lunes, 24 de febrero de 2014

La trampa de la individualidad


“¿Cómo puedo satisfacer mis propias expectativas? ¿Cómo puedo desplegar lo mejor de mi mismo? Ser una gran persona, tener todo lo que desee. Quisiera que mi individualidad brille como un sol, porque siento la gloria de la creación en mí y me creo capaz de hacer grandes cosas y triunfar en lo que me proponga. Quisiera ser alguien original, único, fuerte, una fuente de la cual fluye el conocimiento. Siento que hay algo genial dentro de mí. ¿Cómo puedo desarrollarlo?”

Con estas palabras apasionadas, el joven aprendiz, se dirigió al viejo maestro.

“Has hecho una pregunta universal”, fue la respuesta del sabio. “Tu deseo es un impulso instintivo para que pueda expresarse tu creatividad y esto le ocurre a todos los seres humanos normalmente ambiciosos desde la antigüedad. Algo en su interior que busca manifestarse y que la mayoría de las personas ignora o no logra realizar.”


Esta búsqueda de poder es la búsqueda incesante del ser humano, su más grande anhelo. Es la base de todos los caminos espirituales y de conocimiento, de todos los logros y todas las relaciones humanas. Es la fuerza motivadora que te mantiene moviendo hacia adelante, empujándote siempre a subir la montaña de la vida y tratar de llegar a la cima.

Esto es lo que se conoce como autorrealización: encontrar y hacer crecer tu poder personal.

El poder personal se desarrolla a partir del vacío y del silencio interior

La gran mayoría de las personas que buscan ese poder cometen el error de buscar para ellas mismas en una sola dirección, olvidando que hay dos.

Aquel que finalmente ha tenido éxito en el encuentro de esta joya preciosa que se haya en su interior, en su propio ser, lo hace tan sólo aprendiendo como perderlo.

Si quieres tener éxito debes conocer el fracaso

Un principio fundamental de la naturaleza exige que hay que aprender a perder la vida con el fin de encontrarla y valorarla, o aprender a desatar y dejar en libertad con el fin de poseer o aprender a dar con el fin de tener la posibilidad de tomar.

Si cometes el error de buscar la grandeza en la dirección de tu ego, en lugar de equilibrar esta búsqueda mediante el movimiento en la dirección opuesta, es decir hacia la conciencia universal que vive en todos los seres, jamás podrás encontrarla.

Ocuparse demasiado de uno mismo produce fatiga y debilidad. Una persona en esa posición está ciega y sorda a todo lo demás. La fatiga misma le impide ver las maravillas que la rodean.

No puedes hacerte grande multiplicándote a ti mismo para ti mismo. Debes dividirte a ti mismo y repartirlo en los demás seres a través de servicios y experiencias.

“Si abres las manos puedes poseerlo todo pero si las cierras obtendrás solo lo que quepa en ellas”.
A continuación, tendrás lo que diste multiplicado por mil.

En otras palabras, si quieres ser alguien raro y precioso, debes aprender a cambiar por completo cualquier idea de grandeza por humildad. No se puede llegar a ser grande por la acumulación de grandeza. La grandeza nace de la humildad.

En lugar de contemplar la grandeza de tu individualidad, mejor contempla la insignificancia  de tu individualidad en el universo.

Todo efecto en la naturaleza nace de su opuesto complementario y nunca de sí mismo

Este principio es universal y por tanto se aplica a todos los seres y a todas las cosas.

Reflexiona sobre esto.

Todo en este universo comparte la misma naturaleza

Los polos son solo extremos de la misma cosa que se ha separado con el fin de moverse. Entre los extremos hay grados y variaciones. De ahí la multiplicidad de la vida.

Por ejemplo: el calor y el frío son extremos de la misma cosa.

El calor se acumula multiplicando frío. El frío se condensa dividiendo el calor.
El calor es frío multiplicado y el frío es calor dividido. Otro ejemplo: un alto potencial eléctrico se manifiesta aumentando o multiplicando el bajo potencial, pero si luego lo divides, disminuye y se transforma otra vez en bajo.

El poder, ya sea físico o espiritual, es debilidad multiplicada.

La sabiduría y la ignorancia comparten la misma esencia

Ambas son extremos de la misma cosa.

Si quieres acortar el viaje por delante, debes alargar la distancia detrás.
Para poder saltar debes primero agacharte.

