miércoles, 2 de julio de 2014

Tu mejor amigo


No es tu perro, no es alguien que conoces de hace mucho y te cae bien. No es tampoco tu pareja, ni tu padre ni tu camarada de la juventud, mucho menos tu analista o tu cura confesor.


Tu único y verdadero amigo es tu corazón.

Tu corazón nunca va a traicionarte, ni fallarte, si lo hace es el fin de ambos.

Tu  corazón te nutre, te apoya, te da calor y alegría.

Te enseña lo que es el amor incondicional, trabaja todo el día y todos los días para mantenerte vivo y no pide nada a cambio, como todo en la naturaleza.

Al igual que el sol, que te da la vida y te ilumina, el corazón hace lo mismo, de hecho son de la misma naturaleza: fuego.



El corazón es la morada del espíritu y el director de la orquesta, es tu verdadero maestro y tienes que escucharlo, seguirlo, cuidarlo.

La manera de escucharlo es mediante el silencio, apagando el dialogo interno, calmando la mente, volviendo a tu ser interior.

Para seguirlo, seguí su ritmo, su armonía. Su latido sigue el ritmo de la naturaleza, su armonía es la música del cosmos y si la aprendes, conocerás los secretos mismos del universo, porque tu corazón sabe lo que tus pensamientos dispersos y confusos ni siquiera imaginan.



La mejor forma de cuidarlo no es tomando aspirina (como te lo vende Bayer para hacerte consumidor y enfermo potencial), tampoco es haciéndote chequeos médicos o estudios sofisticados, porque todo eso ya sabemos como termina.


Lo que tu corazón necesita es alegría, confianza y motivación.

Seguro que es importante cuidar tu salud, hacer ejercicios, comer sano y natural, pero lo primero es el espíritu, y el espíritu vive en el corazón.

El corazón no solo es la sede de la compasión y la generosidad, es la fuente de la intuición y las corazonadas.

Su campo electromagnético es el más grande que genera tu cuerpo, y no solo modela el espacio tiempo que te rodea sino que además esta influyendo (y siendo influido) por los campos de energía de los seres que te rodean.



El corazón genera coherencia molecular, en el agua de tu cuerpo, en el ADN y en todos los procesos bioquímicos fundamentales de tu organismo. Esta propiedad es esencial porque va a afectar la forma y la dinámica del ADN y su información genética, y todas sus funciones se verán potenciadas (o disminuidas y bloqueadas sino lo cuidas).

Ya ves porque es tu verdadero amigo, porque en realidad eres tú mismo, por eso debes volverte unidad con tu corazón, porque significa volver a casa, al palacio celestial donde reina la paz, el amor, la música y la armonía.

Llenalo de luz, de buenas vibraciones. Alimentalo con sentimientos positivos. Descarta el miedo y la preocupación. Cultiva la alegría de vivir. Practica meditación, es el mejor momento para estar en silencio y en equilibrio con tu corazón.


Si te haces amigo de tu corazón conocerás el valor de la verdadera amistad y el afecto por todos los seres.





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