutivo, desaparecieron y esto hizo que los insignificantes mamíferos de esa época encontraran las condiciones para generar una explosión evolutiva. Los grandes cambios climáticos y los movimientos de la tierra, los diluvios, glaciaciones, sequías, grandes terremotos, han contribuido a que la vida se distribuya y evolucione adaptándose a las nuevas condiciones. Y de ahí venimos. Guardamos información genética de todos estos eventos.
Hace 8 millones de años África estaba cubierta de bosques y selvas, nuestros ancestros primates estaban adaptados para la vida en los árboles y no veríamos grandes diferencias entre estos antepasados arborícolas con los simios actuales. Parece que debido a su dieta basada en frutos, bayas y hojas, abundantes en vitamina C, pudieron perder la capacidad metabólica que tiene la mayoría de los animales, de sintetizar en su propio organismo tal vitamina; ya antes parecen haber perdido la capacidad de digerir la celulosa.
De a poco el clima fue cambiando y se volvió más seco y la espesa selva retrocedió dando paso a la sabana africana y al disminuir el número de árboles y de vegetación espesa el alimento comenzó a escasear. Quizás fue esto lo que provocó que algunas familias de primates, como el australopiteccus afarensis, comenzaran a andar en 2 pies. La mutación que llevó a la bipedación fue exitosa porque dejaba libre las manos como para fabricar artefactos y, particularmente, porque en la marcha un homínido ahorra mucha más energía andando sobre dos patas que sobre cuatro, puede acarrear objetos durante la marcha y otear más lejos. La posición bípeda en las hembras provoca una reducción de la pelvis que tiene como consecuencia un adelanto de los partos (lo cual implica un neonato mas prematuro, un mayor tiempo dedicado a la crianza y así la necesidad de mantener vínculos sociales fuertes que potencialmente coadyuvan al desarrollo de una cultura, además la posibilidad de que una hembra pueda procrear un mayor número de hijos y esto en la carrera evolutiva hace la diferencia). Entonces para compensar la falta de alimentos y la imposibilidad fisiológica para digerir celulosa, los homo habilis (nuestros antepasados de hace 2 millones de años) tuvieron que encarar la supervivencia desde una perspectiva diferente y de esta forma se convirtieron en carroñeros inquisitivos, dispuestos a cualquier cosa con tal de sobrevivir. La mayor parte del tiempo eran carnívoros oportunistas. La columna vertebral, bastante rectilínea en los simios, en el Homo sapiens y en sus ancestros bípedos ha adquirido curvaturas que permiten soportar mejor el peso de la parte superior del cuerpo, tales curvaturas tienen un efecto "resorte". Por lo demás la columna vertebral ha podido erguirse casi 90º a la altura de la pelvis, si se compara con un chimpancé se nota que al carecer este primate de la curva lumbar, su cuerpo resulta empujado hacía adelante por el propio peso; en la raquis humana el centro de gravedad se ha desplazado, de modo que el centro de gravedad de todo el cuerpo se sitúa encima del soporte que constituyen los pies, al tener el Homo sapiens una cabeza relativamente grande el centro de gravedad corporal es bastante inestable. Otro detalle; las vértebras humanas son más circulares que las de los simios, esto les permite soportar mejor el peso vertical.
Pero además tenían una herramienta nueva que la naturaleza iba desarrollando: el cerebro. Las proteínas ingeridas con la carne y la médula ósea hicieron que el cerebro y el resto del sistema nervioso aumentara de tamaño y complejidad, con lo que se desarrollaron las ideas y la imaginación y esto le confirió a este pequeño grupo de homínidos una capacidad adaptativa enorme, ya que al contrario de las formas más especializadas y adaptadas a un medio en particular, se vieron obligados a usar el ingenio para sobrevivir. La versatilidad del homo habilis le ha permitido evolucionar en un mundo en constante cambio. Nosotros, homo sapiens, heredamos esa capacidad.
La ausencia de tales especializaciones anatómicas ha facilitado a los humanos una adaptabilidad inusitada entre las demás especies de vertebrados para adecuarse a muy diversas condiciones ambientales.
Más aún, aunque parezca paradójico, la estructura craneal de un Homo sapiens adulto se aproxima más a la de la cría de un chimpancé que a la de un chimpancé adulto: el rostro es achatado ("ortognato" o de "bajo índice facial") y es casi inexistente el torus supraorbitario (en la humanidad actual apenas se encuentran vestigios de torus en las poblaciones llamadas australoides). De otro modo se puede decir que los arcos superciliares de Homo sapiens son "infantiles", delicados, el rostro aplanado o ligeramente prognato.
Homo sapiens es, por su anatomía, un animal muy vulnerable si se encuentra en condiciones naturales.
Todos los cambios reseñados han sucedido en un periodo relativamente breve (aunque se mida en millones de años), esto explica la susceptibilidad de nuestra especie a afecciones en la columna vertebral y en la circulación sanguínea y linfática (por ejemplo, el corazón recibe -relativamente- "poca" sangre).
¿Como evolucionará nuestra especie? No se puede saber. A primera vista parece que el panorama no es muy alentador, pero quizás tenemos que pasar por esto como especie y como individuos para aprender y madurar. En la carrera evolutiva siempre prevalece el que mejor se adapta. La selección natural no hace conseciones. La vida evoluciona hacia formas mejores y más libres. El mundo está cambiando, el universo mismo cambia, si sabemos observar veremos que nuestro cuerpo no cesa de cambiar, la vida misma es transformación y cambio.
Los tiempos de crisis son tiempos de cambio, de oportunidad. Nuestra evolución individual afecta la evolución del resto, estamos conectados, es un hecho, así que podemos decir que sin "los otros" la evolución individual no tiene ningún sentido. Pero si el individuo no evoluciona, "los otros" tampoco tienen sentido.