La concentración surge de la dispersión. Para enfocar en un punto multiplicado (concentrado) debes recoger de una zona dividida (dispersa).

El agua que bebes también te bebe a ti

El fruto del árbol toma forma y crece a partir de su amplio entorno, por que la fruta no podría hacerlo por si misma ya que no existe por si misma. Dicho de otra manera, su forma concentrada es el producto (multiplicación) de su entorno dividido: luz, agua, diversos elementos dispersos de la naturaleza, etc.
La fruta luego debe ser dividida (desintegrada) antes de que pueda tomar forma de nuevo.

Sin desintegración no puede haber integración

Reflexiona, ¿De donde provenimos? ¿Cómo haces para crecer y formarte dentro de un útero si no traes
ningún componente propio? ¿Quién eras antes de nacer?

La semilla contiene la idea y el plano, es decir, toda la información y la energía potencial para desarrollar una forma, pero sus componentes no son propios, los toma (concentra, multiplica, ordena) del universo entero donde están dispersos y desordenados.

La inspiración concentra, ordena, llena, promueve la aparición.
La exhalación dispersa, desordena, vacía, promueve la desaparición.

Toda forma que aparece en el universo debe desaparecer para poder volver a repetirse

Sino largas el aire, si no exhalas, si no abandonas, no puedes vivir.
Si no te vacías, ¿Cómo quieres llenarte?

Debes aprender la lección de la naturaleza y aplicarla a tu propia vida, a tu auto- multiplicación, a tu autorrealización.

Tus logros no están en ti. Fluyen a través de ti desde el universo

Por lo tanto, tienes que abrirte al universo e invitar a su flujo de energía a que pase a través tuyo.

A continuación, puedes reunir este poder en un punto dentro de ti y crear así, desde este “punto cero”, una nueva forma de pensar. Este centro de equilibrio, es el punto donde convergen todas las fuerzas o vectores.

Tú, por ti mismo, no eres el poder ni tampoco los logros. No eres más que el punto de enfoque de la energía, el intérprete de una expresión universal, un vehículo de experiencias, el punto de apoyo para la expresión creativa de la conciencia.

Para que tu Ser se exprese mediante el éxito, debes ser un foco del Universo, o sea, un atractor de luz, de energía, de información. 

Debes permitir que el orden cósmico se exprese a través tuyo

La puerta giratoria es tu corazón.

Cualquier cosa puede ser un camino. Existen una multitud de caminos. Por eso hay que tener presente que un camino es sólo un camino; si uno siente que no debería seguirlo, no debe permanecer en él bajo ninguna circunstancia, pero la decisión de mantenerse en ese camino o de abandonarlo debe estar libre de miedo o ambición.
Hay una pregunta que debes hacerte: ¿Tiene corazón este camino?
Todos los caminos son lo mismo: no llevan a ninguna parte. Sin embargo, un camino sin corazón nunca es agradable y si no es agradable e interesante, se vuelve pesado y aburrido.

Tienes que aprender a generar tu Luz desde la oscuridad, al igual que la Naturaleza crea sus estrellas a partir del oscuro y frío espacio. La Naturaleza nos dice estas cosas claramente, pero hay pocos que paran la máquina y se detienen a mirar y a escuchar su enseñanza sin palabras.

En este mundo, los individuos más grandes son los más universales y los más humildes.

Sin embargo esta humildad no es la humildad del mendigo. No significa que tengas que humillarte y bajar la cabeza ante nadie y tampoco permitir que nadie se humille ante ti.

El mendigo enseguida muestra su miseria, se arrodilla y se arrastra por el suelo ante cualquiera que considere más importante o superior a él, pero también exige que alguien aún más inferior haga lo mismo con él.

El sabio es alguien que descubre que su poder no está en la generación de lo que él tiene sino en la regeneración de la que él da.

El tonto cree que puede generar su poder mediante la generación y la acumulación de sí mismo y por eso disfraza su fracaso con la arrogancia y la importancia personal.

La grandeza no es la acentuación de uno mismo, sino de todos los Seres que fluyen a través de uno mismo

Por lo tanto no busques realizarte ni expresarte solo a través de tu Yo, porque encontrarás muy poco para expresar y seguramente será una mala copia de alguna otra cosa.

