sábado, 30 de noviembre de 2013

Errores fundamentales de la ciencia 4


Acerca de la gravedad

La ciencia todavía no comprende lo que es la gravedad.

Isaac Newton la describe como una fuerza atractiva entre dos cuerpos y postula además que es una acción a distancia

Esta propiedad implica que para cada instante de tiempo las fuerzas sobre una partícula concreta debida a otras partículas depende de las posiciones de esas otras partículas en el mismo instante, como si la fuerza "se transmitiera instantáneamente" o existiera una "acción a distancia" por parte de las otras partículas.

Luego vino Einstein que postuló la teoría de la relatividad general, según la cual la gravedad no es una fuerza de atracción, sino una manifestación de la distorsión de la geometría del espacio-tiempo bajo la influencia de los objetos que lo ocupan.

De acuerdo a esta teoría no existe tal cosa como una “acción a distancia”, esto se debe al carácter relativo del tiempo. 

La explicación académica es la siguiente: 
"El carácter relativo del tiempo medido por distintos observadores en diferentes estados de movimiento, implica que no puede existir un valor objetivo del instante de tiempo para todos los eventos, que a su vez sea válida para todos los observadores. 
Esa dificultad implica que no es posible expresar la fuerza en términos sólo de las posiciones de las partículas en un instante, porque esas posiciones y el propio instante son relativos a cada observador. Si tiene que existir una descripción válida para todos los observadores y por tanto covariante entonces esta descripción no puede basarse sólo en la posición en cada instante de las partículas, y por tanto, no puede ser válida una teoría con acción a distancia."

Esta teoría también describe la presencia de ondas gravitacionales, que serían fluctuaciones generadas en la curvatura del espacio-tiempo que se propagan como ondas. La radiación gravitacional se genera cuando dichas ondas son emitidas por ciertos objetos o por sistemas de objetos que gravitan entre sí. Aunque todavía no se han comprobado.

Como veremos más adelante esto es un sinsentido académico, ya que la gravedad no es una fuerza expansiva y mucho menos una radiación. La gravedad no se propaga, solo la radiación lo hace.

La física relativista dista de ser un campo en que reine el consenso académico y las discusiones todavía van para largo en muchos de sus puntos más importantes.

Sin embargo se gastan cifras astronómicas y se justifican inversiones millonarias en esta búsqueda inútil. Actualmente existen diferentes proyectos de observación de ondas gravitacionales, como LIGO (Estados Unidos), TAMA 300 (Japón), GEO 600 (Alemania y Reino Unido), o VIRGO (Francia e Italia). Los más pesimistas consideran que la detección real de ondas gravitacionales sólo podrá ser realizada desde el espacio. Una misión espacial denominada LISA se encuentra en fase de estudio para constituir el primer observatorio espacial de ondas gravitacionales y podría estar operativo alrededor del 2020.


En la búsqueda de conocimiento es un error alejarse de si mismo o sacrificar vidas y destruir las cosas para poder comprender.
La verdad fundamental es muy simple, está siempre muy cerca y te une inevitablemente con el espíritu. Cada partícula que forma tu cuerpo contiene toda la información y la expresa todo el tiempo

Por otra parte, las teorías científicas más modernas tratan de hacer una descripción cuántica de la gravedad. Todos los intentos por crear una teoría física que satisfaga simultáneamente los principios cuánticos y a grandes escalas coincida con la teoría de Einstein de la gravitación, han encontrado grandes dificultades.

En la actualidad existen algunos enfoques variados como la Gravedad cuántica de bucles, la teoría de supercuerdas o la teoría de twistores, pero ninguno de ellos es un modelo completo que pueda suministrar predicciones suficientemente precisas.

Otro punto difícil para la ciencia, es que de acuerdo con los principios cuánticos, el campo gravitatorio debería manifestarse en "cuantos" o partículas bosónicas transmisoras de la influencia gravitatoria.
La Academia manifiesta al respecto: “Dadas las características del campo gravitatorio, la supuesta partícula que transmitiría la interacción gravitatoria, llamada provisionalmente gravitón, debería ser una partícula sin masa (o con una masa extremadamente pequeña). Sin embargo, los experimentos de detección de ondas gravitatorias todavía no han encontrado evidencia de la existencia del gravitón, por lo que de momento no es más que una conjetura física que podría no corresponderse con la realidad.”

Tenemos una física para las cosas grandes y otra para las cosas microscópicas, y ambas no se concilian, describen universos diferentes. Sin embargo, hay científicos que ganan premios y prestigio con sus teorías descolgadas y antinaturales.


