Espiritualidad y Ciencia Spirituality and Science
jueves, 2 de marzo de 2023
lunes, 27 de febrero de 2023
viernes, 3 de febrero de 2023
domingo, 29 de enero de 2023
lunes, 28 de marzo de 2022
miércoles, 3 de marzo de 2021
Las funciones creativas de la mente
La función de la mente es la de crear una coherencia entre la realidad que percibes y tus creencias. Por lo tanto si existe en tu mente la creencia que no eres capaz o eres susceptible o vulnerable a algo, la mente se encarga de que eso se vuelva coherente y se manifieste esa creencia en la realidad, es decir en el mundo físico.
El caso opuesto lo representa la autoestima, la confianza en si mismo y el pensamiento positivo, que también generan una realidad acorde. La realidad es una materialización de un pensamiento previo.
Es una cuestión de vibración: simplemente variaciones de frecuencia y longitud de onda.
Por eso atención con las frecuencias a las que te conectas!
Los pensamientos impactan en el mundo físico
Un antiguo proverbio dice: “cuidado con lo que deseas, por que se puede cumplir”, Entonces, si crees que puedes o si crees que no puedes, en ambos casos: ¡tienes razón! El diálogo interno es el que hace la diferencia.
Las curaciones espontáneas no tienen ninguna explicación por parte de la ciencia, obviamente ya que la mayoría de los médicos no consideran que alguien pueda curarse por si mismo. No se considera al cuerpo como un organismo consciente de si mismo, dotado de inteligencia propia.
Sin embargo hay toneladas de evidencias de gente que se cura, a pesar de la opinión y del tratamiento médico, de enfermedades “incurables” como el cáncer, trastornos de la inmunidad, enfermedades degenerativas, artritis reumatoide, etc.
Y el común denominador de estas personas es que dejaron la antigua forma de pensar y decidieron cambiar la manera de percibir su propia vida. Cambiaron su percepción del mundo pensando de otra forma, y lo que curó la enfermedad fue un cambio en la mentalidad.
Los sabios taoístas de la antigüedad sabían, de forma empírica y por intuición, que la mente mueve la energía y la energía mueve a la materia.
Donde va la mente, la materia se organiza. Pero, sin materia la mente no se puede manifestar. Se necesitan mutuamente. El pensamiento es energía e información, así que correctamente enfocado puede modificar el sustrato mismo de la materia.
Todo es conciencia, Vivimos sumergidos en un mar de conciencia infinita. No hay forma de separarnos porque somos esa conciencia experimentándose a si misma, bajo una expresión física individual. Una misma conciencia que se divide para experimentar, expresando así su naturaleza.
Finalmente, ¿Qué es la vida sino una expresión de esa conciencia viva? Y si aceptamos que todo es conciencia, debemos asumir que todo está vivo, de una u otra forma. Vivimos en un universo vivo y consciente y cada uno de nosotros lo es, porque somos eso mismo.
Piensa. ¿Cómo algo podría nacer si no hubiera vida previa? ¿De donde sale la vida, de algo muerto o inerte? Eso no es posible.
Dando vuelta la cuestión, ¿Cómo podría morir lo que ya estaba vivo?
Solo hay transformación. Aparición y desaparición, para volver a aparecer bajo otra forma.
La individualidad está destinada a desaparecer, es solo el soporte físico de experiencia, pero la esencia de tu ser siempre permanecerá porque es inmutable.
Considera que tenemos dos partes. Una descartable, reciclable atada a la conciencia individual y la otra eterna, inconsciente, que es el soporte y la esencia de la expresión individual.
La primera desaparecerá, junto con su memoria, su existencia y su aspecto físico.
La segunda permanecerá siempre, sin modificarse, porque es esencia, porque es lo que es en si mismo.
La memoria individual, es como la memoria RAM, (memoria de trabajo en un ordenador), que luego se borra.
Pero hay una memoria más profunda, que guarda programas e información fundamental, memoria de almacenamiento, (como la memoria ROM). Aquí es donde se guardan nuestras experiencias y enriquecen el almacén universal de experiencias.
El problema surge porque te identificas con tu ser individual y su memoria descartable. Por eso es difícil recordar quien eres en realidad y tienes dificultad para acceder al registro de tus experiencias pasadas (y futuras).
Ese apego a la imagen individual actúa como una barrera que le impide a la mente trascender sus límites y acceder a los niveles más profundos, inconscientes, donde se almacena la información fundamental y se encuentra tu verdadero poder.
Pero no cometas el error de creer que tu vida física no existe. Existe y no existe al mismo tiempo. Existe como en un sueño transitorio. Sueños con densidad física.
