Los seres humanos somos el producto de fuerzas cósmicas.
Nuestro
cuerpo, al igual que todo en la naturaleza, es la manifestación de estas
fuerzas, que son campos de energía e información.
El cuerpo físico es el último nivel, el más bajo, el más denso, de estos campos. Es el resultado de la condensación o materialización transitoria de la energía misma del universo.
Esta energía no es otra cosa que el movimiento de la conciencia universal, que
es la Mente del
creador, la conciencia Creadora, el Espíritu o Dios (como prefieras).
De hecho,
Decimos sustancia porque estos campos vibrantes de información y energía pueden "materializarse", presentándose en diversos planos o "densidades" de acuerdo a su nivel de vibración, como grados o niveles de una escala, desde la conciencia cósmica e infinita hasta la materia y el cuerpo físico. Diferentes expresiones de la misma esencia.
El cuerpo físico es una creación de la conciencia
La mente crea y modela el mundo material
En
el ser humano cada plano o nivel está representado por un cuerpo: el cuerpo espiritual o universal, el cuerpo mental y
el cuerpo
físico, aclarando que estas son divisiones conceptuales, lo único "real" es la unidad.
Una sola y misma conciencia.
En este caso, la palabra cuerpo no hace referencia a algo "objetivo" o material sino algo central o principal.
En general solo somos conscientes del cuerpo físico y por eso nos identificamos con él y con la realidad material que se genera.
Pero
en realidad, más allá del estrecho límite impuesto por nuestros sentidos y
nuestra conciencia individual, somos un cuerpo de energía consciente.
Este manojo de energía (cuerpo de luz) que da forma y alimenta al cuerpo físico, tiene sitios o centros precisos donde se realiza el intercambio y la transformación.
Estos vórtices son la interfaz entre los planos físicos y los sutiles.
Son portales que comunican la dimensión física con dimensiones
superiores
En los diferentes sistemas chinos de trabajo interno estos centros de energía
son llamados tan tien o dan tian y son un punto de referencia
fundamental. En otras tradiciones como el budismo o el hinduismo son conocidos
como Chakras, y aunque el concepto es el mismo, solo varia en el numero de
puntos existentes (siete, doce, etc).
Tan tien o dan tian, son una serie de centros de energía distribuidos en determinadas zonas del cuerpo humano.
Son centros de transformación y acumulación de energía y
conciencia
Los maestros de la antigüedad
aseguraban que ese campo del
elixir cuanto mas grande
fuese y mejores cuidados recibiese, mejores cosechas produciría, por ello desarrollaron diversos métodos para lograrlo.
A través de ejercicios respiratorios,
físicos y mediante la meditación,
llegaron a percibir ondulaciones
energéticas particularmente
vibrantes en tres zonas situadas a lo largo del eje vertical del cuerpo y que
cubrían las tres zonas más amplias de la estructura física: abdomen, caja
torácica y cráneo.
Estos tres centros son considerados lugares de procesamiento de la información y generadores de energía
En medicina china, a las áreas o niveles correspondientes se los conoce como "los tres calentadores".
Tan tien significa “campo del elixir” o "mar de la energía".
Las técnicas que empleaban estaban encaminadas a despertar y unificar las energías de estas zonas, con el fin de encontrar el equilibrio entre cuerpo, energía y espíritu.
Estos 3 centros se hallan en
correspondencia con el cuerpo físico y el universo, siendo asociados cada uno
con una región del cuerpo, una calidad de energía y un nivel de conciencia
Son los centros más importantes del sistema energético humano, cada uno con sus propias características pero conectados entre sí.
No los consideres como simples
depósitos de energía, sino mas bien lugares de transformación o alquimia de la
esencia o sustancia fundamental (Jing), la energía vital (Chi) y la conciencia
o espíritu (Shen).
Son el fundamento de la alquimia espiritual.
Son el fundamento de la alquimia espiritual.
Se conocen como tan tien inferior,
medio y superior.
Los tres se hayan situados en la línea
media del cuerpo, a lo largo del meridiano de acupuntura conocido como “Rèn
Mài” o vaso de la concepción. Este canal de energía corre por la parte
delantera y central del cuerpo, siguiendo un camino descendente que en la zona
del periné, entre los órganos sexuales y el ano, conecta a través de la cavidad
llamada “Huiyin”, con el vaso gobernador o “Dû Mài”.