lunes, 13 de octubre de 2008

El mono número cien

conciencia, evo
El mono Macaco (macaca fuscata) habita en las islas del norte de
Japón. En 1952, en la isla de Koshima un grupo de científicos comenzó a darles papa dulce (batata o camote) que les echaban en la arena. A los monos les encantaba el sabor de la batata, pero la arena no. Una hembra joven, llamada Imo resolvió el problema lavando las batatas en un arroyo cercano, después le enseñó el truco a su mamá y también a sus compañeros de juegos que se lo enseñaron a sus madres. Poco a poco, y ante los ojos de los científicos, varios monos fueron aprendiendo esta innovación cultural. Entre 1952 y 1958 todos los monos jóvenes habían aprendido a lavar las batatas limpiándoles la arena para hacerlas más sabrosas. Los adultos que imitaron a sus hijos aprendieron esta mejora social pero otros adultos seguían comiéndose las batatas sucias.

Entonces sucedió algo sorprendente. En el verano de 1958, un determinado número de monos ya lavaba las batatas en Koshima. Se desconoce el número exacto, pero supongamos que por la mañana había 99 monos que tenían esta habilidad y ¡Entonces sucedió! Esa misma tarde toda la tribu lavaba sus batatas antes de comérselas. ¿Y que pasó de significativo? Fue la energía adicional del mono número 100 la que de algún modo había generado este avance social. Pero la cosa no quedó ahí. Lo más sorprendente que notaron estos científicos fue que el hábito de lavar las batatas dio un salto y atravesó el mar, y otras colonias de monos de las islas vecinas comenzaron a adquirir esa habilidad y al cabo de un tiempo toda la población de monos, incluso en el continente la manada en Takasakiyama, lavaba sus batatas antes de comérselas.
Por lo tanto cuando un determinado “número crítico” o masa crítica de individuos de una especie logra una determinada conciencia, esta puede comunicarse de una mente a otra, incluso inconcientemente, más allá del espacio y por supuesto, del tiempo.

Si bien el número exacto puede variar, el fenómeno del mono número 100 significa que cuando apenas una cantidad limitada de personas conoce una nueva forma, esa forma de conocimiento queda circunscripta a ese grupo, pero hay un punto en el que es suficiente que una sola persona más sintonice esta nueva conciencia para que el campo se refuerce de tal manera que haga que esta conciencia la adquieran casi todos.

miércoles, 8 de octubre de 2008

Conciencias conectadas


He aquí uno de los misterios más profundos y a la vez más evidentes y sencillos de esa maravilla que es nuestro cerebro. De alguna manera, el universo se hace consciente de sí mismo a través del cerebro y de la capacidad de observación y reflexión que este tiene.
La vida se expresa a través de sus creaciones, dicho de otro modo, somos el espejo que le sirve a la vida para conocerse y experimentarse.

La unión de diferentes cerebros en un sólo sistema, crea una supra conciencia o podriamos decir un "sistema superior de conocimiento en red"... Los individuos que no sólo tienen conciencia "individual" sino además "social" pueden conectar sus conciencias y al igual que la conciencia genera un impacto en el organismo (como está demostrado), la suma de conciencias puede producir verdaderos cambios sociales. De hecho, las conciencias están conectadas. Jung habla de “inconsciente colectivo” y es evidente. Las ondas cerebrales tienen también características de ondas electromagnéticas proyectándose en el tiempo y en el espacio y a su vez pueden ser modificadas por múltiples factores.
El cerebro además de funcionar como receptor de estímulos mediante los órganos de los sentidos y debido a sus características físico-químicas, es decir como resultado de su actividad bioeléctrica, emite permanentemente ondas hacia el medio externo. Si creemos que lo que pensamos queda confinado en la cabeza, estamos equivocados. De la misma forma que las vibraciones del medio influencian nuestra actividad interna, según la forma de pensar que tengamos modelaremos una determinada realidad. Por eso no se puede hablar de una realidad “única”, la imagen que proyecta el cerebro está condicionada por el tipo de ondas cerebrales que se generen, es decir por la vibración que predomine.