Pero si pierdes tu Ser en el universo entero, tendrás todo el universo que fluye a través tuyo buscando expresarse.

El poder personal es el menos personal de los poderes y el más grande, porque su fuerza no es propia ni para si mismo.

La realización de tu vida individual es la realización del universo entero

Desde el punto de vista del Creador, la individualidad no existe.

Si caes en la trampa del individualismo, no solo estarás cortado del resto de los seres sino también del flujo de energía e información universal disponible para aquellos que deciden conectarse a la fuente original.

¿Y como se hace?

Muy simple. Stop. Para de correr, apaga el motor, gira la vista hacia tu interior y dejate llevar por la corriente cósmica a la cual tú verdadero ser nunca dejó de estar conectado.
Te sorprenderás de las maravillas y el conocimiento a los que puedes acceder.


No tengas miedo ni dudes, porque esa baja energía no te permitirá llegar muy lejos, y es una lástima porque te pierdes lo mejor de ti mismo y de los demás.

Es como el que se gana un viaje fabuloso en un crucero de lujo y se la pasa durmiendo o enfermo.

Si te olvidas de ti mismo sabrás quien eres y todo el universo lo sabrá también

Negarse a sí mismo es un don que uno ofrece. Dar con algún propósito u objetivo, nos hace creer que estamos haciendo algo valioso y que somos generosos, cuando de hecho sólo estamos fijos dentro de nosotros mismos. Es otra forma solapada de importancia personal.

La Naturaleza es abundante y generosa, da sin pedir o esperar algo a cambio.

No hay partes separadas en este universo de amor y luz

La individualidad solo puede existir al servicio de la totalidad y la totalidad debe respetar y proteger esa individualidad, porque ambas son expresiones de una única realidad.

Observa a la naturaleza, obsérvate a ti mismo y verás que no hay diferencias.



lunes, 17 de febrero de 2014

Pensamiento creativo

Crear es producir o manifestar algo de la nada, pero también significa realizar algo partiendo de las propias capacidades.
Crear es imaginar.


Toda creación comienza con una idea

La idea es siempre la causa. La causa es inmóvil, es eterna.
El pensamiento es el efecto. El efecto es movimiento, es fugaz.

El universo es una creación espiritual

Cada cosa creada es un reflejo o una extensión de la mente que la creó.

Cada creación es un acto espiritual, cada cosa que se crea es una creación de la mente. La mente es lo único que hay. Es la causa original y la sustancia de todo lo que existe.

Cada creación manifiesta o refleja la idea o la imaginación del creador, y esto es válido para cualquier creación en el universo, ya sea un cuanto de energía, una célula, una canción, un ladrillo o una galaxia.

La mente no es el reflejo pero el reflejo es la mente

Un antiguo poema Zen dice:

“Cuando te miras en un espejo,
Forma y reflejo están frente a frente,
Tú no eres el reflejo,
Pero el reflejo es tú”.


Cualquier cosa creada contiene en su esencia la mente que le dio forma e impulso. La creación no es la idea, solo la expresa, existe únicamente como creación de la mente.

La mente que se mueve se conoce como pensamiento

Pensar por sí solo no es pensamiento creativo. 
Para poder crear, la mente debe actuar. Aplicar, mediante la energía, la idea o imaginación y plasmarla en el mundo físico.

Si la Mente Universal se hubiera limitado solo a imaginar, nuestro universo de forma y movimiento nunca hubiera existido. No hubiera sido creado. Estaría limitado solamente a la idea de sí mismo, a su imaginación, pero sin forma y vacío.

El universo creado es el resultado del pensamiento y de la acción equilibrada


El Creador del universo puede hacer sólo dos cosas: pensar y actuar

Para poder expresar su idea debe moverse, actuar, tiene que salir de la inercia y romper el equilibrio.

La esencia es equilibrio.
La manifestación es desequilibrio.
La idea es equilibrio.
La creación es desequilibrio.

El estado de equilibrio es inmóvil. Cero. Para poder manifestarse debe moverse, abandonar su punto de reposo, así comienza a oscilar.

Este movimiento corresponde a cargas o polos que se separan y vuelven a unirse, invirtiendo rítmicamente su polaridad, vibrando a velocidades cada vez más altas (de acuerdo a la intensidad del deseo y a la complejidad de la idea), lo que genera en la única sustancia del universo: la mente o conciencia, un aumento en su densidad, yendo desde el éter sutil hasta la materia sólida.

La ciencia a medida que trata de comprender y evoluciona, cambia sus teorías y amplia sus descripciones acerca del universo: espuma cuántica, supercuerdas, partículas virtuales, quarks, fotones, electrones, átomos, moléculas, etc. Pero estas no son más que interpretaciones humanas relativas intentando demostrar leyes absolutas de la naturaleza. 

Estas descripciones son relativas porque solo describen el efecto, que se manifiesta como forma, color y movimiento, dentro de la estrecha banda de percepción que nuestros sentidos logran captar.



Esta falsa objetividad (léase: “ver para creer”), es la causa de tantos malos entendidos y errores de la ciencia y la cultura materialista.

Solo se puede comprender el universo creado si se comprenden las maneras de su creador, y el Creador solo hace dos cosas: pensar y actuar.

Por lo tanto un ser humano, siendo su conciencia una extensión de la mente del Creador, también puede hacer dos cosas: pensar y actuar

Su universo de cosas creadas, personas y situaciones es un desequilibrio en si mismo, es un reflejo del espíritu inmóvil, de su imaginación. Es el efecto.

La ignorancia de una persona consiste en desconocer su esencia eterna e inmóvil y su poder personal

Nuestro ser expresa una idea superior y por eso se dice que estamos siendo creados.
Basta con considerar que más del 95% de nuestra conciencia permanece oculta, no es consciente, nuestra pobre experiencia consciente que es el 5% restante, en el mejor de los casos, es simplemente emergente, es el resultado de procesos no conscientes. Es el efecto, es la reacción. Por eso es un error identificarse con esta actividad fugaz y relativa de la mente.

El poder personal significa pensar y actuar a la manera del universo

Y para esto hay que conocer sus maneras. Conocerse a si mismo, es conocer las maneras del universo y las leyes naturales, porque también somos una creación, somos la naturaleza y compartimos la misma y única esencia con todo lo creado.

Las creaciones de la naturaleza son infalibles porque nacen del equilibrio de poder entre sus dos principios creadores, o sea, pensamiento y acción. 



Las creaciones de los seres humanos son falibles y esto se debe a la falta de capacidad para equilibrar sus pensamiento con sus acciones. 




La naturaleza es absoluta

Las leyes de la naturaleza surgen del desequilibrio. Sin desequilibrio no hay movimiento ni forma.
Para poder manifestarse, el principio creador debe romper su equilibrio

Sin desequilibro no hay movimiento

Cada creación que se manifiesta en el universo existe (se forma) fiel a la idea original. 
Las aspiraciones y conceptos del ser humano rara vez pueden ser fieles a la idea original. 
Sus pensamientos y acciones rara vez se equilibran. 

Cuando una persona que concibe una gran idea puede equilibrar el poder de ese pensamiento con una serie igualmente equilibrada de acciones, que logren materializar esa idea, es considerado por todos los demás como un genio.

El éxito de esa persona radica en su capacidad relativa para plasmar de la forma más fiel una idea absoluta.

El pensamiento creativo es aquel que logra manifestar la idea original mediante la creación de una forma.

Cuanto mayor sea la capacidad de una persona para expresarse creativamente, manifestando los principios universales que fluyen a través de ella, mayor será su poder. 
La fuerza creadora universal, manifestada por medio de principios o leyes naturales, debe ser el modelo para el ser humano, su guía y su objetivo.

La información es energía
El conocimiento es poder
La creatividad es acción

El conocimiento de sí mismo no es poder, tampoco la capacidad de generar grandes pensamientos constituyen tu poder personal, porque pensar sin la acción no crea nada
Ninguna idea puede ser manifestada.
El pensador no ha demostrado su creatividad hasta que no ha actuado para que se manifieste la forma concebida en su imaginación.

Pensar sin imágenes de acción, es como tratar de anudarse los cordones del calzado solo con la mente, se parece más a la imaginación del tonto. 


Un soñador o un visionario que no actúa para dar forma a sus sueños y visiones no expresa su poder. Es impotente, a pesar de que su inspiración sea la más poderosa jamás concebida por una mente humana. Son ideas vacías. No le sirven para nada a los demás ni a si mismo, aunque su éxtasis interior le haga sentirse como un dios.