Increíblemente parecen desconocer que todo movimiento es un continuo viaje de ida y vuelta entre dos destinos.
Se trata del movimiento pendular de una onda que se mueve en forma de espiral, que va desde la contracción de la materia en el vértice de la espiral hasta la expansión del espacio en la base de la misma.

original de W. Russell
Un destino es la punta del cono en espiral, que es un centro de gravedad incandescente. En este punto el movimiento se detiene y revierte su dirección hacia el otro destino que es la base del cono, que rodea un centro de radiación vacío y frío. Aquí el movimiento cambia nuevamente y de centrífugo se vuelve centrípeto.



El movimiento centrípeto genera materia y el movimiento centrífugo genera espacio.


Este movimiento alternante es el latido del universo, su respiración. Carga, descarga y recarga, así perpetuamente. No hay nada en este universo que vaya en una sola dirección. Todo movimiento tiene su opuesto complementario del cual surge y en el cual se vacía.

El origen de este movimiento es la mente pensante del Creador.

El pensamiento es electricidad, cargas en movimiento. Su única función es dividir el equilibrio estático del punto cero en 2 polos opuestos, para producir mediante el desequilibrio movimiento y forma.

Este pensamiento eléctrico pulsante manifiesta en ondas de movimiento el deseo de crear o de plasmar una idea. Estas ondas de pensamiento vibran constantemente entre dos polos: concentración y dispersión.
Estas condiciones opuestas generan las presiones que permiten la compresión y expansión con las que se crean cuerpos sólidos rodeados de espacio gaseoso.

En cada pulsación se invierte la polaridad revirtiendo el proceso.

No se puede describir la gravedad sin tener en cuenta su opuesto complementario: la radiación.

Millones de personas han visto caer manzanas, pero solo fue Newton el que se preguntó porqué cae, pero le falto la otra pregunta fundamental para completar el ciclo: ¿como hizo la manzana para subir ahí arriba? Si hay una fuerza que la impulsa hacia abajo debería haber otra fuerza que la lleve hacia arriba.
Si se hubiera quedado más tiempo observando esa manzana, el genial Newton habría tenido la otra mitad de la respuesta.


La manzana no cae al suelo atraída por una fuerza ajena a ella, sino que al ser un cuerpo polarizado (cargado eléctricamente), busca las zonas de mayor potencial, cumpliendo el principio de la naturaleza según el cual los iguales se atraen.

Cuando llega a su madurez, que es el momento de máxima polarización, la manzana cae para desintegrarse (despolarizarse) dejando su semilla, la cual contiene la esencia y toda la información de la manzana. Luego a partir de esta información crece el árbol, polarizándose y generando (irradiando) nuevas manzanas. 

La manzana visible que cae tiene su contra parte en la manzana invisible que asciende con el árbol.
La manzana visible está cargada (polarizada), tiene forma, es materia, por lo tanto buscará iguales presiones y caerá hacia la tierra.
La manzana invisible no tiene carga ni forma, es espacio, por lo tanto buscará iguales volúmenes y ascenderá hacia el cielo.


Por medio de la gravedad, la materia aumenta su presión y busca entonces iguales condiciones, condensando en forma radial hacia el interior.
Por medio de la radiación, la materia pierde carga y presión e irradiando hacia el exterior busca iguales condiciones.

La leyde Coulomb que postula que las cargas de signo contrario se atraen, es un malentendido
No hay nada en la naturaleza que manifieste esto. 
Solo los iguales se atraen
Lo que se interpreta como atracción entre signos opuestos es simplemente que uno se vacía en el otro.

Los gases se elevan buscando otros gases. Los líquidos y sólidos caen buscando otros líquidos y sólidos.
Si los polos opuestos de un imán de barra se atraen como se postula, se juntarían en el medio y no tirarían de los extremos como lo hacen.
Si la ley de Coulomb fuera cierta no sería posible juntar un solo gramo de ningún elemento de la naturaleza.

La teoría del Big Bang parece muy seria y aparatosa, pero no tiene sentido, le falta su contra parte. Lo que llaman singularidad es simplemente el vértice de la espiral, donde el movimiento revierte su polaridad y dirección. 
Para que algo se expanda, debe tener un opuesto que se contraiga simultáneamente.

Imagínate alguien que infla un globo: la expansión del globo es proporcional a la contracción de los pulmones.


Algunos científicos solo ven cosas que explotan y partes separadas por todos lados, y en base a estos datos erróneos elaboran cálculos complicados, abstracciones, descripciones parciales y tendenciosas de las cosas (algunas incluso traída de los pelos). Pero es solo un espejismo, literalmente hablando, porque solo valoran lo que se mueve, lo que informan sus sentidos y eso ya en si mismo es limitado y estrecho.

Los astrofísicos tienen ecuaciones que describen lo que hace la gravedad y una historia hipergeométrica sin sentido acerca de un espacio curvado por la presencia de la materia.

