jueves, 19 de diciembre de 2013

La sustancia del universo


El universo es luz

El Universo creado por Dios, o la Conciencia Creadora, se funda en el amor y está hecho con luz.

Todo creador ama a su creación por más espectacular o ínfima que esta sea. Desde esta perspectiva cada creación ocupa su lugar y tiene su propósito.
Esto es importante asimilarlo porque es la evidencia de que vivimos en un universo consciente, pleno de abundancia y luminoso, que protege a sus creaciones y que busca aprender extendiendo su conciencia a cada una de ellas.


Lo que abunda es la luz y todo está hecho con ella.

Cada uno es como es y ocupa el lugar que ocupa por algún propósito. Somos luz y somos conciencia pura.
  
El gran Espíritu, que es Dios, es luz y es amor

Esta no es una afirmación new age, simplona y convencional, ni tampoco una revelación religiosa.

El principio fundamental del amor es el deseo de dar

Toda la naturaleza da sin pedir nada a cambio ni exigir lo que sea. La tierra es generosa y da. El sol es generoso y da. El universo se expande para poder dar y hacer experiencias. Inevitablemente se contrae para cargarse (polarizándose) y poder volver a dar expandiéndose.

Consideremos que al dar simplemente estamos devolviendo lo que nos fue dado en algún momento. Tomamos y lo devolvemos.

La respiración es un buen ejemplo. Cuando exhalamos damos, cuando inspiramos tomamos energía e información para luego exhalar y devolver lo tomado, pero mezclado con nuestras experiencias y energía.
Así aprende el universo.

Nuestro cuerpo físico también es un instrumento del espíritu y vehículo de experiencias, cumple su ciclo vital y hay que devolverlo, la naturaleza se encarga de reciclarlo, pero la energía y la información inscriptas en él no se pierden, (cuanto más coherente y organizada se encuentre esta información, se mantendrá de esta forma para ser reciclada en otro cuerpo y continuar su aprendizaje).

Esta es la forma que tiene el Creador de explorarse a si mismo a través de sus creaciones. La memoria es la clave.

Dios da amor al extender su Luz

La luz que se mueve es su pensamiento, o sea, su Mente en movimiento.
El amor del Creador es un espejo que refleja la luz de sus dones y su entrega, volviendo a dar una y otra vez eternamente.


Un espejo luminoso que refleja su amor reproduciéndolo interminablemente y en todas las direcciones hasta el infinito.


El universo es tan abundante como lo es el amor del Creador por su creación

La ley del amor es el intercambio rítmico y balanceado entre todos los dones y toda la creación.
El símbolo de este amor es la onda de luz que va y viene, transportando energía e información, dando y volviendo a dar rítmica y equilibradamente.


Este es un universo de onda, dual y de naturaleza eléctrica, que intercambia luz reflejándola en planos de curvatura cero, creando la ilusión de forma, movimiento y profundidad.
El espacio reflejado entre estos planos crea la ilusión de volumen y de que las cosas existen en su interior, pero en realidad es el espacio donde se proyecta la luz que crea la realidad, los sentidos y la conciencia del observador hacen el resto.


Las únicas formas puras que elabora la naturaleza son el cubo y la esfera, todas las otras formas son secciones y múltiplos de estas dos. 


Los planos de curvatura cero limitan y reflejan el movimiento de la luz en su interior, la luz no puede pasar más allá de estos planos y se refleja formando esferas y espirales, interfiriendo entre si creando de esta manera todas las formas.


El amor de Dios está en todas partes; su Luz está en todas partes. No hay nada más que bien y belleza en el universo omnisciente del Creador. El mal, la fealdad y el pecado son productos del pensamiento humano.

Dios extiende su amor, su poder y su conocimiento en forma radial, desde un punto cero de quietud omnipresente a otros puntos cero, de acuerdo a la medida de su deseo para dar forma a su imaginación.

La idea es lo primero.
La idea surge del sueño del creador, que es su vívida imaginación.

Eres lo que sueñas

El deseo de materializar la idea pone en movimiento la energía que se concentrará, de acuerdo a la intensidad del deseo, cristalizándose en múltiples y variadas formas y colores, creando así a partir de la unidad y con simple luz este universo eterno de formas complejas y cambiantes.


