lunes, 23 de junio de 2014

La Matriz y los usurpadores 2



Parte 2

Los usurpadores de la matriz

Trataremos de identificar a los usurpadores definiendo primeramente las cuatro clases diferentes de seres conscientes de acuerdo a los planos o niveles de correspondencia en los que se manifiesta la conciencia: seres de orden cero, seres de primer orden, seres de segundo orden y seres de tercer orden.

Por supuesto, estas definiciones son parte del juego, son una descripción que sirve para hacer entender una realidad más amplia y ayudarnos a evolucionar, o simplemente despertar a nuestra verdadera naturaleza.
Son una parte de las instrucciones para poder participar del juego de la vida, como creador y no como un esclavo.

La fuente o conciencia original, el Todo, puede ser clasificada como un ser de orden cero. 
El ser de orden cero es sinónimo de Dios, el Ser total, la semilla original e infinita de todo el potencial de conciencia existente, es la causa a partir de la cual se proyectan tanto la realidad física como las unidades individuales de conciencia. Es la esencia de toda la creación.

Cuando la fuente proyecta un fragmento holográfico de sí misma se produce lo que se llama un ser de primer orden. De la misma forma, cuando un ser de primer orden proyecta una copia menor de sí mismo, esta se llama ser de segundo orden, y cuando este a su vez proyecta una parte de sí mismo, crea un ser de tercer orden.

Como es sabido, cuando se hacen copias de un original, la resolución disminuye con cada generación, aunque la información original se mantenga. De igual manera, los seres de primer orden son menos poderosos o elevados que la fuente original (Dios), y los seres de segundo orden son menos elevados que los de primer orden.

El primer movimiento de la conciencia de Dios crea seres con conciencia cósmica, o sea, seres de primer orden.

El plano de la conciencia cósmica es la mente de Buda, la conciencia crística, los seres con este estado espiritual son seres de primer orden.


En ciertas teogonías antiguas los llamaban Demiurgos, representados en una gran variedad de panteones y mitos creacionistas como los arquetipos o dioses creadores que dieron origen a nuestra realidad, así como a los seres de segundo orden, o sea a los seres humanos.
Hay investigadores y científicos que concluyen que estos seres eran (son) de otros planetas o dimensiones. ETs, alienígenas, seres venidos de otras galaxias o dimensiones.

Curiosamente, está cada vez más claro que el homo sapiens es producto de la manipulación genética ancestral, las teorías evolucionistas de Darwin son obsoletas y dejan baches, y además luego del estudio del genoma humano se revelaron una serie de genes que no tienen correspondencia con el árbol evolutivo.

El eslabón perdido somos nosotros

La ciencia dominante, por intereses (de pocos) e ignorancia (del  resto), mantiene, incluso por la fuerza, el viejo modelo, y esto es lo que se enseña en colegios y universidades contribuyendo a confundir y aislar la mente de los jóvenes.

Y por esto nos cuesta aceptar nuestra naturaleza cósmica y luminosa.
  

Puesto que la matriz existe fundamentalmente para el progreso espiritual de los seres humanos (esto obviamente desde nuestro punto de vista humano), estamos dotados de una mente flexible y de ciertas habilidades creadoras que en alguna época eran utilizadas de manera común.

Somos los jugadores dentro del juego de la matriz y podemos escoger modificar sus reglas o bien dejar el juego por completo, siempre y cuando estemos conscientes de nuestras habilidades y no tengamos restricciones impuestas a la hora de utilizarlas. Al igual que Dios, del cual heredamos algunas habilidades (puesto que somos sus hijos), también tenemos la capacidad de crear otros seres de dimensiones más bajas que nosotros mismos en cuanto a poder y capacidad.

Los seres de tercer orden son lo que comúnmente se conocen como “formas de pensamiento”, proyecciones de nuestra propia conciencia que existen como entidades semiautónomas, existiendo en las sutiles densidades de los niveles no físicos, tales como los planos etéreo y astral.