No hay una sola idea que preste atención al problema más básico, Si la materia vibra ¿Qué es lo que vibra? Está claro que no puede ser materia, por otra parte ¿quién le da el impulso inicial? ¿Quién o qué hace que vibre?
Tampoco reflexionan verdaderamente cómo produce la materia los efectos de masa y de gravedad ni comprenden lo que es el magnetismo.

La Física describe al universo visible mediante la gravedad y el espacio curvado por la materia. Sin embargo los científicos dejan de lado la estructura eléctrica de la materia y la naturaleza de la fuerza eléctrica, que es de 39 órdenes de magnitud más fuerte que la gravedad.


El espacio no es un medio en el que se propagan las ondas o un campo con cualidades particulares, sino que es la contra parte de la materia, su signo opuesto y complementario.

La materia se vacía en el espacio. El espacio se condensa en la materia.
Esta es la forma correcta de entender al universo.

Mientras la ciencia continúe aferrándose a conceptos falsos, nunca comprenderá lo que es la gravedad, el electromagnetismo o cualquier otro fenómeno, ni tampoco podrá describir completamente al universo ni al ser humano como una parte de él.

continúa...



martes, 26 de noviembre de 2013

Errores fundamentales de la ciencia 3


Acerca de la materia

Otro error fundamental es considerar sólida a la materia, es decir, como algo concreto, una entidad con sustancia propia, poseedora de energía y otras cualidades intrínsecas.


Sin considerar la verdadera naturaleza de cualquier creación en el mundo físico, ni mucho menos a su Creador ni su método.

La confusión proviene de la ignorancia acerca de cual es la sustancia de la materia.

La materia, al igual que cualquier otro producto, expresa la idea y la intención de su creador. Es el resultado final de un proceso que comenzó de cero en la mente del creador.
(nota: se dice creador pero podría ser "creadora", de hecho, en muchas culturas es así. El principio creador no tiene sexo, es unidad).

Todo lo que existe, incluida la materia, es movimiento y todo lo que se mueve es electricidad, o sea, cargas en movimiento.



La materia eléctrica es simplemente un espejo que refleja cualidades que existen fuera de sí misma, simulando que esas cualidades están dentro de sí misma.

Ninguna partícula que forme cuerpos materiales se mueve por si sola. Es la conciencia la que causa el movimiento.

El universo material es una creación del espíritu.

La mente se extiende eléctricamente en los cuerpos. De esta forma los anima.



El poder de atracción y repulsión que la ciencia atribuye erróneamente a la materia, corresponde simplemente a los efectos de la electricidad realizando su único trabajo, el cual consiste en dividir un estado de equilibrio en dos condiciones opuestas y complementarias, que se separan extendiéndose para formar dos polos separados por un ecuador.

Sin desequilibrio no hay movimiento.

La fuerza que controla esta dinámica es el magnetismo.
La luz en reposo del magnetismo controla el movimiento de las dos luces eléctricamente condicionadas o polos, que son la materia y el espacio.
La naturaleza crea cuerpos polarizando una condición de equilibrio. La naturaleza destruye los cuerpo despolarizándolos. La naturaleza repite los cuerpos anulando su polaridad a través del intercambio entre sus condiciones opuestas. Todos los cuerpos se extienden infinitamente. (original de Walter Russell)

Las cargas separadas desde su punto cero de equilibrio van a tratar siempre de regresar a este.
El espacio y la materia (campos y partículas) van unidos en un sistema vivo. El avance de uno depende de la reacción del otro.
La materia representa el polo positivo (cargado) y el espacio el negativo (descargado), pero ambos alternan en forma cíclica sus polaridades.

La materia se disuelve en el espacio.
El espacio se condensa en la materia.

Carga, descarga y recarga, en ciclos sin fin.
Esta alternancia rítmica de polaridades representa el pulso y la respiración del universo y de cada creación.
Sin este vaivén cósmico entre opuestos complementarios no sería posible la vida.

Pero aunque la materia física y el espacio vacío parezcan diferentes, tal como lo informan nuestros sentidos ordinarios, los dos comparten la misma esencia y tienen el mismo potencial. La diferencia es que la materia guarda carga a mayor presión y en menor volumen, mientras que el espacio tiene su potencial diseminado en su mayor volumen pero a menor presión.

Todos los cuerpos son dos, no uno. Cada cuerpo creado en el universo tiene dos mitades, una visible y otra invisible. La parte invisible es miles de veces más grande que la visible. En realidad es un solo cuerpo que está dividido en dos condiciones opuestas, las cuales están obligadas a intercambiar continuamente sus polaridades en ciclos de aparición, desaparición y reaparición.

Esta dinámica es la que confunde nuestros sentidos creando la ilusión de solidez, de diferencias y de separación donde en realidad solo hay movimiento, y esta ilusión hace que nos identifiquemos con nuestro cuerpo visible y no con nuestra parte invisible, es decir, creemos en la materia pero no en el espacio que nos rodea. 
Damos por sentado que nuestros límites son los límites del cuerpo y que más allá de su superficie, no hay nada. 