Este otro canal de energía asciende por la línea media posterior, por la columna vertebral, llegando al punto “Bǎihui” (en la cima del cráneo), bajando por la frente y la nariz y terminando en la parte superior del paladar.
Este otro canal de energía asciende por la línea media posterior, por la columna vertebral, llegando al punto “Bǎihui” (en la cima del cráneo), bajando por la frente y la nariz y terminando en la parte superior del paladar.
A través de la lengua se crea un
circuito entre estos dos canales que comunica los tres tan tien. Este recorrido
energético se conoce como la órbita
microcósmica.
- Tan Tien inferior: en antiguos textos se le sitúa a una distancia de
unos tres o cuatro centímetros por debajo y hacia dentro del ombligo, en el
centro de gravedad (por lo que la posición exacta puede variar en cada
persona), en un punto llamado océano del Qi (Qi Hai).
Se le define como la residencia donde
se concibe el Embrión Espiritual y el manantial de la energía humana. Los
hombres guardan en él la esencia Jîng (el esperma) y las mujeres la sangre
menstrual. Es considerado como el caldo alquímico donde se almacena la energía original. El chi almacenado en el tan tien inferior se denomina chi de agua. Se le asocia con la Tierra , la cavidad pelviana
y con la energía sexual.
Para los maestro de chi kung, es la base del equilibrio de la persona, y mediante determinados ejercicios buscan activarlo y fortificarlo.
Para los maestro de chi kung, es la base del equilibrio de la persona, y mediante determinados ejercicios buscan activarlo y fortificarlo.
- Tan Tien medio: se localiza a
la altura del diafragma, en el plexo solar. Se le asocia con el pensamiento
emocional “Xin”, la autoestima y el ego personal. Está considerado el centro
donde se produce y almacena el chi adquirido, procedente del
aire respirado y los alimentos ingeridos. El chi almacenado en el tan tien medio
se denomina chi de fuego. Como depende de la
calidad del aire y la comida, esta energía puede agitar la mente y llevar a ser
emocionalmente desequilibrados, a través de excesos, enojos, ansiedades,
miedos o angustias.
- Tan Tien superior: situado en la zona frontal, en el entrecejo. Se conecta con el cielo, el cerebro y la conciencia. Es el que gobierna el pensamiento y la actividad intelectual, la voluntad y la clarividencia. Su apertura permite recoger la energía y la información del cielo (el espacio) y el cultivo de la mente.
Si esta equilibrado el pensamiento es
claro, creativo, calmo, rítmico y ecuánime.
-El tantien inferior comunica con el cerebro profundo o primitivo, sede del instinto y la supervivencia.
-El tantien medio, que es el chakra del corazón, comunica con el cerebro medio o emocional.
-El tantien superior, comunica con el cerebro moderno o neocórtex y controla la actividad mental y la clarividencia.
Si bien la posición exacta del tan tien inferior puede variar en cada persona, en
general se localiza en una zona central un poco por debajo del ombligo, aproximadamente a
unos tres centímetros y hacía el interior, a la altura entre la segunda
y la tercera vértebra lumbar.
Si se disecara el cuerpo físico, no se
encontrarían estos centros o vórtices, porque se encuentran en el cuerpo etéreo, de manera que la
ubicación en el cuerpo físico es aproximada.
Se considera que el tan tien inferior es el centro
del cuerpo. Es el lugar donde se genera y almacena la energía vital. Los
japoneses le llaman ki kai tandem y también Hara, aqui es dondé los samurais se
cortaban el vientre (harakiri).
Se le conoce asimismo como el
"campo medicinal" y también "campo de cinabrio", pues tiene
el poder sanador de la energía Chi original o energía ancestral (congénita)
acumulada allí.
El cinabrio es un mineral rojizo de la clase de los sulfuros. Está compuesto en un 85% por mercurio y 15% de azufre. En su simetría y caracteres ópticos presenta un parecido notable con el cuarzo.
En la antigüedad, fue utilizado para preservar huesos humanos y en pinturas rupestres (como las descubiertas cerca de Almadén). Tal vez siguiendo esa tradición como preservador de huesos, los alquimistas utilizaron el cinabrio para preparar un elixir que, suponían, aseguraba la longevidad. En medicina china, se denomina metafóricamente cinabrio a la energía sexual o esencia, recibida de los padres (información genética) en el momento de la concepción y que se va agotando a lo largo de la vida.