Por otra parte, y por la misma razón, la acción sin pensamiento no constituye poder

Solo a través de la acción no se crea nada

A través de la acción sin imaginación, las cosas creadas por otros no son más que repeticiones. Son acciones expresadas sobre los cimientos de las creaciones de otras personas.
Las personas que actúan sin pensar, no son los creadores, son la mano de obra
Los obreros son seguidores de líderes que crean. En cierto sentido, son como extensiones físicas de la mente de su líder. 

Desde este punto de vista podemos clasificar básicamente a los humanos en dos grupos:
Los que crean y los que siguen (a los que crean), o sea, los que piensan y lideran por un lado y la mano de obra por el otro.

Algunos son más dotados para pensar y otros para actuar, actualmente hay un tercer grupo en crecimiento aparente: los que no saben hacer nada excepto seguir y repetir.

Pero están aquellos que equilibran su mente con sus acciones y se liberan del yugo y las limitaciones impuestas por otros y por su propio ego.

Pensar es una actividad de la mente y actuar es dominio del cuerpo

La mente del sabio tiene como fuente de inspiración a la mente del Creador (la mente universal, la conciencia cósmica, Dios...), de la cual este universo creado debe su existencia y su saber. 

Para la mente del pensador no hay limitaciones porque la mente es infinita.

La mente del seguidor o repetidor está atada a su cuerpo, por lo tanto sus limitaciones son las limitaciones de los sentidos y de la realidad material a la cual está confinado. 
El seguidor o mano de obra, se resiste al cambio, porque solo está capacitado para repetir las cosas como son, no puede pensar ni actuar por si mismo.


El sabio no tiene miedo a nada, está por encima del miedo
El seguidor teme todo. Su objetividad engendra en él miedo a todo

La esencia eterna del ser humano, su centro inmóvil, es el reino de Dios, la luz quieta y silenciosa en torno a la cual emergen vibrando múltiples luces y campos de energía enroscados que usualmente llamamos "persona". 



No existe una expresión de poder allí, en absoluto, con excepción del poder expresado en la materia misma, hasta que esa persona “despierta” al conocimiento, es decir, comienza a pensar por si misma y a saber. A partir de ese momento puede expresar y desarrollar su poder personal y expandir su conciencia, sus habilidades y su capacidad de adaptación.

El único poder que tiene un ser humano está en su conocimiento. Y todo ello se expresa solamente por su pensamiento. Sin embargo, el trabajo debe ser realizado con el fin de expresar el poder.

La materialización en el plano físico es el resultado de la acción

Pero el poder que expresamos no está en el cuerpo. El poder que expresamos se encuentra en la raíz, en nuestra esencia sutil e invisible, en el punto cero, inmóvil y silencioso en nuestro interior, donde se origina la luz, el movimiento y todas las cosas. 

En ese punto de apoyo inmóvil está todo el poder. 



La acción que se extiende desde este estado de equilibrio, es la expresión del verdadero poder y es lo que llamamos Creación.




sábado, 8 de febrero de 2014

Despierta tu genio


A finales del siglo 19 y comienzos del 20 florecían la ciencia y las artes, hubo una gran cantidad de genios como PlanckTesla, Russell, Keely, Cayce y el mismo Einstein, Heisenberg o Schroedinger entre otros físicos destacados. 

Nikola Tesla
Walter Russell
En esa época había disponible una educación más amplia y profunda y menos trabas del sistema. La ciencia en sus albores no estaba sujeta a intereses corporativos ni comprometida en el desarrollo tecnológico casi exclusivamente como lo es hoy en día.

La gente realmente buscaba sobresalir, aprender y experimentar. No había tanta prisa ni la multitud de estímulos superfluos que hay actualmente. La sociedad no estaba organizada en función del consumo y la acumulación de bienes. La confianza y la responsabilidad eran valores fundamentales. Los individuos aprendían a aspirar a sus más grandes ideales, desarrollando ideas y herramientas para alcanzar ese objetivo.

Y si bien la mentalidad en muchos aspectos era más estrecha que hoy en día (la época victoriana, la moral, los valores tradicionales, la Iglesia, etc), en otros, se gozaba de libertad de pensamiento e ideales.