Debemos considerar esto como un error de percepción. 

Los límites del cuerpo físico forman el ecuador que divide las dos polaridades o condiciones opuestas que forman la totalidad del ser. El ser visible es una materialización momentánea del ser invisible. Una proyección de dimensiones superiores.
El ser visible se mueve entre los límites de la realidad física 3D, pero la contraparte invisible es no localizada y multidimensional.


Las dos contrapartes: espacio y materia
La separación de cargas genera electricidad, movimiento y tensión.  La vuelta a cero del magnetismo es la relajación de esta tensión. El deseo de reposo.

La materia es vibración, o sea, movimiento.
El movimiento es cambio, o sea, apariencia,
La apariencia es ilusión porque no tiene sustancia propia.
La materia no posee sustancia propia.

Los sentidos del ser humano son engañados por las ilusiones de la apariencia, lo que hace que saque conclusiones equivocadas acerca de la sustancia de la materia y del mundo físico.

Lo que nuestros sentidos nos dicen que es “sólido” y real no es más que luz polarizada creando una imagen densa y persistente (por un rato).
Las formas aparentemente sólidas son un marco de referencia, son vehículos de experiencias. Hacen posible la manifestación de la conciencia, que no tiene forma y es no localizada.

La materia es luz condensada.

Los científicos saben que todos los seres vivos están hechos de luz: las plantas la reciben del sol y la convierten en vida y sustancia, los animales comen estas plantas verdes y así incorporan luz, los seres humanos comemos estas plantas y animales y así el ciclo continúa.

La luz es la base fundamental de la vida. 
Estamos hechos de luz que ha sido compactada en materia viva. Además, los biólogos han descubierto que todas las células vivas emiten luz (biofotones) espontáneamente.

Se trata de una luminiscencia de origen biológico que se distingue de la radiación producida por las reacciones químicas y los mecanismos enzimáticos relacionados,  por presentar una magnitud o intensidad ultra-débil (del inglés, ultra-weak spontaneous photon emission, o a veces, de forma más simple, ultra-weak photon emission). 

El biofísico Fritz-Albert Popp identificó a esta radiación de biofotones mediante la intensidad de su emisión en la superficie de los tejidos vivientes, que es del orden de 10 a 1000 fotones por centímetro cuadrado y por segundo.

Sin esta radiación espontánea ultradébil no sería posible la vida.
La fuente de esta emisión de biofotones es el ADN en el interior de las células. 
Así comunican las células entre ellas y con el medio.



Este tipo de comunicación es responsable de la formación de tejidos y órganos,  porque las células utilizan esta forma de comunicación también para crear estas fuerzas que las atraerán entre sí o para decirse que es lo que tienen que hacer. 
La información se expresa de esta manera.

Dentro de una misma célula se tienen que producir cerca de 1000 reacciones químicas por segundo. Estas reacciones e incluso la información acerca del lugar y del momento exacto en que se han de producir, se llevan a cabo mediante unos pocos biofotones, que se encuentran en estado de coherencia, y como son coherentes pueden provocar mejores interferencias para transmitir una cantidad enorme de información.

Como se ve, con solo unos pocos biofotones se producen efectos cuánticos fundamentales para mantener y desarrollar la vida (superposición, superconductividad, procesamiento en paralelo de la información, etc).
Lo que produce esta luz natural es una radiación coherente. Y la radiación provoca que las interferencias en el espacio que existe entre las células sean mayores, las células utilizan las interferencias como una forma de comunicación. 

patrón de interferencia de ondas
La luz que emiten las diferentes células, interfieren y hacen que las interferencias sean mayores entre las ondas emitidas. Las amplitudes de los campos eléctricos provocan principalmente interferencias destructivas, así que la radiación entre los sistemas, en este caso las células, desaparece, mientras que por otro lado, la intensidad dentro de los sistemas es mayor porque se tiene que conservar la energía. Esta es la forma de comunicación entre las células. 
Todas las células se comunican con patrones ondulatorios específicos. 

Cada grupo celular, tejido u órgano presenta patrones específicos, si las células son idénticas, resuenan con una vibración determinada y se dice que tienen el mismo patrón de frecuencia o interferencia. Esta también es una forma de identificación entre las células: cancelar la luz entre ellas es la mejor manera que tienen para comunicarse porque crean algo así como un canal, o una zona de quietud, de modo que cuando aparece cualquier pequeña variación en el medio la perciben inmediatamente como una señal entre ellas. 

Esta es otra manifestación de nuestra naturaleza lumínica.

Cuanto mayor es el nivel de vibración de un cuerpo físico mayor será su luminiscencia, o sea, la luz que irradie.
El amor y la ausencia de miedo aumentan la frecuencia de vibración a nivel celular y del ADN, provocando una expansión del cuerpo de energía y de los campos de información.