El cinabrio representaba dos cualidades
esenciales buscadas en la alquimia interna: flexibilidad y resistencia.
La energía generada en el tan tien inferior es utilizada por el cuerpo para funcionar y regenerarse normalmente y además potencia sus capacidades:
resistencia a las enfermedades, al frío, aumento de la fuerza y la vitalidad,
calma y claridad mental, equilibrio emocional.
Es el laboratorio principal y el
centro fundamental de la alquimia
interior.
Los alquimistas
de la antigüedad creían que a lo largo de un proceso meticulosamente
estructurado, y gracias a la utilización de distintos productos minerales y
materias vegetales, se podía llegar a crear químicamente un tipo de
materia o sustancia (una medicina, un elixir, oro…) libre de todas las
imperfecciones y desgastes causados por el paso del tiempo, y capaz de restituir el momento
primordial anterior a que la energía cósmica se separe en las dos polaridades
opuestas (yin y yang).
Lo más importante en la creencia de los alquimistas es que durante el proceso de creación de un oro perfecto, el cuerpo y el alma se irían purificando simultáneamente, transformándole en una persona más evolucionada, liberada de toda las impurezas adquiridas durante la experiencia de la vida, y capaz de modificar a voluntad la realidad y el mundo físico.
Lo más importante en la creencia de los alquimistas es que durante el proceso de creación de un oro perfecto, el cuerpo y el alma se irían purificando simultáneamente, transformándole en una persona más evolucionada, liberada de toda las impurezas adquiridas durante la experiencia de la vida, y capaz de modificar a voluntad la realidad y el mundo físico.
El trabajo en el laboratorio (alquimia
externa), debía ser complementado con el trabajo interior (alquimia interna o espiritual) y
en textos medievales chinos se explica la necesidad de completar la vía
interna, que es considerada superior, para poder alcanzar la meta final del
método inferior que es la alquimia externa.
La alquimia interna es una forma de
cultivo interior que conduce a la trascendencia y a la iluminación. En términos de física moderna
diríamos que es lo que le permite a la conciencia realizar un salto cuántico y
pasar a un nivel superior de energía e información.
El objetivo es unificar la energía del cuerpo y armonizarla con la energía cósmica
La labor del alquimista es recuperar la
pureza de la energía anterior al mundo material (vida física), representada por el período
prenatal (denominado “del Cielo anterior”).
Mediante la alquimia espiritual se busca
la unificación de dos componentes vitales en el interior del ser humano: por un
lado, los aspectos psíquicos, emocionales e invisibles, denominados xing
(naturaleza innata, alma o conciencia), y los aspectos físicos, energéticos y
orgánicos llamados ming (vida).
En la fase prenatal, el embrión humano
contiene en sí mismo ambos aspectos de manera unificada, pero después del
nacimiento, se van distanciando (xing asciende hacia la cabeza y ming desciende
hacia el abdomen y los genitales), hasta que su separación provoca el fin de la
vida.
Para volver a unir los dos componentes, hay que contemplar su propio cuerpo como un laboratorio; el corazón y los riñones son el crisol y las materias que usará son los Tres Tesoros:
-Esencia (jing), que corresponde a grosso modo con el cuerpo físico. Más específicamente es una sustancia original, de lo primero en la materialización de la energía, con capacidad para procrear, regenerarse y generar células (tejidos, órganos, etc).
-Energía (chi), que se asocia con el aliento interior (prana), la energía vital y también con la respiración.
-Espíritu o conciencia (shen), que se relaciona con las funciones de la mente.
Debes recoger estos tres elementos, como si se tratara de minerales o plantas medicinales, y mezclarlos dentro del crisol (los centros energéticos o tan tien) para su cocción, gracias a la acción del pensamiento concentrado, que representa el fuego.
Para volver a unir los dos componentes, hay que contemplar su propio cuerpo como un laboratorio; el corazón y los riñones son el crisol y las materias que usará son los Tres Tesoros:
-Esencia (jing), que corresponde a grosso modo con el cuerpo físico. Más específicamente es una sustancia original, de lo primero en la materialización de la energía, con capacidad para procrear, regenerarse y generar células (tejidos, órganos, etc).
