citoesqueleto
La conciencia necesita del universo físico para manifestarse, o mejor dicho, el universo físico es una materialización de la conciencia.
La tubulina puede sufrir varios tipos de cambios en su forma.
Las transiciones conformacionales en las que las proteínas se
mueven o se pliegan y sobre las cuales depende su función en general, ocurren en el orden de
los nanosegundos (10-9 s) a 10 picosegundos (10-11 s) en
la
escala de tiempo. 1 nanosegundo es la mil millonésima parte de 1 segundo. Se mueve rápido, no?
Tubulina
Estos sistemas de partículas, que en la diminuta escala subatómica se encuentran en superposición y coherencia cuántica, no se manifiestan hasta que se separan y se "reducen" o colapsan en una realidad "particular" y determinada.
Una partícula de conocimiento que representa un instante de conciencia o evento consciente.
Una partícula de conocimiento que representa un instante de conciencia o evento consciente.
Los patrones de conformación de la tubulina en los microtúbulos representan información.
A medida que la conciencia se expande, el cerebro evoluciona,
cambia, se reconfigura.
Mencionamos
la computación cuántica y un montón de conceptos científicos, pero esta es solo
una descripción "objetiva" - y por lo tanto incompleta-, de la experiencia consciente, le falta el componente
fundamental que es la experiencia subjetiva en si misma.
Es la conciencia la que le da sentido a las cosas y la materia le sirve de instrumento y vehículo.
Es la conciencia la que le da sentido a las cosas y la materia le sirve de instrumento y vehículo.
Por
otra parte es muy probable que los microtúbulos
en el cerebro, no eviten completamente la decoherencia ambiental, de manera que
los procesos preconscientes pueden estar influenciados por el
entorno. Con lo que se puede concluir que el pensamiento consciente es el resultado
de un collage de información y emerge
(un instante después) bajo la forma de experiencia individual.
El cerebro hábilmente proyecta una imagen coherente y unificada que permite la adaptación al medio y la supervivencia. Aunque siempre con un poco de retraso. Lo que aparece como conciencia del "ahora" ya fue gestionado antes en los niveles subconscientes. Nuestro inatrapable presente generalmente es una reverberación del pasado.
El espejo de la sabiduría
El espejo de la sabiduría
La
conciencia aprende de si misma, pero necesita de un espejo para poder
observarse. El espejo somos nosotros. Cada uno es vehículo de esta experiencia única e irrepetible.
Cuando la partícula comprende que también es una onda interconectada de múltiples posibilidades y que está entrelazada con todo lo que existe, aumentan su inteligencia y sus posibilidades y ya no se hace tantas ilusiones sobre si misma.
Cuando la partícula comprende que también es una onda interconectada de múltiples posibilidades y que está entrelazada con todo lo que existe, aumentan su inteligencia y sus posibilidades y ya no se hace tantas ilusiones sobre si misma.
Cuando te miras en un espejo, forma y reflejo están frente a frente,
tu no eres el reflejo, pero el reflejo eres tu
(maestro Tozan 807-869)
(maestro Tozan 807-869)
Para
que un evento atraviese el umbral de
la conciencia hacen falta un número determinado de tubulinas, estas luego activarán a otras de la red en
una verdadera reacción en cadena. Es decir, hace falta una cantidad suficiente de
energía E para que la conciencia se "particularice" en un estado determinado. A mayor energía E, menor tiempo T para la aparición del fenómeno consciente, de acuerdo a la fórmula:
E = h/T
Donde h es la constante de Planck, que es una constante
física que
representa al cuanto elemental de acción.
Es la relación entre la cantidad de energía y de frecuencia asociadas a un cuanto o a una partícula.
El valor de la
constante de Planck es: 6,6260 x 10-34 J/s
Esto
tiene varias implicancias:
1)
Cuanto mayor es el estímulo que registran los sentidos,
mayor número de neuronas (masa=energía E)
serán activadas, disminuyendo el tiempo T de procesamiento de la información en el subconsciente,
con lo que se incrementará el número de reducciones o eventos conscientes, y también en
consecuencia, la actividad perceptual y el flujo de pensamientos.
