Todos tenemos
una naturaleza doble
Por un lado un cuerpo
físico de apariencia material, que se mueve en un mundo 3D, sujeto a las
leyes físicas; y por el otro, un cuerpo
de energía, que más que un cuerpo es una onda extendida en el espacio.
No están separados, ambos son complementarios, son dos
aspectos de un mismo ser, y aunque normalmente solo somos conscientes y estamos
atados a la parte física, esta es la materialización momentánea de nuestro ser
espacial que se mueve vibrando en otras dimensiones.
Y por lo tanto vivimos en dos tiempos diferentes al mismo
tiempo: un tiempo relativo, el de
nuestra realidad ordinaria y un tiempo
absoluto, el de nuestra realidad fundamental. Un segundo en un tiempo
consciente son miles de millones de segundos en otro tiempo, que es imperceptible
en nuestra realidad física y en el que podemos hacer cosas cuya experiencia
pasamos luego al tiempo consciente. Todo esto, obviamente, sin enterarnos.
Nuestra parte ondulatoria contiene información de múltiples
posibilidades y futuros potenciales y nuestra parte física actualiza solo una
de ellas.
Es decir, tenemos una síntesis instantánea de un análisis que hemos realizado en otro tiempo aunque no tengamos conciencia de ello en nuestro plano ordinario.
Es decir, tenemos una síntesis instantánea de un análisis que hemos realizado en otro tiempo aunque no tengamos conciencia de ello en nuestro plano ordinario.
Nuestra parte física vive en un mundo material, prisionera
aparentemente de sus límites, pero nuestra parte no física vive en otros mundos
con otro tiempo y otras realidades
Imaginemos dos mundos idénticos que transcurren a diferente
velocidad, uno más lento y el otro infinitamente más rápido, de tal forma que
el más rápido (imperceptible por tanto para el otro) puede aportar información
anticipada al más lento. Así, el doble “físico” más lento se puede beneficiar
de esta información aportada por el doble “espacial” y tomar el camino más
adecuado para su supervivencia y evolución.
Y esto que parece descabellado, ha sido comprobado por la ciencia de acuerdo a investigaciones de Jean Pierre Garnier-Malet, entre otros y publicado en la revista American Institute of Physics de Nueva York, teoría validada por su comité científico publicándola en el 2006.
Es así como funciona el tiempo.
En cada instante presente tengo un tiempo imperceptible en el cual fabrico un futuro potencial, lo memorizo y en mi tiempo real lo realizo.
Tenemos la sensación de percibir un tiempo continuo. Sin embargo, tal como demuestran los diagnósticos por imágenes, en nuestro cerebro se imprimen solamente imágenes intermitentes. Entre dos instantes perceptibles siempre hay un instante imperceptible.
La conciencia se mueve de a saltos cuánticos
Aparición, desaparición y reaparición.
Nuestra realidad está compuesta de fotogramas. Como en el cine, que sólo vemos 24 imágenes por segundo y la número 25 no la vemos, es subliminal. En publicidad se ha utilizado ese tipo de imágenes para influir con éxito en nuestro comportamiento, lo que ha mostrado que la información subliminal es accesible a nuestra memoria.
Nuestra realidad está compuesta de fotogramas. Como en el cine, que sólo vemos 24 imágenes por segundo y la número 25 no la vemos, es subliminal. En publicidad se ha utilizado ese tipo de imágenes para influir con éxito en nuestro comportamiento, lo que ha mostrado que la información subliminal es accesible a nuestra memoria.
El momento entre dos
imágenes es el momento de mayor potencialidad.
El desdoblamiento del tiempo ha sido probado científicamente
y la teoría ha dado justificaciones a escala de partículas y a escala del
sistema solar.
El fenómeno del desdoblamiento del tiempo implica que vivimos un tiempo que llamamos “real”, en el nivel físico de la realidad y otro en el nivel cuántico fundamental, un tiempo imperceptible con varios estados potenciales: nuestro doble memoriza el mejor y se lo transmite al que vive en el tiempo físico.
El fenómeno del desdoblamiento del tiempo implica que vivimos un tiempo que llamamos “real”, en el nivel físico de la realidad y otro en el nivel cuántico fundamental, un tiempo imperceptible con varios estados potenciales: nuestro doble memoriza el mejor y se lo transmite al que vive en el tiempo físico.
Recuerdos del
futuro
Podríamos decir que entre el yo consciente y el yo cuántico, más allá del nivel consciente, se da un intercambio de información que nos permite anticipar el presente a través de la memoria del futuro. En física se llama hiperincursión y está perfectamente demostrada.