Observemos nuestro cuerpo físico. Tomemos como ejemplo a las células.
Las células son reprogramables
El destino de las células no depende exclusivamente de los genes, si no que también es el medio ambiente el que lo determina.
En esencia todo es información.
Crecemos con la idea que somos entidades individuales, cuando en realidad somos una gran comunidad, compuesta por 50 trillones de células (más o menos), cada una consciente y altamente capacitada para nutrirse, reproducirse, regenerarse, adaptarse y realizar intercambios con el medio externo e interno.
La célula es un microcosmos hecho a imagen y semejanza del Cosmos, (además de ser una auténtica farmacia natural). Si tomamos algunas células o un tejido del cuerpo y lo colocamos en un medio de cultivo desfavorable, las células sufren, enferman y si no se cambia la situación, mueren.
Pero si las sacamos de este medio y las colocamos en otro más favorable, comienzan a sanar inmediatamente. Esto está probado. El entorno influye en el medio interno, a su vez el entorno, es creado y moldeado por los pensamientos. Pero en esencia no hay adentro ni afuera. Los límites entre el “adentro” y el “afuera” son relativos.
¿Cuáles son los límites de nuestra persona? ¿La piel, la ropa, el campo electromagnético? Si en esencia hay una sola conciencia y estamos todos interconectados ¿Cual es el límite de un pensamiento o de un sentimiento? ¿Verdaderamente nos pertenecen nuestros pensamientos?
La conexión entre el medio interno y el externo se hace por medio de una retroalimentación. Información que viaja en ambas direcciones. Tomamos y damos al medio constantemente energía e información. Creamos al medio y el medio nos crea.
Las células y el medio extracelular forman una unidad funcional.Un reciclaje constante de partículas, átomos y moléculas. Cuerpo y espíritu en permanente transformación.
¿Qué parte de nuestro cuerpo podemos considerar verdaderamente propia? ¿Si cuerpo y mente en esencia son lo mismo: ¿Porqué nos identificamos con lo que ni siquiera nos pertenece verdaderamente?
No es que pertenezcamos a alguien más, simplemente es la comprobación de que lo que creemos tan sólido y real, es solo una ilusión, un error perceptual.
Nuestro verdadero ser es ilimitado
Esto solo puede aceptarse en un estado de equilibrio y normalidad. Desde el punto de vista ordinario del ser humano moderno y civilizado es impensable la vida sin los límites y adicciones de la materia (el mundo físico de los sentidos) y las obligaciones impuestas por otros.
Muchas personas pasan la totalidad de sus vidas, sin saberlo, en una prisión construida con la mente, son prisioneras de sus pensamientos y de sus límites.
Identificarse con la individualidad sin considerar la totalidad del ser, es tan ridículo como considerar a una hoja como algo separado del resto del árbol.
La realidad que percibimos es una proyección de nuestra mente
Con la mente podemos, además comunicar con cualquier órgano interno, con cualquier parte del cuerpo. Cada célula piensa y siente.
Los pensamientos modelan el medio interno.
Visto así, es sencillo, sin embargo, cambiar la programación a veces no lo es. Sobretodo porque desde niños estamos condicionados por la educación en la familia y en las escuelas, a creer más en lo que nos dicen que en lo que pensamos o sentimos. Somos educados para ser controlados más que para ser controladores o creadores. Por eso parece difícil poder controlar los pensamientos o crear una nueva manera de pensar.
La práctica de la meditación le permite a uno trascender los límites del pensamiento consciente y volverse íntimo consigo mismo, de está forma se descubre el ser universal, su naturaleza esencial, que entonces puede expresarse espontáneamente en la vida diaria.
La mente que se observa a si misma gana en energía e información
A esto se le llama: “expansión de la conciencia”
La mente tiene 2 aspectos. Uno consciente y otro subconsciente. Y aunque son parte de una totalidad, son diferentes.
El consciente es la parte visible y por lo tanto la más pequeña (como un iceberg). La parte consciente de la mente es con lo que pensamos, incluye nuestros deseos y anhelos, las aspiraciones. Es la actividad mental que aparentemente nos conecta con todo lo demás.
El subconsciente es como una máquina. Graba y reproduce. Si te acostumbras a un programa y lo repites suficientes veces queda grabado en el subconsciente y cuando tocas el “play” continúa reproduciendo esto el resto de tu vida, a menos que lo programes de nuevo.
Incluso a nivel cerebral, las neuronas forman redes dinámicas de intercomunicación que modulan la entrada y salida de información y pueden cambiar la configuración del hardware, esta capacidad del tejido nervioso es llamada neuroplasticidad.