El miedo hace lo opuesto: retrae, limita, desintegra y oscurece.
El miedo provoca pérdida de la bioluminiscencia, de la coherencia y del orden molecular.
El amor y el no miedo te acercan a la luz y a la vida, generando una realidad luminosa y llena de posibilidades.

El miedo te conecta con la oscuridad y la muerte, y la realidad que crea es sombría, poco feliz y sin posibilidades (excepto huir, esconderse o pelear). Gastando cantidades enormes de recursos (energéticos y físicos) para tratar de mantener la coherencia y el orden en el sistema.

La materia es simplemente el instrumento de los deseos de la mente. Es un espejo en el que se refleja el espíritu.


Hasta que no te deshagas de todos los conceptos que tienes sobre tu cuerpo físico y tu realidad material, gastarás inútilmente tu limitada y preciosa energía vital y tu tiempo en esta tierra, tratando de aferrarte a un espejismo (que puede resultar muy doloroso) y a falsas ideas sobre la salud, la felicidad y acerca de ti mismo.

Vivimos en un universo hecho de luz. La materia y todo lo que existe es luz. La luz brota en cada punto del espacio. Es un universo de abundancia. No hay escasez de materia, es una mentira consensuada y aceptada por todos.

Lo que abunda en nuestra sociedad moderna es el miedo y la falta de libertad en la mayoría de las personas.

Pero también abundan la información y las posibilidades. Vivimos en una época de expansión de la conciencia, la velocidad con la que se realizan los cambios es cada vez mayor.

Es suficiente con apagar el motor un rato y dirigir la mirada hacía tu propio ser y podrás ver de que estás hecho verdaderamente.

La luz que emana de este descubrimiento no solo te iluminará a ti sino también al universo entero.

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sábado, 23 de noviembre de 2013

Errores fundamentales de la ciencia 2


Acerca de la energía

El hecho de no reconocer que este cuerpo universal de materia vibrante ha sido creado para algún poder fuera de él, condujo a la ciencia a la conclusión que la energía que creó a la materia está dentro de ella.

Más equivocado aún es el concepto de que las formas de energía, como el calor o la radiación, son una condición de la materia, lo que ha llevado a otro error de concepción como que el universo se está enfriando de a poco y desaparecerá cuando la energía térmica se agote. Pero no pueden explicar aun que pasa entonces con la información y la energía, ¿se pierden? 
Sin embargo esto contradice las leyes de conservación de la física, unos de los pilares conceptuales de la ciencia.

De acuerdo a la teoría oficial, a partir de la gran explosión o Big Bang, el universo se mueve en una sola dirección, expandiéndose y enfriándose hasta extinguirse, efectuando los intercambios de energía solo en una dirección, de caliente a frío y de ordenado a desordenado, es decir, las cosas tienden naturalmente al desorden.
Es erróneo considerar solo este concepto. 


Las leyes de la Termodinámica están construidas sobre esta base obviamente errónea y además solo son aplicables a sistemas macroscópicos, como si la naturaleza hiciera diferencias entre lo grande y lo pequeño o entre sistemas abiertos o cerrados.

Esto es lo que dice la Academia:
"Es importante remarcar que los principios o leyes de la termodinámica son válidos siempre para los sistemas macroscópicos, pero inaplicables a nivel microscópico. La idea del demonio de Maxwell ayuda a comprender los límites de la segunda ley de la termodinámica jugando con las propiedades microscópicas de las partículas que componen un gas."

Por otra parte lo que es microscópico para un ser humano puede ser macroscópico para una bacteria.

Y si bien es cierto, por una parte, que el universo evoluciona hacia el desorden, por otra parte mantiene el orden en los seres vivos: los genes y la transmisión de información inalterable de generación en generación es la prueba.
La vida no sería posible sin esta tendencia al orden.

Nuestro cuerpo es especialista en mantener el orden a nivel molecular. Lo hace exportando desorden (información y energía de sus procesos) y aumentando en consecuencia la entropía  del medio, a esto Schrödinger le llama orden a partir del desorden, y de aquí surge el concepto de neguentropía
La molécula del ADN tiene una conformación de cuasicristal, lo que le permite mantener la información genética ordenada y coherente por larguisimos períodos de tiempo, esto es orden a partir del orden.

Patrón de difracción de electrones en un cuasicristal icosaédrico de Ho-Mg-Zn (holmio-magnesio-zinc) 

molécula de ADN

La vanidad del conocimiento

Incluso los científicos aparentemente más “inteligentes” han siempre olvidado el carácter cíclico de cualquier creación en el universo, incluido el universo mismo.
Y esto es porque no han aprendido a observar a la naturaleza y por ende a si mismos.
Deberían salir más de sus laboratorios y escritorios y mirar el universo con ojos de niños, quizás así tendrían una mínima oportunidad de comprender de que se trata. Y, además de aprender de la fuente misma, se divertirían.