Podríamos decir que entre el yo consciente y el yo cuántico, más allá del nivel consciente, se da un intercambio de información que nos permite anticipar el presente a través de la memoria del futuro. En física se llama hiperincursión y está perfectamente demostrada.
Nuestro ser del futuro vive en este mismo momento y podemos
comunicar con él
De hecho nos está enviando información constantemente de la misma forma que nuestro ser del presente se la envía a nuestro ser del pasado.
Y si comprendiéramos verdaderamente las implicaciones de
esto, desaparecería en un clic de nuestra vida la culpa, el miedo y la
preocupación.
En el nivel de la realidad fundamental, el pasado, el
presente y el futuro coexisten.
Podemos enviar información a nuestro pasado y a nuestro
futuro y así actualizar el presente que deseamos y necesitamos.
La física ha comprobado la dualidad onda partícula, de hecho es uno de los fundamentos de la
mecánica cuántica y la física moderna.
Toda creación tiene un aspecto visible, perceptible y
particular y una contraparte complementaria, invisible y extendida como una
onda en el espacio
Somos a la vez una partícula de experiencia y una onda de
posibilidades.
También se ha comprobado experimentalmente el entrelazamiento cuántico, que es
la propiedad en la cual dos partículas
cuánticas comparten la misma existencia, es decir la misma información, incluso
a pesar de estar separadas físicamente.
Es difícil asimilarlo, porque nuestros sentidos físicos nos
informan de un universo material de partes separadas y de un tiempo que corre
linealmente en una dirección.
Sabemos que si tenemos dos partículas desdobladas, ambas comparten la misma información al mismo tiempo, lo que le sucede a una le sucede a la otra al instante, porque los intercambios de energía e información en los niveles fundamentales, utilizan velocidades superiores a la velocidad de la luz.
De hecho podemos decir que en el nivel más esencial, el de
la conciencia unificada, no hay separación,
no hay movimiento, ni siquiera hay velocidad que medir.
En nuestro plano de existencia física aparentamos ser
materiales, pero como vimos existe la dualidad
de la materia; es decir, una partícula es a la vez corpuscular (cuerpo) y ondulatoria
(energía). Somos a la vez cuerpo y energía, capaces de ir a buscar información
a velocidades ondulatorias (instantáneas).
Y la manera en que asimilamos esta información es durante el sueño paradoxal, que es el momento en que soñamos. Esta es la fase del sueño en la que los ojos se mueven rápidamente; por eso también se llama sueño REM (Rapid Eye Movement). Es el momento en el que estamos más relajados, aunque es relativamente fácil despertarnos, de ahí su nombre de paradójico o paradoxal.
Y la manera en que asimilamos esta información es durante el sueño paradoxal, que es el momento en que soñamos. Esta es la fase del sueño en la que los ojos se mueven rápidamente; por eso también se llama sueño REM (Rapid Eye Movement). Es el momento en el que estamos más relajados, aunque es relativamente fácil despertarnos, de ahí su nombre de paradójico o paradoxal.
Empieza aproximadamente una hora y media después de haberse
dormido. Sus características son: respiración rápida y superficial, discreta
aceleración del ritmo cardíaco, ensoñación: es el momento en el que registramos
los sueños, y como todos lo hemos experimentado, algunos son muy vívidos.
Durante el sueño REM el
trazado electroencefalográfico se asemeja al que registramos durante
la vigilia. La supresión selectiva de esta fase termina provocando graves
trastornos de conducta y agresividad.
Cuando estamos más profundamente dormidos y tenemos nuestra
máxima actividad cerebral, se da el intercambio entre el cuerpo energético (ondulatorio)
y el físico (corpuscular). Y es ese intercambio el que le permite arreglar el futuro que ha creado durante el día,
lo que hace que al día siguiente la memoria esté transformada.
El sueño no solo es reparador, es programador y creativo y
si aprendes a controlarlos se vuelve fuente de sabiduría y clarividencia
El intercambio de información se realiza a través del agua del cuerpo. El agua dada sus propiedades se comporta como un cristal líquido, generando orden molecular y coherencia cuántica, permitiendo el flujo instantáneo de información y la memoria.
Ese intercambio de información permanente entre nuestra
parte física y la ondulatoria es el que crea el instinto de supervivencia y la
intuición.
Nuestro pensamiento está continuamente afectando y siendo
afectado por estos campos de información.
De acuerdo a como pensamos modelamos el mundo físico, es decir nuestra realidad
material.