Existe la creencia que dirigimos nuestras vidas con la mente consciente. Sin embargo la neurociencia hace ya tiempo que ha comprobado que esto no es así. La mente consciente como mucho funciona un 5% del día y generalmente solo un 1%.
Increíble, ¿no?
Esto significa que en realidad tu vida está siendo dirigida por la mente subconsciente, y los programas primarios o básicos que se graban en este nivel los adquieres generalmente de otras personas y en épocas tempranas de la vida.
Ya en el estado fetal, en el útero, comenzamos a descargar programas, a adquirir conductas de nuestros padres, de manera que cuando nacemos, una buena parte de la personalidad ya está establecida y a los 2 años de edad, podría decirse que gran parte de la programación ya fue hecha... Y estos programas, de los que no somos conscientes, porque fueron instalados desde que éramos muy pequeños, van generando y controlando nuestro vida cotidiana.
Como ya vimos, hay una tendencia establecida a quitarnos el poder sobre nosotros mismos, por medio de la cultura, la educación, la religión, los medios de comunicación e incluso la medicina.
Entonces a la pregunta: ¿Porqué me pasa siempre esto?, ¿Porque no puedo ser feliz? ¿Por qué no tengo dinero, o salud? La respuesta es: ¡“Porque solo una pequeñita parte de tu mente consciente controla tu vida”!, dicho de otra forma; “solo el 5% de tu vida procede de lo que tu quieres” y el 95% restante son programas y conductas provenientes del subconsciente que han sido programadas previamente por otros. Y esto es lo que nos limita y modifica la percepción de lo que en verdad somos.
Lo que cambia el modo de percibir el entorno y a uno mismo es creer en el poder para solucionar algo, o cambiar aspectos de su vida, o mejorar, sentirse bien, encontrar una nueva forma de pensamiento u otras emociones e incluso…curarse.
Este cambio de mentalidad es lo que nos permitirá percibir y actuar desde la profundidad de nuestro ser. Nuestras células guardan el recuerdo y la información de la esencia misma del universo. Son el universo.
La respiración celular es la respiración del universo. La inteligencia celular es la inteligencia del universo.
En el inconsciente profundo se encuentra guardada toda la información.
El verdadero poder está en el inconsciente
Einstein decía. “Una decisión muy importante que deberás tomar en tu vida, es decidir si vives en un universo que te sustenta, te apoya y te ama o en un universo que no te sostiene, que te ignora y que te es hostil.”
Es evidente que no es lo mismo andar por la vida sintiéndose aislado y cortado del resto, como un individuo perdido, amenazado y sin muchas posibilidades, que sentirse íntegros y confiados, siempre y en cualquier parte en “casa” y sin conflictos con todo lo demás.
Abrir la mente, es abrir el corazón.
Eres parte de Todo, siempre lo fuiste y lo serás, abandona el miedo y el egoísmo y déjate llevar por la corriente cósmica, en una aventura de conocimiento y amor.
No le temas a las dificultades, lo verdadero es siempre difícil, pero los desafíos templarán tu espíritu, y fortalecerán tu cuerpo y tu mente.
Buen viaje!
domingo, 27 de diciembre de 2020
jueves, 17 de diciembre de 2020
viernes, 4 de septiembre de 2020
¿Cómo crear un espacio mental?
Dr. Mariano Giacobone
Como ya sabes, hay tres preguntas fundamentales que uno debe hacerse para aclarar la mente, enfocar el espíritu y dirigir nuestras acciones: Porqué?, Para qué? y Cómo?
Porqué? Es una pregunta que refiere al pasado, tratando de averiguar la causa de un efecto presente o de acontecimientos que tienden a repetirse.
Para qué? Aclara el futuro y permite corregir acciones, ¿para qué hago esto o aquello? Para qué me sirve…? Etc.
Cómo? Es la más fundamental, ya que nos remite al presente, permite que apliquemos la mente y la energía en algo preciso, da enfoque y calidad a lo que se hace ¿cómo usar la mente? ¿cómo hacer tal cosa? ¿cómo mejorar mi salud? ¿¿Cómo puedo obtener éxito? Etc, etc.
Volviendo al tema principal, ¿Cómo crear un espacio mental?
Un espacio mental es un lugar (o lugares) en tu mente que creas con tu imaginación y al cual puedes ir cada vez que quieras y lo necesites. Es un lugar de sosiego, de regeneración, de aprendizaje y también de protección. Por supuesto estos son ejemplos orientativos, cada uno le da la cualidad que desee.