Todo lo que registran nuestros sentidos es movimiento, ya sea la luz visible, la materia o cualquier otra creación. Todo lo que se mueve busca su reposo, la vuelta al punto de origen. El movimiento genera tensión, cuanto más se aleje el movimiento de su punto de inicio mayor será la tensión y mayor la fuerza que tire (o más bien empuje) hacia el reposo. Como un elástico.


Pero para estirar un elástico es necesario que otra fuerza se oponga simultáneamente.
Los músculos del cuerpo son otro buen ejemplo. Si queremos tomar un objeto que está sobre la mesa, habrá músculos que efectúen y favorezcan el movimiento de estirar el brazo y cerrar la mano (músculos agonistas y sinergistas), pero habrá otros que al mismo tiempo se opongan (antagonistas), sino la mano saldría impulsada hacía adelante y nosotros detrás de ella y además, no podríamos ni siquiera apuntar al objeto.

Todo movimiento es relativo porque posee su contraparte invisible, su opuesto sin el cual no podría existir. Lo que la ciencia considera “objetivo”, “comprobable” o “verificable mediante el método científico”, no es más que el registro de la actividad, que es fugaz y transitoria. 
Es la mitad del ciclo.
Solo consideran el reflejo y no la fuente del mismo.

Es obvio, la raíz nunca se muestra, no es registrable por los sentidos.
Pero que no se pueda registrar y reproducir, de acuerdo a sus métodos, no significa que no exista.
Siguiendo esta metodología, que concuerda con una forma de pensar y de ver la vida, le falta la imagen completa del fenómeno que intentan describir.
Carecen de panorama general (big picture).

Los físicos nos cuentan acerca de partículas en movimiento, transformaciones y equivalencias entre la materia y la energía, ondas, vibración, incluso las modernas teorías como las supercuerdas describen un universo vibrante.


Pero falta la pregunta básica: si algo vibra, ¿Qué es lo que vibra? ¿Qué lo hizo vibrar? ¿Quién le dio el impulso inicial?

Esto no entra en la ecuación, así que ya podemos considerar a todas sus explicaciones incompletas, lo que se conoce como “teorías cojas”.
Si hubiera juegos olímpicos de conocimiento, la ciencia actual competiría en los “paraolímpicos”.

No obstante, con premisas falsas y tendenciosas, a la ciencia dominante le alcanza para controlar la salud, la cultura y la tecnología de esta época.
Mucha pretensión y alcance para alguien que ve poco y cojea.

No solo eso, ya comprobamos en que se utilizan muchos de los avances de la ciencia.






Desde hace siglos que nos hemos acostumbrado a la idea que vivimos en un universo mecánico, de partes separadas, sin vida y hostil.

Gracias a Newton y otros “medio genios” (medio porque solo han considerado una mitad del fenómeno que intentaban describir), el universo y todo lo que habita en él, pasó a considerarse como un mecanismo de relojería.


El inconveniente con esta manera de ver las cosas, es que un reloj no piensa ni siente y funciona mientras tenga batería o le den cuerda. Pero nuevamente han omitido preguntar, ¿quién le da cuerda al reloj? ¿Quién cargó la batería por primera vez? (si es que hubo una primera vez), y si no hubo una primera vez (lo cual es evidente), toda la estructura académica imaginaria se derrumba.

Con sus teorías y matemáticas complejas lo único que hace la ciencia es contarnos sobre el reloj, pero ni mención del relojero, menos aún de la esencia, el propósito y las posibilidades de ese reloj.

Muy simple:
El relojero es el Creador, la esencia de su creación es precisamente su Mente, el propósito es manifestar en el plano físico su Imaginación y las posibilidades de su creación, son infinitas.



Y debido a que no consideran este hecho tan claro, es que fallan en sus descripciones sobre el átomo, la materia, la energía, el espacio, la gravedad y el electromagnetismo.
Lo única cosa que hacen los científicos es registrar las interacciones entre las cosas, pero no comprenden el significado ni el propósito de ellas.

El universo y todo lo que existe es una creación del Espíritu, la Mente única, la Conciencia, Dios o como prefieran llamarlo (una vez que se comprende la esencia los nombres no importan).


El universo en movimiento es tan eterno como su Creador.



continúa...



lunes, 18 de noviembre de 2013

Errores fundamentales de la ciencia 1


Las dos ilusiones fundamentales del ser humano son acerca del universo en el que vive y acerca de si mismo.

La ciencia se encuentra en un callejón sin salida. Esto no es nuevo, pero la crisis se viene agravando a la velocidad con la que avanza la tecnología y el consumo.