Esto
se ve en la sociedad actual, donde hay una sobrecarga sostenida de estímulos
(visuales, auditivos, olfativos, corporales, mentales, etc,) que producen una
hiperactividad de los microtúbulos neuronales, fundamentalmente de las áreas
corticales del hemisferio izquierdo, sede de la palabra y del pensamiento
conceptual y dualista. Esta hiperestimulación disminuye el umbral para los eventos conscientes ,
de manera que el consciente está activo todo el tiempo, por lo que se generan con
más facilidad pensamientos desordenados y fragmentados, incrementándose los errores de juicio, el gasto metabólico y la fatiga mental.
2)
A menor estimulación perceptual, menor cantidad de neuronas son activadas (disminuye el movimiento de masa/energía E en los microtúbulos), por lo
tanto hay un mayor tiempo T hasta la aparición del pensamiento, se registra una menor actividad consciente, por lo tanto el flujo del
pensamiento disminuye, y se vuelve coherente y ordenado, elevándose el umbral para la
experiencia consciente. Se desfragmenta la información.
Es
el caso de la meditación. Durante zazen
se reducen los estímulos exteriores, los sentidos reposan, las ondas cerebrales
se vuelven más lentas, regulares y el flujo del pensamiento decrece. La mente se calma y el cerebro puede equilibrar su actividad.
De esta manera surge un pensamiento ecuánime, que es equilibrado por que incluye al no pensamiento y amplio porque es el resultado de la actividad sincrónica y simultánea de diversas áreas del cerebro. Es un tipo de pensamiento muy lúcido que surge de lo profundidad de los niveles no conscientes, pero no viene ni va a ninguna parte. No es el resultado de una secuencia de ideas arbitrarias ni el efecto de una serie de causalidades (como lo es el pensamiento consciente ordinario). Es absoluto. Aparece cuando la conciencia individual se funde con la conciencia universal, pero no completamente, de manera que aún puede tener conciencia de la experiencia.
De esta manera surge un pensamiento ecuánime, que es equilibrado por que incluye al no pensamiento y amplio porque es el resultado de la actividad sincrónica y simultánea de diversas áreas del cerebro. Es un tipo de pensamiento muy lúcido que surge de lo profundidad de los niveles no conscientes, pero no viene ni va a ninguna parte. No es el resultado de una secuencia de ideas arbitrarias ni el efecto de una serie de causalidades (como lo es el pensamiento consciente ordinario). Es absoluto. Aparece cuando la conciencia individual se funde con la conciencia universal, pero no completamente, de manera que aún puede tener conciencia de la experiencia.
Hay otra cuestión interesante. ¿Cómo puede la coherencia cuántica
en los microtúbulos estar aislada
del entrelazamiento (entanglement) con el medio ambiente?
Por
otro lado, los sistemas cuánticos aislados que evitan la decoherencia ambiental, por
ejemplo en el cerebro, al final colapsan ya que fácilmente atraviesan este umbral crítico debido a una característica intrínseca de la geometría del espacio-tiempo fundamental, que a
este nivel es muy inestable.
Es la propia naturaleza de la conciencia la que provoca el colapso y la experiencia consciente.
La conciencia busca manifestarse.
La conciencia busca manifestarse.
El sustrato de tal transformación es la información.
El movimiento del espíritu
Esta danza de polaridades y fuerzas opuestas que se complementan podemos reproducirla en todos los planos y escalas de la existencia. Este movimiento es causal, regido por la causa y el efecto, pero también es acausal, aleatorio e indeterminado, sin corresponderse con una causa determinada.
En el nivel cuántico, la naturaleza entabla una danza abstracta. Todas las partículas y cuantos elementales de energía, es decir, los ladrillos de la realidad, se pueden dividir en dos grupos según el tipo de danza que realizan.
Los electrones, protones, neutrones y neutrinos, junto con otras partículas, forman un grupo y efectúan una danza asimétrica: la danza de los fermiones, mientras el otro grupo, formado por fotones (cuantos de luz) y otros bosones, mantienen una danza simétrica: la danza de los bosones.
En el primer caso, la naturaleza de este movimiento o danza abstracta tiene el efecto de mantener las partículas, por ejemplo electrones, con la misma energía siempre y apartadas las unas de las otras. "Dos electrones en la corteza de un átomo no pueden tener al mismo tiempo los mismos números cuánticos", es decir, el mismo estado cuántico de partícula individual. Esta característica es descrita por el principio de exclusión de Pauli.
Sin embargo, esta exclusión de partículas de su espacio de energía no es el resultado de ninguna fuerza que actúe entre ellas ni es un acto de causalidad, sino que se origina en la asimetría del movimiento abstracto de las partículas como conjunto. Por lo tanto, el patrón fundamental de la danza entera ejerce un profundo efecto sobre el comportamiento de exclusión, lo que provoca que los electrones en un átomo se amontonen en una serie de niveles o capas de energía y hace que un átomo sea químicamente distinguible de otro.
Es este principio de exclusión lo que le da sus características a la materia y provoca la riqueza química de la naturaleza y, sin esta asimetría no existiríamos ni habría un plano físico y el universo entero tendría una simetría monótona.
En cambio, la danza simétrica de los bosones es lo que permite que la información viaje de un lado al otro. Los fotones no tienen masa y una multitud de ellos pueden permanecer superpuestos en en el mismo estado cuántico, es lo que se llama coherencia cuántica: las partículas renuncian a su individualidad pero no pierden su información.
Esta danza geométrica característica es lo que origina la luz coherente del láser, al igual que los superfluidos y los superconductores.
Los fotones son portadores de información y son los responsables de producir todos los campos eléctricos y magnéticos, y a su vez son el resultado de que las leyes físicas tengan cierta simetría en todos los puntos del espacio-tiempo.
También esta simetría y coherencia de los fotones es la que permite que cada célula pueda tener unas 100.000 reacciones químicas por segundo y que el cerebro pueda simultáneamente procesar e integrar información de áreas alejadas.
Existe un patrón fundamental abstracto que se oculta debajo de la superficie de la materia y que determina su comportamiento de un modo acausal.
Cada evento consciente resulta de una fase de computación cuántica aislada, relacionada con procesos preconscientes implícitos, que culminan en la reducción instantánea correspondiente con una conciencia discreta del "ahora", o sea, del momento presente.
La
onda de múltiples posibilidades no manifestadas colapsa en un evento consciente. Se genera el
proceso cognitivo, que se expande en el cerebro de manera global y sincrónica
como un flujo de conocimiento.
Cada
uno de estos acontecimientos selecciona las configuraciones propias
(particulares), en la diminuta escala de Planck (10-34 cm), de la geometría del espacio-tiempo
de la experiencia, y determina el movimiento y la configuración de las proteínas en los microtúbulos, que a su vez regularán la dinámica de las neuronas y
sus conexiones.
Esta característica dinámica del cerebro explica la plasticidad neuronal.
La
conciencia en su nivel más fundamental elige una geometría particular del espacio-tiempo que se corresponderá con
una experiencia consciente.
Finalmente, la experiencia consciente es un proceso no computable, esto implica un proceso no algorítmico que no es ni determinista ni al azar, es decir, la elección del estado resultante no es ni completamente causal ni tampoco aleatoria, porque hay un elemento no computable integrado en la estructura del espacio-tiempo. ¡La conciencia misma!.
Finalmente, la experiencia consciente es un proceso no computable, esto implica un proceso no algorítmico que no es ni determinista ni al azar, es decir, la elección del estado resultante no es ni completamente causal ni tampoco aleatoria, porque hay un elemento no computable integrado en la estructura del espacio-tiempo. ¡La conciencia misma!.
El universo entero es conciencia viva y respira, se expande y se contrae, alternando forma y vacío, materia y energía, aparición y desaparición.
Las partículas conocen este lenguaje.
Despertar a la condición normal del cuerpo y del espíritu es el resultado del autoconocimiento.
En este nivel de realidad consciente, nos movemos de un pasado determinado y conocido hacia un futuro indefinido.
El futuro presenta siempre una multitud de posibilidades. A mayor desorden (entropía) más información disponible.
Lo mejor está por venir.
Solo hay que saber elegir y aprender la danza de la conciencia.
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