Las formas de pensamiento son limitadas en razón de que dependen de nuestra energía mental para continuar existiendo. Así como nuestra energía mental proviene de la mente del Creador, las formas de pensamiento dependen de nuestra mente para existir.

Existen formas de pensamiento menores que creamos diariamente mediante la combinación de visualización y emoción, como por ejemplo cuando soñamos o pensamos en algo agradable o cuando proyectamos nuestros miedos y temores en forma de fantasías atemorizantes.
Durante tales procesos, la energía emocional que generamos es irradiada hacia los planos sutiles que interpenetran todo nuestro universo, para ser luego moldeada por medio de nuestra habilidad de visualización y la facilidad que tiene la conciencia para materializarse.

La energía emocional es el equivalente en las densidades superiores de la energía física, capaz de alterar de manera directa las probabilidades de los acontecimientos.

Se puede describir a estas formas de pensamiento como campos de información o campos morfogenéticos, moldeados e individualizados, que tienen la capacidad de modificar la conducta y la forma física de los individuos.

Campo morfogenético es el campo emitido por los seres vivos, que actúa a través de mecanismos cuánticos, modelando el mundo físico (la forma) y que generan un resultado particular, acorde con las preferencias o necesidades del ser consciente que lo genera.

La necesidad y la “repetición” imprimen fuerza y energía a estos campos de información acelerando su materialización.

Pero a menudo, tales formas de pensamiento tienen muy poco propósito y conciencia autónoma, por lo que rápidamente se disipan a medida que nos olvidamos de ellas.

Otras veces, sin embargo, durante situaciones en las que se generan fuertes emociones negativas, tales como el miedo y el sufrimiento, tiene lugar una intensa irradiación de energía emocional que es moldeada por medio de la visualización para convertirse en una forma de pensamiento mayor (casi físico), imbuida de un fragmento de la conciencia de su creador, irradiado durante el trauma.
Un ejemplo de esto es el fenómeno de posesión o “encantamiento” de lugares que fueran escenario de incidentes violentos o mucho sufrimiento.

Algunos hacen relatos de “apariciones”, pero en realidad son remanentes de energía emocional que al interactuar con el observador pueden tomar forma (como un holograma). Las apariciones religiosas son de la misma naturaleza, son más bien proyecciones holográficas.


Algunos pensamientos obsesivos que acosan a individuos e incluso a naciones enteras, son otro ejemplo.

A diferencia de las formas de pensamiento menores, las formas mayores pueden tener una mente independiente. Tales entes todavía seguirán dependiendo de su creador como fuente de energía emocional y sustento, pero a diferencia de las formas de pensamiento menor, poseen un mecanismo de supervivencia propia, que sugiere en alguna medida una capacidad de conciencia, que les obliga a buscar esa energía.
Son energías negativas con cierto grado de conciencia, que poseen y parasitan a las personas.
Cabe aclarar que para esto deben ser de alguna manera invitadas a entrar, aunque sea de manera inconsciente, la creencia, la debilidad y la ignorancia son la puerta de entrada.

Estas entidades o seres inmateriales, son comunes en muchas culturas tribales. Los chamanes y brujos en México los llaman “aliados”.

Otra diferencia entre las formas de pensamiento menores y mayores es que las primeras son básicamente etéreas, mientras que las segundas incluyen componentes astrales y una mayor densidad como resultado de su incrementada complejidad.

En épocas antiguas, el arte de generar conscientemente formas de pensamiento con la finalidad de “crear o modificar la realidad” o, según el concepto que se ha descrito anteriormente, modificar las probabilidades, era bien conocido.

Los rituales cargados de fuertes emociones, tales como los que se pueden encontrar en prácticas religiosas tribales o rituales de magia, eran métodos para la generación de ”formas de pensamientos”, también podemos decirles “pensamientos formes” o entidades de tercer orden. Todavía hoy en día, el empleo de formas de pensamiento para generar entidades etéreas es una práctica común en muchas sociedades de ocultismo o círculos secretos de magia.