El pensamiento tiene la potencialidad de elegir un futuro
determinado
Por ejemplo, si piensas en una desgracia, ese potencial ya se inscribe en el futuro y puedes sufrirla o vos u otro. Lo mismo ocurre si te preocupas por tu futuro, aunque no lo quieras estás creando lo que más temes porque estás seleccionando con tus pensamientos esa información y esa línea de tiempo.
Estamos siempre eligiendo un futuro potencial, inconscientemente, y luego por ignorancia creemos
que las cosas ocurren por casualidad y que no tenemos capacidad para
cambiarlas.
Nuestro cerebro es como un sonar o un radar, envía ondas y
las recibe. A veces está procesando lo mismo una y otra vez, las mismas
reverberaciones, como un rumiante y por eso la mayoría de las personas viven
siempre la misma realidad y carecen de control sobre sus vidas.
El pensamiento, es
electricidad, es una onda de energía que se mueve perturbando el espacio y
los campos de información y de acuerdo a su intensidad y concentración, se
materializa.
Por eso: "No pienses en hacer a los demás lo que no
quisieras que te hagan a vos". O mejor, piensa en los demás como si fueras
vos mismo, que de hecho, esencialmente es así.
No es una ley moral ni filosófica, es una ley
física.
Visualiza un futuro positivo,
dale forma con tus pensamientos y tu imaginación, y te estará esperando para
que lo vivas plenamente.
Pero es imposible controlar el pensamiento con el
pensamiento, porque se genera aún más pensamiento, no es una cuestión de voluntad.
Pero podemos aprender a dirigir los pensamientos, a
calmarlos, a negarlos. Aprender a hacer pausas, silencios.
Es el no pensamiento
el que controla al pensamiento. Nuestros pensamientos se modelan en los
niveles no conscientes, de la misma manera que los silencios le dan forma,
ritmo y armonía a la música y también a las palabras.
El verdadero poder está en el inconsciente
Podemos dejar que sea nuestro ser no consciente el que tome las riendas. Es decir, nuestro ser
energético u ondulatorio, que es nuestra versión luminosa.
Por ejemplo, justo antes de quedarnos dormidos tenemos un minuto, y basta con que durante ese minuto controlemos la mente y nos enfoquemos: esa es la manera de conectar con esa parte energética, llamémosla el doble, para pedirle que solucione problemas o nos aporte información y claridad.
En ese momento es más fácil, porque ya vamos abandonando el mundo físico consciente para sumergirnos en el nivel inconsciente, el mundo paralelo de los sueños, donde habita nuestro ser esencial.
En ese momento hay que dejar totalmente las riendas al otro; las noches están para eso. La noche no sólo permite borrar potenciales no deseados, sino que también modela los pensamientos del día siguiente.
Tenemos un cuerpo muy bien hecho y muy práctico, que nos
permite proyectarnos en el porvenir: ir a ver el futuro, arreglarlo y volver
para vivirlo. Y es durante la noche cuando tenemos la capacidad de arreglar ese
futuro que hemos construido durante el día.
Desarrollando esta capacidad, aumenta la intuición y la
clarividencia. El cerebro se reforma, reestablece nuevas redes neuronales, para permitir procesar información ya no solo
dependiente de los sentidos físicos y el pensamiento consciente, sino también
de otras dimensiones, así podemos ser conscientes de información aportada por
nuestro ser ondulatorio, nuestra parte luminosa extendida y vibrando en los
campos de energía que rodean al cuerpo físico.
Por medio de la
intuición podemos ver y anticipar los peligros antes de vivirlos, y así borrarlos.
La clarividencia
permite percibir campos de energía y procesar información muchísimo más rápido
que la visión ordinaria.
Podemos aprender a
programar los sueños y a vivirlos con la misma intensidad que vivimos
nuestra realidad ordinaria. De esta forma ampliamos nuestra existencia y la
realidad física comienza a perder densidad y peso ganando en vibración y posibilidades.
El mundo de los sueños se vuelve tan real como el mundo
cotidiano y este se vuelve tan insustancial y lleno de potencialidades, como un
sueño.
Un sueño dentro de
otro sueño.
Y como todos sabemos, en los sueños no podemos
morir…simplemente despertamos!
Continúa...
2 comentarios:
En esta explicación está la esencia de lo que es la teoría del desdoblamiento del tiempo y sobre todo lo que Alejandra Casado llama la derivación nocturna.
Maravillosa esta información.
Saludos,
Rodolfo.
Que buena informacion.
Seria conveniente experienciarla.
Existen tan pocos seres humanos que despiertan a estas realidades.
Publicar un comentario