sábado, 23 de noviembre de 2013

Errores fundamentales de la ciencia 2


Acerca de la energía

El hecho de no reconocer que este cuerpo universal de materia vibrante ha sido creado para algún poder fuera de él, condujo a la ciencia a la conclusión que la energía que creó a la materia está dentro de ella.

Más equivocado aún es el concepto de que las formas de energía, como el calor o la radiación, son una condición de la materia, lo que ha llevado a otro error de concepción como que el universo se está enfriando de a poco y desaparecerá cuando la energía térmica se agote. Pero no pueden explicar aun que pasa entonces con la información y la energía, ¿se pierden? 
Sin embargo esto contradice las leyes de conservación de la física, unos de los pilares conceptuales de la ciencia.

De acuerdo a la teoría oficial, a partir de la gran explosión o Big Bang, el universo se mueve en una sola dirección, expandiéndose y enfriándose hasta extinguirse, efectuando los intercambios de energía solo en una dirección, de caliente a frío y de ordenado a desordenado, es decir, las cosas tienden naturalmente al desorden.
Es erróneo considerar solo este concepto. 


Las leyes de la Termodinámica están construidas sobre esta base obviamente errónea y además solo son aplicables a sistemas macroscópicos, como si la naturaleza hiciera diferencias entre lo grande y lo pequeño o entre sistemas abiertos o cerrados.

Esto es lo que dice la Academia:
"Es importante remarcar que los principios o leyes de la termodinámica son válidos siempre para los sistemas macroscópicos, pero inaplicables a nivel microscópico. La idea del demonio de Maxwell ayuda a comprender los límites de la segunda ley de la termodinámica jugando con las propiedades microscópicas de las partículas que componen un gas."

Por otra parte lo que es microscópico para un ser humano puede ser macroscópico para una bacteria.

Y si bien es cierto, por una parte, que el universo evoluciona hacia el desorden, por otra parte mantiene el orden en los seres vivos: los genes y la transmisión de información inalterable de generación en generación es la prueba.
La vida no sería posible sin esta tendencia al orden.

Nuestro cuerpo es especialista en mantener el orden a nivel molecular. Lo hace exportando desorden (información y energía de sus procesos) y aumentando en consecuencia la entropía  del medio, a esto Schrödinger le llama orden a partir del desorden, y de aquí surge el concepto de neguentropía
La molécula del ADN tiene una conformación de cuasicristal, lo que le permite mantener la información genética ordenada y coherente por larguisimos períodos de tiempo, esto es orden a partir del orden.

Patrón de difracción de electrones en un cuasicristal icosaédrico de Ho-Mg-Zn (holmio-magnesio-zinc) 

molécula de ADN

La vanidad del conocimiento

Incluso los científicos aparentemente más “inteligentes” han siempre olvidado el carácter cíclico de cualquier creación en el universo, incluido el universo mismo.
Y esto es porque no han aprendido a observar a la naturaleza y por ende a si mismos.
Deberían salir más de sus laboratorios y escritorios y mirar el universo con ojos de niños, quizás así tendrían una mínima oportunidad de comprender de que se trata. Y, además de aprender de la fuente misma, se divertirían.



Todo lo que registran nuestros sentidos es movimiento, ya sea la luz visible, la materia o cualquier otra creación. Todo lo que se mueve busca su reposo, la vuelta al punto de origen. El movimiento genera tensión, cuanto más se aleje el movimiento de su punto de inicio mayor será la tensión y mayor la fuerza que tire (o más bien empuje) hacia el reposo. Como un elástico.


Pero para estirar un elástico es necesario que otra fuerza se oponga simultáneamente.
Los músculos del cuerpo son otro buen ejemplo. Si queremos tomar un objeto que está sobre la mesa, habrá músculos que efectúen y favorezcan el movimiento de estirar el brazo y cerrar la mano (músculos agonistas y sinergistas), pero habrá otros que al mismo tiempo se opongan (antagonistas), sino la mano saldría impulsada hacía adelante y nosotros detrás de ella y además, no podríamos ni siquiera apuntar al objeto.

Todo movimiento es relativo porque posee su contraparte invisible, su opuesto sin el cual no podría existir. Lo que la ciencia considera “objetivo”, “comprobable” o “verificable mediante el método científico”, no es más que el registro de la actividad, que es fugaz y transitoria. 
Es la mitad del ciclo.
Solo consideran el reflejo y no la fuente del mismo.

Es obvio, la raíz nunca se muestra, no es registrable por los sentidos.
Pero que no se pueda registrar y reproducir, de acuerdo a sus métodos, no significa que no exista.
Siguiendo esta metodología, que concuerda con una forma de pensar y de ver la vida, le falta la imagen completa del fenómeno que intentan describir.
Carecen de panorama general (big picture).

Los físicos nos cuentan acerca de partículas en movimiento, transformaciones y equivalencias entre la materia y la energía, ondas, vibración, incluso las modernas teorías como las supercuerdas describen un universo vibrante.


Pero falta la pregunta básica: si algo vibra, ¿Qué es lo que vibra? ¿Qué lo hizo vibrar? ¿Quién le dio el impulso inicial?

Esto no entra en la ecuación, así que ya podemos considerar a todas sus explicaciones incompletas, lo que se conoce como “teorías cojas”.
Si hubiera juegos olímpicos de conocimiento, la ciencia actual competiría en los “paraolímpicos”.

No obstante, con premisas falsas y tendenciosas, a la ciencia dominante le alcanza para controlar la salud, la cultura y la tecnología de esta época.
Mucha pretensión y alcance para alguien que ve poco y cojea.

No solo eso, ya comprobamos en que se utilizan muchos de los avances de la ciencia.






Desde hace siglos que nos hemos acostumbrado a la idea que vivimos en un universo mecánico, de partes separadas, sin vida y hostil.

Gracias a Newton y otros “medio genios” (medio porque solo han considerado una mitad del fenómeno que intentaban describir), el universo y todo lo que habita en él, pasó a considerarse como un mecanismo de relojería.


El inconveniente con esta manera de ver las cosas, es que un reloj no piensa ni siente y funciona mientras tenga batería o le den cuerda. Pero nuevamente han omitido preguntar, ¿quién le da cuerda al reloj? ¿Quién cargó la batería por primera vez? (si es que hubo una primera vez), y si no hubo una primera vez (lo cual es evidente), toda la estructura académica imaginaria se derrumba.

Con sus teorías y matemáticas complejas lo único que hace la ciencia es contarnos sobre el reloj, pero ni mención del relojero, menos aún de la esencia, el propósito y las posibilidades de ese reloj.

Muy simple:
El relojero es el Creador, la esencia de su creación es precisamente su Mente, el propósito es manifestar en el plano físico su Imaginación y las posibilidades de su creación, son infinitas.



Y debido a que no consideran este hecho tan claro, es que fallan en sus descripciones sobre el átomo, la materia, la energía, el espacio, la gravedad y el electromagnetismo.
Lo única cosa que hacen los científicos es registrar las interacciones entre las cosas, pero no comprenden el significado ni el propósito de ellas.

El universo y todo lo que existe es una creación del Espíritu, la Mente única, la Conciencia, Dios o como prefieran llamarlo (una vez que se comprende la esencia los nombres no importan).


El universo en movimiento es tan eterno como su Creador.



continúa...



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