La mayoría de los pensamientos formes, no obstante, han sido generados inconscientemente a partir del sufrimiento de miles de millones de seres humanos a lo largo de las eras.

El sufrimiento en principio tiene un propósito y es el de ayudarnos a evolucionar, aprendiendo de los errores y del mismo sufrimiento. Está claro, como seres humanos aprendemos de los errores, también de los aciertos y el placer, pero estos no son tan eficaces a la hora de generar experiencia y memoria.

Tenemos un mecanismo muy sofisticado para percibir el dolor y discriminarlo, estas vías sensitivas y centros nerviosos son el resultado de millones de años de evolución. En cierta manera el dolor es una protección, crea límites y genera memoria. Sin estos límites la supervivencia sería imposible.

Sin memoria y experiencia no hay sabiduría ni compasión

Desafortunadamente, la combinación entre la generación intencional y no intencional de energías y entidades de baja dimensión (tercer orden), ha generado una condensación masiva de tales vibraciones en los planos sutiles, afectando los campos de energía e información que crean y modelan el plano físico.

Puesto que las entidades de baja dimensión no son solamente inferiores a nuestra conciencia humana, sino que además muchas de ellas nacen de las emociones negativas de las personas, los rasgos dominantes de su naturaleza son el deseo de dominación, la envidia, la negatividad, y la necesidad de absorber energías emocionales oscuras.
Estas entidades negativas, que algunos llaman demonios, seres malignos, diablo, etc. (cada tradición tiene su propio panteón oscuro) tiene su origen en la proyección mental de entes de tercer orden, o sea, son nuestros propios miedos los que alimentan estas energías.

Los demonios existen (igual que los ángeles), y esta afirmación no se fundamenta en dogmas bíblicos o viejas supersticiones, sino en ciencia metafísica. Por supuesto que estos son nombres que damos para designar a estas energías. Algunas son negativas y otras positivas y existen desde siempre.

El ser humano moderno, con su cerebro materialista y condicionado por la matriz virtual se ha desconectado de los “espíritus de la naturaleza”

Aquí vamos a ocuparnos ahora de las bajas vibraciones, que son las responsables del estado de caos y desintegración que sufre buena parte de la sociedad actual.

Hay dos tipos diferentes de seres oscuros: seres de segundo orden, o sea seres humanos que han elegido el camino oscuro por su propia voluntad, y seres de tercer orden, entidades oscuras de baja vibración que son creadas a partir de nuestras emociones negativas.

El mal existe tanto como el bien, de hecho son extremos de la misma escala y es fácil comprender su relatividad: lo que es bueno para uno quizás resulte malo para otro, lo que era malo en el pasado es bueno en la actualidad o viceversa. Además el mal puede transformarse en bien. De eso se trata la evolución  y la ascensión a formas de conciencia superiores.

La validez del mal es inequívoca: existe porque en el universo existe el libre albedrío y los opuestos complementarios.


El libre albedrío implica la posibilidad de elegir el camino del bien o del mal, aunque este concepto también es relativo ya que ¿hasta que punto podemos considerar que creamos nuestros pensamientos?

Si el pensamiento consciente es el producto de programas y procesos inconscientes y por lo tanto en su mayoría desconocidos para la mente consciente, ¿hasta que punto somos libres de elegir?

Sin embargo, el libre albedrío es una condición fundamental de nuestra realidad, por lo menos la capacidad de veto y negación que tenemos, es decir, la capacidad de control sobre nuestra mente.

Quizás no eres completamente libre de elegir, pero siempre tienes la capacidad de negar y controlar lo que piensas

Esta capacidad de autocontrol es parte de nuestra naturaleza y cuando la asumes entonces puedes acceder más fácilmente a la capacidad de generación o creación.
Ambas condiciones permiten la libre voluntad o albedrío. Tenemos esta habilidad para poder desarrollarla y evolucionar. Es parte de nuestra herencia divina, un pedazo de la conciencia el Creador.  