Ampliemos esto. Cuando miramos el mar, un bello paisaje o una flor surge, en nosotros un sentimiento de tranquilidad y armonía, incluso uno olvida “lo que estaba pensando” antes. Los medios de comunicación, en particular la TV y las computadoras, pero también la radio, los periódicos e incluso las conversaciones que mantenemos, tienen (o transmiten) una determinada vibración (y un estado mental acorde) que hace que nuestro cerebro literalmente se “enganche" y se identifique, alineando su frecuencia con esa onda determinada y proyectando en consecuencia una realidad en consonancia, que  se hace fácilmente mayoritaria al estar los cerebros interconectados. De esta forma cunde el miedo, la preocupación, las modas o la idiotez. Y en esto reside el éxito de los vendedores de noticias (malas) y de productos. Primero se crea la preocupación o el deseo (la necesidad) y luego se vende, y todos compran. Pero esto que parece teórico, va muy lejos.

Como sabemos la conciencia genera un impacto en la materia, no solo eso, es capaz de generar toda una realidad, acorde a ese estado mental, que puede ser de miedo, de ansiedad, de insatisfacción, o de tontería,…pero también de salud, inteligencia, creatividad y felicidad.
La diferencia es que a una persona preocupada, temerosa, ávida o enferma se le puede vender cualquier cosa: medicamentos, seguridad, objetos, algún dios, un método salvador o un sistema político, lo que sea; mientras que una persona normal, libre y equilibrada, responsable de sus pensamientos y actos, no compra fácil ni sigue al rebaño.
Es un organismo económico, "ecológico", que necesita poco para vivir y funciona en armonía con su entorno sin contaminarlo ni mucho menos destruirlo.
Considerándolo además en términos de salud, un organismo así, vive más y mejor.


Yendo un poco más lejos, el despertar de esa conciencia influye en las demás. A esto se le llama “masa crítica”. La realidad cotidiana del mundo actual parece tan negativa y destructiva porque la mayoría de las conciencias están alineadas en esa frecuencia inclinando la balanza para ese lado y esta realidad se retroalimenta a si misma, como un mecanismo de feedback, creando en consecuencia siempre la misma realidad. Lo mismo pasa en el plano individual. Pero cambiando la mentalidad y retornando a la condición normal, la conciencia se despierta, se expande e ilumina a las demás, como un farol en la oscuridad, y este simple y monumental hecho contribuye a cambiar la realidad. Esto además, lo demuestra la física cuántica.
En el nivel fundamental todo se encuentra conectado, entrelazado y solo existe la realidad de la “unidad”, la conciencia es una.
La diferencia entre ser víctimas o creadores se encuentra en la forma de pensar, es decir: La mentalidad. 
Saca tus propias conclusiones de lo que esto significa.

jueves, 2 de octubre de 2008

La sonrisa, el timo y el sistema inmunitario


Todos hacemos la experiencia de que la sonrisa, la manifestación física y la expresión genuina de un estado interno de alegría, nos hace sentir bien, optimiza nuestras acciones y produce motivación, influyendo y modificando nuestro entorno.
Esto es estudiado desde épocas muy antiguas y en tiempos modernos las investigaciones realizadas en biología molecular y en neurofisiología aportan datos reveladores.

El Timo es una pequeña glándula situada en la base del cuello y detrás del esternón ejerce una clara influencia sobre el desarrollo y maduración del sistema linfático, en particular de los linfocitos T y en la respuesta inmunitaria de nuestro organismo.

Los linfocitos T tienen como función aislar a las células anormales y destruirlas. Esto es de vital importancia en la capacidad defensiva del organismo y además se sabe que en la millonada de células que se producen en el cuerpo permanentemente siempre hay células aberrantes, defectuosas, que si no se las elimina pueden proliferar y generar enfermedad o un cáncer. Sir MacFarlane Burner, premio Nobel de medicina por sus aportes en inmunología, en su teoría sobre el cáncer sugiere que la estimulación del timo puede prevenir la aparición de esta enfermedad.


¿Qué relación hay entre el timo y la risa?
Se ha visto que en situaciones de estrés o de emociones negativas reiteradas esta glándula altera su funcionamiento disminuyendo significativamente la capacidad de defensa del organismo. O lo que es lo mismo, se genera un estado de inmunodeficiencia.
El timo es extremadamente sensible a la risa y a las emociones positivas, como el amor, la compasión, la generosidad y la autoconfianza. Se lo relaciona además con el cuarto chakra, Anahata, el chakra cardíaco, cuyo color es el verde.
Hay otro hecho importante, que luego desarrollaré con más detalles, la risa favorece la secreción de neuropéptidos cerebrales. Estas sustancias tienen la capacidad de activar receptores presentes en las membranas de todas las células. Son mediadores de respuestas de tipo químico, que modifican el comportamiento de la célula, como las encefalinas y endorfinas, que provocan una sensación de bienestar al modificar a ciertos receptores para el dolor.

La salud depende de la alegría de vivir.

Esto nos hace participes y responsables de nuestra actividad interna, de nuestros pensamientos y emociones y como ya vemos hasta de nuestro sistema inmunológico.
Así que ¡a reír se ha dicho!
Salud y felicidad para todos.