La intensidad del deseo extendido desde puntos cero de reposo a otros puntos cero de reposo determina la dimensión del deseo.

Eres hijo del deseo

Cuanto más grande y compleja es la idea mayor será la complejidad del deseo y la energía empleada para realizarlo.
El deseo extendido radialmente crea la ilusión de luz en movimiento.

De esta manera se hace posible la multiplicación y la división aparente del equilibrio universal en las presiones eléctricas opuestas de la gravitación y la radiación, las cuales conforman la dinámica esencial de intercambio de este universo dual de formas en movimiento.


 La imaginación del Creador

Vivimos en un universo imaginado, que está vivo y consciente, aclarando que vida y conciencia son sinónimas.
Es evidente, hay vida por todas partes, brotando a cada instante, apareciendo y desapareciendo para luego volver a aparecer, en un ciclo eterno.

Donde hay conciencia hay vida.
Donde hay vida hay conciencia.

Cada ser vivo es una expresión de la conciencia única.
Esta conciencia es la mente del Creador y cada forma que aparece es una manifestación vibrante de su imaginación, incluido el universo (todos los universos) y todo lo que existe.

La única sustancia del universo es la mente

Cada partícula, cada fenómeno, cada ser viviente que aparece, no es más que el deseo de la Mente única de plasmar una idea.
La idea es lo primero, luego el deseo de realizarla genera un movimiento que divide esta idea en 2 direcciones contrarias, esto crea la separación de cargas o polaridades que da las características a este universo de opuestos complementarios, que invierte la dirección de su flujo constantemente.

Ningún efecto podría producirse sin que haya otro efecto igual y opuesto que actúe con él simultáneamente.
La materia es movimiento y todo lo que se mueve está cargado. La materia es en realidad cargas en movimiento,  o sea electricidad.

El universo manifestado es eléctrico y la electricidad funciona con dos polos que se mueven en direcciones opuestas, por esto es posible el movimiento y efectuar un “trabajo”.

Opuestos que trabajan juntos y fluyen rítmicamente


Uno le cede el lugar al otro alternativamente. Como dos leñadores con una sierra doble, el avance de uno depende del retroceso del otro. Se invierte la polaridad continuamente. Uno se vacía en el otro.

Tomemos como ejemplo los dos extremos de un pistón que tiran y empujan en direcciones opuestas, contrayendo y expandiendo en forma secuencial. Esta dinámica alternante es la que causa el movimiento y el flujo de energía e información, al igual que el pistón de una bomba de agua, simultáneamente un lado empuja hacia la compresión (palanca abajo) y el otro realiza el movimiento opuesto tirando hacia la expansión, fluyendo así el líquido.


El universo entero es una bomba gigante, el pistón de esta bomba produce el latido y la expansión-contracción responsable del movimiento y la vida.
La condición de expansión, es igual y opuesta a la de contracción.


La expansión es radiación.
La contracción es gravedad.


Ambas son fuerzas opuestas y complementarias. Una no existe sin que la otra exista simultáneamente.

Una se vacía en la otra.

Cada punto en el universo es un centro gravitatorio que cambia su potencial constantemente


-La generación de materia busca las zonas de mayor presión
-La radiación de materia busca zonas de menor presión


Nuestro universo de ondas eléctricas está dividido en campos donde interactúan las cargas. Cada campo de onda está dividido igualmente por la contracción de la gravedad y la expansión de la radiación.

El potencial de los “sólidos” en un determinado campo de onda es igualmente compensado por el potencial del “espacio” que los rodea.

La materia tiene su potencial en la presión mientras que el espacio en su volumen, por eso hay muchísimo más espacio que materia, pero ambos son equivalentes.

Cada campo de onda es como una batería eléctrica que continuamente se carga con la fuerza centrípeta polarizante e integradora de la gravedad, y se descarga con la fuerza centrífuga despolarizante y desintegradora de la radiación.

Ambas tendencias constituyen el principio cósmico fundamental de aparición y desaparición que está presente en cada creación, por más insignificante que esta pueda parecer.
Juntas conforman la secuencia eléctrica de acción-reacción sin la cual el universo no podría manifestarse.