-Energía (chi), que se asocia con el aliento interior (prana), la energía vital y también con la respiración.
-Espíritu o conciencia (shen), que se relaciona con las funciones de la mente.
Debes recoger estos tres elementos, como si se tratara de minerales o plantas medicinales, y mezclarlos dentro del crisol (los centros energéticos o tan tien) para su cocción, gracias a la acción del pensamiento concentrado, que representa el fuego.
Cuando el cuerpo, la respiración y la mente se vuelven unidad, se obtiene el “elixir” o “cinabrio”, que es una sustancia o un tipo de medicina destinada a reparar los daños provocados por el paso del tiempo y por distintos factores emocionales, físicos, energéticos, sexuales o alimenticios, los cuales conducen a una pérdida continua de la vitalidad, que debilita y acorta la vida.
Es por ello que en la práctica de la alquimia espiritual se tiende a utilizar distintos elementos de las prácticas taoístas y budistas: técnicas respiratorias, visualizaciones, ejercicios energéticos (hoy conocidos como chi kung o qigong), alquimia, meditación, masajes y dieta.
Los maestros alquimistas desarrollaron métodos para afinar la respiración hasta suspender cualquier movimiento externo que la delate, la llamaron respiración embrionaria, por imitar a la respiración y el flujo de energía en el feto; la abstención de alimentación sólida durante períodos prolongados de tiempo, y la retención de la eyaculación en hombres o la suspensión de la menstruación en las mujeres.
Estas técnicas están destinadas a
controlar las tres principales acciones que mantienen y perpetúan la vida: la respiración,
la alimentación y la procreación.
Al no permitir ninguna expresión exterior (pérdida) de las fuerzas vitales, éstas pueden concentrarse en el interior, dando nacimiento a un nuevo ser, invisible e intangible, pero rector de todas las actividades en el interior de la persona.
Este ser humano, constituido de energía pura, es representado por la imagen alquímica del Elixir de Oro, una píldora refulgente y llena de vida que aparece en la superficie del crisol en la fase final de la alquimia exterior.
Este ser luminoso, sin forma ni apariencia, representa el alma del alquimista y poco a poco se irá exteriorizando y tomando forma en el mundo físico. Esta alma inmortal, libre de la dependencia del tiempo y el espacio, es llamada Flor de Oro, un brote de energía pura que eclosionará cuando se corte el último de los lazos con la energía caduca que vamos adquiriendo a lo largo de la vida.
La información recolectada por las experiencias de la vida se transforman en energía y memoria.
Cuando se liberan o se trascienden las ataduras del mundo físico, el alma abandona el cuerpo y asciende a los Cielos, es decir, se funde nuevamente con la conciencia cósmica. Retorna a la fuente original enriqueciéndola con información.
En el Taoteking se dice: “morir pero no desaparecer: he aquí la longevidad”.
A lo largo del proceso o camino de la alquimia espiritual, aunque aún estés sujeto al mundo físico y a la inevitable muerte, has ordenado tu microcosmos y lo has armonizado con el macrocosmos natural, y lo has conseguido en esta vida, manteniendo tu corporalidad y sin renunciar a tu vida cotidiana, realizando en verdad una Gran Obra.
Al no permitir ninguna expresión exterior (pérdida) de las fuerzas vitales, éstas pueden concentrarse en el interior, dando nacimiento a un nuevo ser, invisible e intangible, pero rector de todas las actividades en el interior de la persona.
Este ser humano, constituido de energía pura, es representado por la imagen alquímica del Elixir de Oro, una píldora refulgente y llena de vida que aparece en la superficie del crisol en la fase final de la alquimia exterior.
Este ser luminoso, sin forma ni apariencia, representa el alma del alquimista y poco a poco se irá exteriorizando y tomando forma en el mundo físico. Esta alma inmortal, libre de la dependencia del tiempo y el espacio, es llamada Flor de Oro, un brote de energía pura que eclosionará cuando se corte el último de los lazos con la energía caduca que vamos adquiriendo a lo largo de la vida.
La información recolectada por las experiencias de la vida se transforman en energía y memoria.