Este conflicto de la ciencia va a llevar, al igual que en el pasado, a un cambio de paradigma científico. De hecho esto ya viene ocurriendo, solo que se manifiesta en diferentes niveles y tiempos.

La diferencia con los tiempos pasados es que en la actualidad la ciencia y la tecnología, o sea ciencia y negocios, van de la mano, y aunque el peso de la evidencia en contra de un montón de modelos y puntos teóricos es abrumador, hay muchos intereses en juego y “dogmas” que la ciencia dominante se resiste a cambiar.


Esta afirmación parece increíble en esta era de nanotecnología y viajes al espacio, generada por la "realidad virtual" de los ordenadores y los “avances” de la ciencia aplicada a la tecnología.

Sin embargo, la ciencia se ha ido separando cada vez más del ser humano y de los principios fundamentales de la naturaleza.
Hoy en día, la estructura de la ciencia moderna se basa aún en teorías obsoletas y erróneas sobre la gravedad, el magnetismo, la estructura del átomo, y en las matemáticas de imaginarias partículas y energía descritas por la teoría cuántica, que nadie puede explicar y mucho menos demostrar.

En el mundo de las partículas subatómicas todo es borroso e impreciso. El Principio de indeterminación de Heisenberg  afirma que no se puede determinar, en términos de la física cuántica, simultáneamente y con precisión arbitraria, ciertos pares de variables físicas como son, por ejemplo, la posición y el momento lineal (o sea la cantidad de movimiento) de un objeto dado.

En el nivel microscópico de la realidad,  cuanta mayor certeza se busca en determinar la posición de una partícula, menos se conoce su cantidad de movimiento lineal y, por tanto, su velocidad. Este principio fue enunciado por Werner Heisenberg en 1925.
El principio de indeterminación no tiene un análogo en el mundo macroscópico y define una de las diferencias fundamentales entre la física clásica y la física cuántica.

En el macro nivel de los objetos visibles, de acuerdo a las leyes de la física todo está determinado, causa y efecto demostrados, independientemente del observador, ya sea una galaxia, una bala de cañón o un pedazo de cristal.

Pero en el mundo de las partículas subatómicas esto no es para nada así. De acuerdo a la mecánica cuántica las cosas no son algo concreto sino más bien representan posibilidades, según su nivel de energía y otras variables. El estado de una partícula depende de la mirada del observador. Las cosas desaparecen con la misma facilidad con las que aparecieron y además en otra parte.

Lo que es determinado y predecible en el nivel físico ordinario se vuelve caótico e impredecible en el nivel fundamental de la materia.

Esta discordancia antinatural entre ambos modelos, que finalmente no explica ni demuestra nada, es pasada por alto y parece conformar a una buena parte de la comunidad científica y a la mayoría de los espectadores.

"Lo que observamos no es la naturaleza en sí, sino la naturaleza expuesta a nuestro método de investigación." 
De vez en cuando, los científicos más sinceros admiten que no entienden fenómenos tan elementales como la masa, la gravedad, el electromagnetismo, los rayos, los agujeros negros e incluso el Sol.
Así que no es sorprendente que los planetas, estrellas, galaxias y otros objetos del espacio profundo que se están descubriendo "no deberían existir", además, según la versión académica, la mayor parte del universo visible parece ser una vasta masa en expansión, controlada por unas fuerzas misteriosas que decidieron llamar "materia oscura y energía oscura", a falta de un mejor nombre y con la necesidad de que cierren sus cálculos.

Cada día descubren nuevas partículas subatómicas, cuya existencia es tan efímera que las llaman “partículas virtuales”. Cada vez hay más partículas que no explican nada y solo sirven para justificar millonarias inversiones y premios para sus descubridores. Aunque si a cada uno de ellos le preguntas de que están hechas las partículas y de donde salen, te responderán con palabras y fórmulas embrolladas.
Seguramente si le preguntas a un niño de que están hechas las cosas, su respuesta será más clara y verdadera.


La mayoría de las veces para que cierren sus inexactas ecuaciones, los físicos inventan constantes o matemáticas hipercomplejas, que solo pueden entender unos pocos.
Pero siguen sin comprender la dinámica del universo y mucho menos su esencia.

En su papel como sistema de creencias dominante que tiene la ciencia “académica” actual, ahora se enfrenta a contradicciones sorprendentes con más frecuencia de lo que pueden ser ajustados sus dogmas intocables.

Y debido a que aún hay misterios fundamentales sin resolver, los premios Nobel son otorgados por descubrimientos de la física puramente imaginarios, o por las investigaciones de una biología basada todavía en las obsoletas y tendenciosas ideas de Darwin, o de medicina por descubrimientos que favorecen a la industria farmacológica pero no a la salud y bienestar del ser humano, o el premio de la paz al presidente del país más guerrero y violento del planeta.