La perseverancia en la realización de ideales y metas elevadas lleva inevitablemente al logro y lo conduce a uno a un nuevo nivel de conciencia 

La aspiración última de un ser humano es la auto-realización, es decir, el logro de la conciencia cósmica, la iluminación o simplemente despertar del sueño ilusorio tejido por el propio intelecto o ego.

Estos estados superiores de la mente son lo que han mostrado y enseñado todos los verdaderos maestros espirituales a lo largo de la historia. Es por esto que el propósito o ideal superior es elevar a la humanidad mediante la elevación de la persona.

Cada persona puede tener acceso al más alto nivel de conciencia

Lamentablemente nos manejamos con los niveles más bajos de conciencia en nuestra experiencia diaria, ya que resonamos constantemente con frecuencias bajas y nocivas que desorganizan y paralizan nuestros sistemas fundamentales y distorsionan nuestra percepción.


Controla el celular y las radiaciones nocivas

¿Quieres saber lo que significa estar despierto o estar dormido? Ya tienes ese conocimiento. Es muy simple, se trata de aceptar lo que eres en verdad (lo que has sido y lo que siempre serás).
Y obviamente no hay nada que hacer para lograr esto, excepto creer, porque ya tienes esa naturaleza. Ya eres eso.
Así que cualquier cosa que hagas o inventes para conocerte a ti mismo, es un proceso que tiene solo un objetivo, hacerte creer lo que en verdad ya sabes y permitirte manifestar lo que en esencia ya eres.

Los genios del pasado son considerados grandes a causa de sus logros. Estos logros se realizaron debido a la habilidad de acceder a los niveles más altos de su conciencia. Este “poder personal” o mayor capacidad de acceso a la conciencia cósmica, puede ser aprendido y desarrollado por cualquiera que lo desee suficientemente como para involucrarse con dedicación y persistencia.

Una vez que se trascienden los límites del nivel consciente, es decir, del intelecto, el ego o yo individual; la conciencia se expande naturalmente. “Expandirse” es una manera figurativa de expresarlo, más bien es una unificación o resonancia de la vibración de los planos inferiores con los superiores, desde el nivel físico hasta el éter sutil.

Este estado de unificación o resonancia genera una condición de equilibrio y coherencia en el cuerpo y en los campos de energía,  lo que permite un mayor acceso a información y eficacia en el procesamiento de la misma.

En principio, no hay nada en el mundo que el más grande genio pueda hacer que tú no puedas 

Tienes la misma herencia y compartes la misma información, además estás hecho de la misma sustancia y con el  mismo molde.

Para que tu genio se manifieste, primero debes ser consciente de ello, es decir, asumir que ya tienes esa capacidad y que solo debes desarrollarla. Es una especie de fe, de confianza implícita en si mismo. Este movimiento sutil y armonioso de la conciencia permite el acceso a información contenida en el inconsciente y en los planos sutiles (registros akáshicos).

El impulso para este movimiento lo da la energía del corazón. Por eso creer es fundamental. La intención o propósito es determinante.
El movimiento del corazón es doble, es una bomba, se expande y se contrae; en una parte del ciclo se llena de energía (luz y sangre), se organiza y autoreferencia. En la otra fase expulsa su contenido y se vacía para nutrir y comunicar el cuerpo entero, su radiación expansiva afecta al éter (campos, espacio) y por ende a los demás en virtud del entrelazamiento cuántico.

Si no te tomas en serio este asunto es porque aún no te has descubierto a ti mismo ni percibes tu naturaleza.

La vida es un viaje de conocimiento

La verdadera riqueza es el maravilloso descubrimiento de tu Ser, el poder cósmico que se encuentra dentro de ti y el conocimiento ilimitado, que sin saberlo tienes, y que nunca podrías adquirir ni por medio de libros ni estudiando en universidades durante un millar de años. No es algo que venga de afuera ni que se consiga con sudor y lágrimas. Eso un malentendido.

Ya eres un ser luminoso.

Despierta tu conciencia cósmica

La conciencia cósmica es un modo transpersonal de conciencia, es decir, es la mente que trasciende los límites de la percepción ordinaria basada en los sentidos y en la actividad de la corteza frontal.
Es la conciencia de la mente universal y la meta es volverse uno con ella.

La característica principal de la conciencia cósmica es la conciencia de la vida y del orden en el universo.
Hay vida en cada cosa creada, en cada partícula, en el espacio, en el aire que respiras.
Todo está vivo porque todo es conciencia.