El genio vive en nuestro interior y para que se manifieste solo hay que frotar la lámpara, que es nuestra verdadera naturaleza


Tenemos esta capacidad para poder hacer experiencia y aprender, es el camino de la autorrealización.

Por alguna causa, Dios nos utiliza para hacer experiencia, somos su sueño, el movimiento de su mente. ¿Porque lo hace?, no podemos saberlo, a menos que te vuelvas uno con él y tu conciencia se funda completamente con su conciencia.

Desde el plano físico solo podemos intuirlo o presentirlo y continuar participando en el juego de la vida, de la mejor manera posible. Cuando pasas al siguiente nivel, el universo entero también lo hace. Ese es el propósito del juego.

La realidad se manifiesta aquí y ahora, y como sabemos por observación que aún estamos evolucionando espiritual y físicamente, esto nos muestra que la experiencia y la creación son el propósito de la vida y que Dios, es decir, la Conciencia Creadora, busca aprender y hacer experiencia. Seguramente esta es su naturaleza y necesita realizarla, creo que por esto poseemos libre albedrío, y como consecuencia, el mal y el bien existen.


El diablo y sus amigos

Entonces, ¿Por qué nuestra actual civilización es tan caótica y desequilibrada, dando la impresión que gobierna solamente el mal?

¿Porque aparentemente está lleno de demonios y no de ángeles?


Simplemente porque han usurpado las posiciones de poder desde la antigüedad y desde estos lugares gobiernan y manipulan a los seres humanos.


No es necesario que estés de acuerdo con estas palabras, pero si profundizas en la observación y reflexionas, verás que no es casualidad que haya tanto dolor, miseria y desesperación diseminadas por toda la Tierra, aunque actualmente maquilladas con un toque de Hollywood, consumo y deseos superficiales (generadores de más insatisfacción).


La meta de estos seres negativos no es la de eliminarnos, porque somos su fuente de energía, sino más bien esclavizarnos, parasitarnos y someternos a un continuo sufrimiento emocional. Amos y esclavos, este es su juego.


Crean caos y desorden para gobernar y crear su propio orden: el “nuevo orden mundial”.

¿Cuál es la mejor manera de establecer este parasitismo espiritual?


Aquí es donde interviene la nueva matriz que han impuesto.

Recordemos que el propósito de la matriz original es el dotarnos de la suficiente energía e información como para poder desarrollar todas nuestras capacidades y aprender. Lo que nos permitiría evolucionar y pasar al siguiente plano espiritual, a través de la superación del sufrimiento y las dificultades.

Las matrices son las responsables por la manera en que percibimos la realidad, y de acuerdo con reglas físicas y metafísicas, como vivimos nuestras vidas

La matriz es un poderoso simulador en todo el sentido de la palabra.

¿Qué sucedería si una nueva matriz es insertada o superpuesta con el propósito de entorpecer nuestra evolución y facilitar la de los seres de baja dimensión? ¿Podría ser acaso que la nueva matriz, en lugar de ser una escuela como la anterior, sea más bien una especie de granja o jaula?

Este parece ser el caso en la actualidad.
Esto no es paranoia especulativa, este escrito no se basa en la defensa de teorías conspirativas, simplemente basta con observar la realidad con ojos libres y la mente calma.
La matriz original diseñada para la acumulación de sabiduría aún existe, es evidente ya que los planos superiores incluyen a los inferiores, pero un nuevo programa ha sido cargado encima de la antigua subestructura para operar con una finalidad diferente.

La matriz virtual que han establecido es un mecanismo altamente eficiente, un simulador de última generación,  diseñado para drenar un máximo de energía emocional de los seres atrapados dentro de ella mediante la creación constante de sufrimiento y dolor en todas sus variantes

Para esto somos condicionados en las familias y escuelas, y por los medios de comunicación, las instituciones religiosas, científicas y culturales: es una manipulación a gran escala, que se profundiza a medida que “progresa” la civilización.


Esta falsa matriz también se vuelve evidente cuando te detienes a observar el comportamiento irracional y desequilibrado de la gente que ha sido emocionalmente manipulada para generar más energía negativa.