Cuando se liberan o se trascienden las ataduras del mundo físico, el alma abandona el cuerpo y asciende a los Cielos, es decir, se funde nuevamente con la conciencia cósmica. Retorna a la fuente original enriqueciéndola con información.
En el Taoteking se dice: “morir pero no desaparecer: he aquí la longevidad”.
A lo largo del proceso o camino de la alquimia espiritual, aunque aún estés sujeto al mundo físico y a la inevitable muerte, has ordenado tu microcosmos y lo has armonizado con el macrocosmos natural, y lo has conseguido en esta vida, manteniendo tu corporalidad y sin renunciar a tu vida cotidiana, realizando en verdad una Gran Obra.
El ser biológico y el ser social se vuelven uno
La influencia de esta Obra es infinita.
El tantien inferior
La importancia del tan tien inferior o
centro umbilical proviene de su papel en el crecimiento del embrión.
Después de la concepción, el embrión comienza a dividirse inmediatamente y pronto se adhiere a la pared
del útero. Se desarrolla el cordón umbilical por el que se alimenta el feto. El punto donde el cordón
umbilical está unido al bebé es el ombligo.
Mientras el feto se encuentra todavía en el útero materno, la energía entra al ombligo por el cordón umbilical. Luego circula por el riñón izquierdo, después por el riñón derecho, desciende hasta el centro sexual y el perineo y sube por la columna hasta la cabeza. Luego desciende por la lengua y regresa al ombligo. Este curso de circulación constituyela Orbita Microcósmica que armoniza la energía Yin y
Yang del feto.
Mientras el feto se encuentra todavía en el útero materno, la energía entra al ombligo por el cordón umbilical. Luego circula por el riñón izquierdo, después por el riñón derecho, desciende hasta el centro sexual y el perineo y sube por la columna hasta la cabeza. Luego desciende por la lengua y regresa al ombligo. Este curso de circulación constituye
El feto se alimenta con la energía
umbilical y elimina los desechos por el ombligo. Después del nacimiento,
mientras el niño crece, el cuerpo sigue enviando toxinas a esta zona.
El centro umbilical equilibra todas las
fuerzas y es el centro de gravedad física. El cuerpo se mueve alrededor de este
centro al sentarse, ponerse de pie o practicar en movimiento.
El centro umbilical, tan tien inferior
o simplemente tantien, transforma las energías del cielo, la tierra y la
del plano humano en energía vital beneficiosa y fundamental para el cuerpo.
El ombligo y la zona del bajo vientre, es el
lugar donde se absorbe, transforma y almacena la energía vital. En esta región
no debe haber congestiones ni tensiones para que la energía pueda circular y
fluir sin obstáculos.
Este es un sitio de transformación, donde
mutan entre sí la esencia (Jing), la energía (Chi) y el espíritu (Shen). Podría decirse también que es
el sitio de unión y transformación de los planos físico, mental y
espiritual.
Las prácticas como zazen, chi kung (qi gong),
taichichuan o las artes marciales, hacen hincapié en llevar la energía a
la región umbilical, que está también relacionada con el cerebro profundo y
primitivo, el que nos conecta con la naturaleza original de nuestro ser y es fuente de sabiduría e intuición.
zazen |
Cuidar y cultivar la energía vital es muy sencillo y agradable, es un camino de autoconocimiento, de
exploración y aprendizaje, que a veces requiere esfuerzo y siempre dedicación,
y su práctica es difícil para algunos justamente porqué no pueden dejar o
disminuir sus preocupaciones, miedos, malos hábitos, adicciones (físicas y
emocionales) o ciertos puntos de vista equivocados (vieja programación reactiva sin ninguna utilidad en el presente).
Una cosa es cierta, si no cuidas el
cuerpo físico, sino exploras y desarrollas tu cuerpo de energía, sino tratas de
aprender y expandir tu conciencia, si todavía no has realizado que eres un ser luminoso conectado con todo las cosas y en
unidad con todos los seres, no solo estás malgastando tu breve tiempo de
existencia en esta tierra, estás haciendo que tu viaje de conocimiento sea
duro, fragmentado y la mayor parte del tiempo doloroso.
Despierta del sueño de tus condicionamientos mentales y tu
historia personal
Debes calmar tu mente y abrir tu corazón
Dirige la luz de tu mirada hacia tu interior y acepta de una vez
tu naturaleza cósmica