Como no es un espacio físico es completamente maleable y creativo es un lugar que existe en otras dimensiones del espíritu.
No es un espacio físico y por lo tanto es atemporal, sin embargo afecta y modela el mundo físico y la realidad espacio-tiempo que uno experimenta.
Y esto es así, porque la mente (y la conciencia del observador) crea la realidad y define la existencia.
Así que este espacio mental pertenece más al mundo de los sueños que a la realidad sustancial que uno experimenta a diario, pero recuerda que incluso el mundo físico y la materia son creaciones de la conciencia y lo que hagas y experimentes con tu mente, es decir, la imagen que generes con tu mente, se reflejará creando una realidad física.
Obviamente intervienen las emociones, que junto con los pensamientos generan sentimientos, y todo esto motiva un movimiento de información y energía que impacta indefectiblemente en el mundo físico.
De manera que lo primero es imaginar. La imaginación es la clave por que el cerebro trabaja con imágenes. Su actividad es holográfica. De acuerdo a la intensidad, la frecuencia, la cantidad de información y al ángulo de la luz, creará una imagen 3D determinada que será el molde o patrón para crear la realidad física.
Se sabe que el ADN es un proyector holográfico. (ver más)
Sabemos que la conciencia es información y que la información se transporta por la luz (fotones), y la conciencia se mueve y de acuerdo a este movimiento genera energía. Por eso la luz es información y energía, La conciencia es luz. Los pensamientos son luz (ya que transportan información y energía)
Einstein ganó el premio Nobel en 1905 por la formulación teórica del efecto fotoeléctrico, que explica como la luz puede desprender electrones de un material, generando energía que puede ser transformada en un efecto físico. Por ejemplo, las puertas automáticas de los ascensores usan este efecto, los detectores de movimiento, el código de barras de los productos cuando se pasa el detector y marca el precio y muchos otros usos. Para más info (https://es.wikipedia.org/wiki/Efecto_fotoel%C3%A9ctrico).
La idea no es llevar este relato al mundo científico, pero nos ayuda a comprender mejor el impacto de la conciencia sobre la materia.
Volviendo a nuestro espacio mental.
Escoge una imagen que te agrade, puede ser un lugar que hayas conocido, la naturaleza es muy abundante en imágenes agradables y creativas, puede ser un bosque, una playa o cualquier espacio donde te sientas a gusto. Incluso puedes partir de un recuerdo o una imagen en tu mente y regenerarla como mejor lo sientas.
Esta primera imagen servirá como molde sobre el cual irás agregando elementos a tu gusto, esto hará que la composición se vuelva más rica en información, más abundante y por lo tanto, más eficaz para nuestro propósito.
Lo siguiente es la memoria. Recuerda este espacio en tu mente, es necesaria la repetición, o sea, entrenarse, volver a este sitio cotidianamente hasta que se vuelva natural.
No es solo un espacio abstracto, está lleno de emociones, de sensaciones y percepciones, está construido con sentimiento. Puedes usar los sentidos, oler, tocar, oír, etc. Pero no olvides que es un lugar positivo y el cual debes mantener puro y protegido (de malas influencias, pensamientos negativos, etc.).
A este lugar en tu mente puede ir cuando quieras, incluso en sueños, a medida que te acostumbres lo harás inconscientemente. Los sueños son fuente de conocimiento y regeneración. La vida es un sueño. Un sueño dentro de otro sueño.
Así que utiliza este poder de tu espíritu. La luz de tu conciencia necesita un molde para plasmarse en el mundo físico. Cuando no haces nada, ella usa el molde predeterminado que se le impone. Esta es la razón por la que la mayoría de las personas vive el sueño de otros (s).
El espacio mental que creas es un sitio de poder. Desde aquí puedes recargarte de energía, sanar, conocer y proyectar información clara y precisa para crear la realidad que necesitas y obtener lo que quieras, para vos y por supuesto, para los que te rodean.
El último punto, y no menos importante, este espacio mental lo construyes con la energía del corazón y con las herramientas de la sabiduría y el conocimiento.
Voilá!, muy simple, A imaginar! Buen viaje!
domingo, 23 de agosto de 2020
Energía plus y minus
Todas las existencias, todas las cosas y todos los fenómenos del universo pueden ser considerados de acuerdo a su naturaleza fundamental. Reflexiona sobre esto: el mundo físico que percibimos con nuestros sentidos es la materialización momentánea de una fuerza invisible y sutil.
Como lo hemos visto antes, esta energía es la manifestación de otra fuerza que la genera y la controla. Esta fuerza espiritual, es la esencia del universo mismo y es la conciencia creadora, la inteligencia que está detrás de cada creación. Algunos la llaman dios, otros, conciencia o mente creadora. Por razones de comodidad la llamamos espíritu.