Parece una burla o una maniobra a gran escala para mantener a la gente sometida en la ignorancia y el sufrimiento.



El carácter extraño, agresivo y contaminante de esta forma de ciencia antinatural, es el indicador de que estamos en un punto de inflexión nunca antes visto.

He aquí una breve descripción sobre los errores y malentendidos de la ciencia.


Acerca del Creador




El error principal de la ciencia consiste en excluir al Creador de su creación, ya que a partir de aquí han surgido todos los demás conceptos erróneos acerca de la luz, la energía, la gravedad, el electromagnetismo, la estructura del átomo y la materia.

"El primer sorbo de la copa de las ciencias naturales te convertirá en un ateo, pero en el fondo del vaso, Dios está esperando por ti".
Si los científicos supieran y aceptaran lo que es la luz en realidad, una nueva civilización surgiría solo de este simple hecho.

El error se basa en considerar a la luz como una partícula o una onda que viaja a la velocidad constante de 300.000 km/seg.
Cuando tiene forma de corpúsculo le llaman fotón, una partícula que no tiene masa y transmite información y energía. A pesar de esta evidencia, jamás la consideran transportadora de conciencia e inteligencia.

Para la ciencia la luz es un fenómeno físico y no una expresión de la conciencia.

La luz no viaja, de hecho, ni se mueve.  En esencia es unidad, una sola cosa, indivisa. Lo que se registra es simplemente el movimiento de su reflejo. Determinadas frecuencias que puede gestionar el cerebro, solo una ínfima parte, pero aún con esto, nos alcanza para crear un universo muy complejo de sonidos, colores y formas en movimiento y además tratamos de describirlo.

A medida que el ser humano evoluciona esta descripción va cambiando, pero sigue siendo lenguaje conceptual y por lo tanto limitado y condicionado. 

La ciencia experimental se basa en la información aportada por los órganos de los sentidos, y estos solo pueden captar lo que se mueve en un estrecho rango. Además, está la interpretación que hace el observadorla cual depende de múltiples factores entrelazados (educación, grado de comprensión, experiencias, el estado psicofísico, el medio, etc).

Todo muy relativo y tendencioso.


Únicamente consideran el aspecto visible o comprobable de la luz, su manifestación, es decir, su reflejo en movimiento, dejando de lado a su opuesto complementario, su compañera indispensable: la oscuridad.

La luz incandescente de los soles y la fría oscuridad del espacio son las dos contrapartes de la misma cosa. Ambas intercambian sus condiciones alternativamente. Una se convierte en la otra. A causa de esto hay movimiento y percepción, y se puede crear una realidad. Pero en esencia no tiene solidez, es solo movimiento, luz polarizada buscando su equilibrio.
Y si bien la luz es la luz y la oscuridad es la oscuridad, no podemos considerar la una sin la otra.



La ciencia excluye de sus descripciones al Creador debido a la creencia que ni dios ni la conciencia pueden ser demostrados en un laboratorio mediante la metodología científica.
Sin comprender que no existe la realidad objetiva, sin sujeto no hay realidad, sin conciencia no hay percepción. Cada experiencia consciente es la conciencia experimentándose a si misma.

La luz inmóvil que comúnmente llamamos magnetismo, es de hecho la luz invisible y viva con la cual el Creador controla su universo holográfico de reflejos en movimiento. No se trata de una fuerza separada, no existe nada separado en el universo. Solo hay una conciencia, solo una luz. 

El magnetismo representa el deseo de volver al reposo y a la unidad, luego de haber roto el equilibrio y separado las cargas o polos para producir movimiento y expresar así una idea. Solo la electricidad efectúa el trabajo. El magnetismo es  como el timón de un barco, no interviene en el movimiento pero si en la dirección de este. Es un control pasivo.

Esta luz quieta es equilibrio, es el espíritu, es la mente del Creador. El movimiento de la mente genera el movimiento de la luz, el movimiento luego buscará naturalmente el reposo y así en un ciclo sin fin.

Solo si aceptamos que somos parte de algo superior y que vivimos en un universo que es consciente y por lo tanto viviente, podremos abrirnos a esta verdad fundamental, que es nuestra verdadera naturaleza.

Se gastan cifras astronómicas en tratar de descubrir vida en otras partes del universo y no comprenden que el universo mismo es un ser vivo, sino, como se justifica nuestra presencia en él, a menos que consideremos que aparecimos por casualidad o por azar (triste destino el nuestro entonces…y el del Creador también).

Para la mayoría de las personas es difícil asimilar un hecho tan simple y tan natural, a causa de estar condicionados a percibir un universo material, de partes separadas, inhóspito y hostil, que se mueve en una sola dirección, como un mecanismo de relojería, regido por leyes inmutables, ¿y Dios?, anda por ahí.


Continúa...