La matriz no es la única cosa que ha sido usurpada o modificada.

Nuestra estructura genética, como dijimos antes, también ha sido alterada, manteniendo al ADN y todo su potencial creador y transformador limitado a una programación básica.

Esto se logra desconfigurando la molécula y silenciando genes, mediante bajas vibraciones como el miedo, la preocupación, la culpa, la enfermedad inducida (cáncer, vacunas, radiaciones nocivas), también por medios químicos: alimentos transgénicos, procesados, agroquímicos, aguas contaminadas, polución ambiental, estelas químicas (chemtrails), microondas, etc.


Esto se implementa de manera directa e indirecta por la acción de los medios de comunicación masivos, los médicos, el sistema educativo, el sistema político, los gobiernos, las leyes y los abogados, las empresas multinacionales…

Y la propia familia.

Muchos padres entregan mansamente sus hijos al sistema. Por ignorancia, comodidad, negligencia o lo peor…¡por convicción!.
No es su culpa, ¿que podrían hacer? Después de todo también han sido entregados cuando eran niños y muchos ni se han planteado una alternativa.

¡Hay amores que matan!

Todos trabajando para intereses egoístas de un poder superior. Una organización piramidal, con unos pocos amos en la cima y en su base, mano de obra descartable, y en el medio, el juego de los personajes (también descartables), en diferentes niveles, aferrándose con uñas, dientes y algunos codazos para no caer.
Es así que se le ha dado forma a la sociedad moderna de consumo, materialista, competitiva y aislada de su fuente natural.


Aunque cueste creerlo, hay seres oscuros que se alimentan de las vibraciones bajas del miedo y el sufrimiento. Esto no es nuevo, basta con echar una ojeada a la historia de la humanidad; sacrificios humanos para aplacar a los dioses, la quema de personas inocentes por la Inquisición para lavar los pecados, mutilaciones rituales, vejaciones, esclavitud, guerras absurdas, abuso de niños y mujeres, asesinos en serie, etc.

Verdaderamente creaciones hechas por demonios.

Los seres humanos aprendimos a aceptar esto como parte normal de la vida, aunque a la mayoría nos horrorice y sea difícil de digerir.

Esa es justamente la manera en que consiguen sus cometidos.

Necesitan que aceptes y creas, y una vez que aceptas la mentira ya eres parte de ella

Establecieron un estado de hipnosis colectiva, donde la mayoría acepta sin chistar el estado de las cosas, casi sin darse cuenta.
Horrores, abusos y mentiras entremezcladas con Hollywood, falsa religión, vías espirituales de consumo, Macdonald´s, tarjetas de crédito, el mundial de futbol y las cuentas cada vez más caras que pagar.

Distracciones superficiales, banalidades, falsos placeres y éxito, para ocultar (no del todo) las verdaderas intenciones y mantenerte sumiso.

Nuestras debilidades producto de la ignorancia y sobrevaloración de nuestro ego, las adicciones físicas, emocionales y químicas, el apego al dinero y a las comodidades, la lucha por el éxito y la supervivencia a cualquier costo, forman la mayor parte del paquete que recibimos para jugar dentro de la falsa matriz, pero representan un peso muerto.

Debido a disposiciones genéticas y a la manipulación mental, se acepta inconscientemente el estado de servidumbre y mucha gente está dispuesta a matarse su forma de vida se ve en peligro, de la misma manera que muchos están siempre dispuestos a sacrificar el bien de otros por su propio beneficio.

Los seres de baja dimensión, astutamente, utilizan nuestras debilidades usando a los seres humanos como ganado y servidumbre, y con nuestra aceptación incondicional y nuestros miedos refuerzan los muros de nuestra prisión virtual.

Verdaderamente han hecho un excelente trabajo para domesticarnos y subyugarnos. Con engaños, falsa información, mediante el castigo y la recompensa, han conseguido que los seres humanos se opriman y controlen entre ellos mismos.



Continúa...

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