Cada creación contiene estos tres niveles básicos: materia, energía y espíritu, en diferentes proporciones de acuerdo a su naturaleza. En los seres animados es más fácil comprenderlo, pero en los inanimados nos cuesta considerar que contengan espíritu y energía. Sin embargo, incluso una simple roca es parte de la Tierra, que es un organismo vivo y consciente, que da vida y sustenta a todo lo que vive en ella.
La conciencia es información. El movimiento de la información genera energía. La energía es en esencia movimiento y transformación, que se materializa momentáneamente.
Y así como el espíritu (conciencia) llena todo el espacio y existe en todas partes, la energía es equivalente.
La información se mueve en el espacio como una onda y se materializa como partícula. Es una manera de describir el fenómeno, pero se trata de lo mismo. Es la famosa dualidad onda-partícula. Ondas de posibilidades y partículas de experiencia.
La interacción con la conciencia del observador provoca el colapso de las múltiples posibilidades en una determinada, es decir, particulariza la experiencia.
Te recuerdo que la energía del corazón genera un campo electromagnético que puede ser medido a varios metros de la persona, obviamente estas ondas van a interactuar con los campos de otras personas, generando interferencias, que de acuerdo a la calidad de las emociones, serán constructivas (positivas) o destructivas (negativas).
A esto le llamamos, energía plus (+) o energía minus (-).
La energía plus provoca que las ondas con las que interactúa se amplifiquen, se potencien. Generan un efecto armonizador (se suman las fases), traduciendo esto en una sensación de empatía, bienestar, alegría, calma, etc.
La energía minus produce el efecto contrario. Genera un desfase negativo o destructivo, que se traduce en desarmonía, malestar, incomodidad, negatividad, tristeza, depresión, etc.
Por ejemplo, en un grupo de personas se puede sentir la llegada de una energía plus, porque aumenta la alegría y la comunicación entre ellas, manifestando un sentimiento de empatía y tranquilidad. Hay relaciones humanas que generan un efecto positivo y otras que generan lo contrario.
Este es el caso de la energía minus. Personas con emociones negativas que proyectan (incluso inconscientemente) sus miedos, ira, frustración, celos, dudas y demás. Esto provoca un desfase y desarmonía en los que las rodean, provocando un mal sentimiento e incluso confusión y pérdida de energía (efecto anulador).
Este efecto, ya sea plus o minus, también se proyecta a la propia persona. Las emociones positivas, como el amor, la empatía, la alegría, entusiasmo, generosidad, coraje, sinceridad, etc., van a provocar un efecto estimulador, armonizador e incluso regenerador en el propio cuerpo y esta energía, obviamente, se proyectará en el espacio afectando a otros y determinando la realidad que se vive.
Lo mismo es válido para las emociones negativas. El miedo es contagioso, al igual que las dudas. La ira desarmoniza. La codicia vacía. La mentira confunde. Esta energía minus determina también la realidad que se vive.
En términos de salud es evidente el efecto de una y otra calidad de energía.
El cuerpo físico, al igual que todo cuerpo, es vibración. De manera que de acuerdo al tipo de energía que se genera vibrará en consonancia. Cada célula hace esa lectura y por ende cada sistema del cuerpo (inmunitario, nervioso, endocrino, reproductivo, etc).
Otro punto. Creamos la realidad y la realidad nos crea. Las ondas de energía e información se reflejan y retornan al foco emisor, como un eco. Las emociones y pensamientos positivos generan más emociones y pensamientos positivos (efecto Plus).
Cultiva tus emociones positivas. Desarrolla una manera de pensar amplia y clara. Fortalece y relaja tu cuerpo y alegra siempre a tu corazón. Esto en si mismo incrementará tu energía vital, generando un efecto plus.
Podemos llamarlo “poder personal”, ya que también es un logro de tu confianza, claridad y disciplina.
Protégete de energías adversas, no solo de personas con energía minus si no de otras formas negativas, incluso ambientales. Teniendo en cuenta que el miedo, la ira y la mentira nunca protegen, solo aumentan la confusión, la tensión y te hacen vulnerable y débil.
Tu espíritu es tu verdadero escudo. Cuanto más se expanda de manera positiva, más energía plus tendrás, tu vida se llenará de posibilidades y tu entorno se vera afectado positivamente.
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¿Pensamos alguna vez de que están hechos los pensamientos? ¿Es que acaso tienen alguna sustancia? ¿Acaso ejercemos algún control sobre ell...