La sustancia del universo es la conciencia. El universo físico es vibración. Lo que vibra es el movimiento de la mente, que es luz y que utiliza la electricidad para cristalizarse (materializarse).


Si comprendes esto es porque tu conciencia individual comienza a resonar con la conciencia universal. No es que sea algo diferente, es una cuestión de sintonía, como una antena que emite y recibe y que además puede almacenar información y energía.

No se trata de un estado mental alterado, por el contrario, es una condición superior del ser.

La conciencia cósmica lleva al equilibrio y al orden en el sistema.

Este estado de coherencia aporta:

-Comprensión intuitiva. Clarividencia.
-Compasión y sentido moral.
-Ausencia del sentimiento de culpa y pecado. Autoconfianza.
-Iluminación intelectual y sabiduría (el estado de coherencia permite el acceso a un mayor caudal de información, potenciando el procesamiento de la misma)
-Sentido de inmortalidad, y comprensión profunda de la naturaleza de la vida.
-Sin miedo al cambio ni a la muerte.

Este estado de conciencia es la siguiente etapa en la evolución humana.

Cada partícula que forma tu cuerpo contiene la misma información que todo el universo y puedes tener acceso a ella instantáneamente. Es un proceso natural, es tu esencia divina.

Es suficiente con apagar un momento la radio cotidiana y girar la mirada hacia tu propio ser, enderezar la espalda y trascender el ruido y las influencias externas.

Cuesta asumir nuestra naturaleza cósmica porque estamos domesticados o hipnotizados a creer otra cosa, a percibirnos de una manera falsa y a renunciar a nuestro poder personal que nos permite crear nuestra propia vida y sabiduría.

Si la mayoría de los seres humanos permanecen ignorantes del poder de sus mentes se debe a la falta de pensamiento crítico y a estar programados, por la educación y los medios de comunicación, a creer ciegamente en la realidad creada por el sistema y a aceptar la mentira y las verdades ajenas.

Para desarrollar tu poder personal y expresar tu ser en plenitud necesitas que tu cuerpo y tu mente se unifiquen: es decir que los diferentes planos que componen tu ser vibren en armonía. En principio es muy simple, ya que comparten la misma esencia. El cuerpo y la mente son expresiones del mismo espíritu.
Pero en la práctica es difícil debido a la falta de una verdadera educación, a los malos hábitos, bloqueos y carencias, y a la cantidad de programas nocivos que son instalados desde la niñez, como el miedo, la falta de confianza en si mismo y el egoísmo.

Para volver al equilibrio y cultivar tu poder es necesaria una disciplina, ejecitarte constantemente, con alegría determinación. Encontrar un camino conveniente y seguirlo con corazón.
Esa es la clave.
De esta manera comenzarás a escuchar en tu interior la voz de la conciencia que se expresa como conocimiento, intuición, deseo de aprender y comunicar, propósito.

Este conocimiento es real, proviene directo de la fuente, no es pensamiento cerebral reactivo, ni intelecto, es sabiduría intuitiva, es acción y no reacción, es la conciencia pura y original, nuestra esencia inmóvil, que busca manifestarse y aprender.

Reactiva tu vínculo con el espíritu

Cuando estas demasiado ocupado con las cosas materiales y no te queda tiempo para escuchar esa voz ni para unificarte en silencio con tu espíritu, te encadenas a las emociones de tu cuerpo y a las demandas del mundo físico y te transformas en un prisionero de tus propios miedos y prejuicios. Te vuelves adicto a tu forma de vida y a tu visión material de las cosas y terminas esclavizado por ellas.

En el momento que calmas los pensamientos y cesas la actividad de tu ego, empiezas a escuchar tu voz interior, en ese momento, comienzas a ser libre de la esclavitud del cuerpo y de los programas mentales adictivos y parásitos.

Tu mente se vuelve cósmica

Luego esa información debe fluir, enriqueciendo nuestra vida cotidiana y el entorno, es la fase de la experiencia, de la creatividad, del movimiento expansivo y luminoso.

Así puede surgir el genio, y despertar otros genios, y mutuamente, aprender y seguir evolucionando.

Esta es la naturaleza del genio, servir de vehículo para que se exprese el espíritu de la manera más bella y creativa para beneficio de todos.