La mente del Creador es el punto de apoyo a partir del cual se origina el movimiento. Es el punto cero. Equilibrio y quietud.

El deseo en su Mente de expresar o manifestar una idea genera una separación de cargas, opuestas y complementarias, desde un punto de reposo a otro, extendiéndose en el espacio, creando los límites de la realidad tridimensional, dentro de la cual se proyectan las imágenes del film de la vida. Luz, sonido, formas y colores en movimiento.

Este movimiento es polarizado y su potencial es proporcional a la intensidad del deseo.
Esta intensidad genera tensiones, cuanto más se aleje el deseo de su punto de equilibrio, mayor será la tensión y el desequilibrio y mayor será la necesidad de recuperar el equilibrio, es decir, la vuelta al reposo.


Como un elástico que aumenta la tensión al estirarse y la disminuye cuando se afloja. Cuanto más se estire más tensión generará. Cuanto más se aleje de su punto de origen o punto de reposo, mayor será la tensión y la necesidad de volver a cero.
La energía que se emplea en estirarlo es equivalente a la que se libera al aflojarlo.

Las tensiones generadas por nuestras ilusiones liberan una energía proporcional (bajo la forma de luz y conocimiento) al ser anuladas.
Cuando resuelves tus miedos y preocupaciones, cuando comprendes la raíz de tu sufrimiento, cesan las tensiones y la energía que se utilizaba para alimentar esos “fantasmas” es reutilizada por tu cuerpo manifestándose como salud y felicidad.
Es simplemente el retorno a la condición de equilibrio.
Esto es lo que se llama iluminación.

La mente mueve la energía, bajo la forma de electricidad y esta se condensa o cristaliza dando la apariencia de materia sólida, pero es un engaño de nuestros sentidos, en realidad la materia vibra, es movimiento, es electricidad.

La electricidad es la única fuerza que Dios utiliza para crear el universo

Las únicas herramientas de las que se sirve son dos pares de vórtices en espiral, opuestos  pero complementarios.


Un par se reúne en la amplitud de onda del vértice de la espiral para crear esferas de materia en movimiento y el otro par opuesto se reúne sobre el eje de la onda en la base del cono de la espiral para vaciar toda la materia, cancelando el movimiento.
Estos pares opuestos de vórtices eléctricos son las unidades fundamentales con las que se construye toda la materia.

Juntos forman las ondas eléctricas de movimiento que crean las diferentes condiciones de potencial y presión necesarias para producir la variedad de elementos, diversos en apariencia, de toda la materia visible e invisible.


La electricidad está dividida en dos fuerzas iguales y opuestas que se rechazan una a la otra para construir este universo polarizado. Cuando ya no pueden separase más, la tensión deja paso a la otra parte del ciclo invirtiendo la polaridad y anulando toda oposición. Así se produce el latido del universo y el ciclo eterno de la aparición y desaparición.
Original de W. Russell

El magnetismo es el complemento de la electricidad. Si la electricidad hace el trabajo, el magnetismo representa el reposo. La electricidad es el deseo de movimiento, acción y desequilibrio, mientras que el magnetismo es simplemente el deseo de recuperar el equilibrio, es la vuelta al reposo. Las cargas que estaban separadas buscan volver a unirse para luego volver a separarse y generar movimiento y polarización en una secuencia sin fin.


La electricidad genera
El magnetismo controla

Y aunque en la Creación hay multiplicidad y variedad de formas, colores, sonidos y movimiento, el universo entero está hecho con la misma sustancia.

La única sustancia del universo es la conciencia, pura y luminosa.

Un viejo maestro Zen enseñaba: "El universo entero es una perla brillante, incluso la caverna oscura donde habita el demonio de la montaña negra".


Fuera de la mente del Creador no existe nada 

Eres su sueño y su imaginación y por eso es que puedes soñar e imaginar tu vida y tu realidad. Quizás no te diste cuenta con la totalidad de tu ser, pero eso es precisamente lo que haces todo el tiempo. Todos somos soñadores fulltime, solo que muy pocos eligen su propio sueño.

Continúa...

No hay comentarios: