Hay una habilidad del agua que la ciencia pasa por alto. Y es que el agua tiene memoria
Este fenómeno, obviamente está más allá del nivel aceptado de la investigación convencional.
Varios investigadores, tales como el Prof. Benveniste, el Dr. Ludwiy y el Prof. Schweitzer, han proporcionado clara evidencia que el agua actúa como un registrador líquido y es capaz de recibir, almacenar y transmitir vibraciones electromagnéticas.
Por tener las moléculas del agua polos positivo y negativo, se comportan como pequeños imanes. Ellos de adhieren a sus moléculas vecinas y forman grupos de varios cientos de moléculas, Esto es conocido desde hace ya tiempo. Estos grupos son estructuras muy sensibles y las influencias vibratorias pueden imprimirse en ellas.
Esto es lo que le da al agua la habilidad de almacenar información.
El agua es un vehículo de información.
La homeopatía utiliza esta propiedad. En la homeopatía, una sustancia es diluida tantas veces, que eventualmente ya no queda molécula de la sustancia original. Sin embargo, no solo mantienen el efecto si no que lo incrementan. Esto ha sido demostrado en gran cantidad de experimentos, y, después de todo, la homeopatía tiene más de 200 años y todavía sigue vigente.
La homeopatía funciona por la habilidad que tienen los grupos de moléculas para almacenar impresiones vibratorias. Cada sustancia y elemento tiene su propio patrón vibratorio individual.
Si llevamos a cabo el proceso homeopático de diluir y agitar, este patrón vibratorio llega a bloquearse dentro de la estructura grupal del agua. Cuando tomamos este remedio preparado homeopáticamente, la estructura del grupo es transferida hacia nosotros, y nosotros respondemos al patrón vibratorio de la sustancia original, con la cual es preparado el remedio.
Las flores de Bach y similares, funcionan con este mismo principio
Este fenómeno fue demostrado siguiendo el procedimiento científico por el Prof. Benveniste en Francia, a finales de los años ochenta, y fue confirmado por investigadores en cinco diferentes universidades.
El experimento de Benveniste estudió la influencia de sustancias diluidas y agitadas en agua,
Otro ejemplo es el experimento con cristales de agua de Emoto, que estudia los efectos de los pensamientos y la música en el agua.
Este fenómeno, obviamente está más allá del nivel aceptado de la investigación convencional.
Varios investigadores, tales como el Prof. Benveniste, el Dr. Ludwiy y el Prof. Schweitzer, han proporcionado clara evidencia que el agua actúa como un registrador líquido y es capaz de recibir, almacenar y transmitir vibraciones electromagnéticas.
Por tener las moléculas del agua polos positivo y negativo, se comportan como pequeños imanes. Ellos de adhieren a sus moléculas vecinas y forman grupos de varios cientos de moléculas, Esto es conocido desde hace ya tiempo. Estos grupos son estructuras muy sensibles y las influencias vibratorias pueden imprimirse en ellas.
Esto es lo que le da al agua la habilidad de almacenar información.
El agua es un vehículo de información.
La homeopatía utiliza esta propiedad. En la homeopatía, una sustancia es diluida tantas veces, que eventualmente ya no queda molécula de la sustancia original. Sin embargo, no solo mantienen el efecto si no que lo incrementan. Esto ha sido demostrado en gran cantidad de experimentos, y, después de todo, la homeopatía tiene más de 200 años y todavía sigue vigente.
La homeopatía funciona por la habilidad que tienen los grupos de moléculas para almacenar impresiones vibratorias. Cada sustancia y elemento tiene su propio patrón vibratorio individual.
Si llevamos a cabo el proceso homeopático de diluir y agitar, este patrón vibratorio llega a bloquearse dentro de la estructura grupal del agua. Cuando tomamos este remedio preparado homeopáticamente, la estructura del grupo es transferida hacia nosotros, y nosotros respondemos al patrón vibratorio de la sustancia original, con la cual es preparado el remedio.
Las flores de Bach y similares, funcionan con este mismo principio
Este fenómeno fue demostrado siguiendo el procedimiento científico por el Prof. Benveniste en Francia, a finales de los años ochenta, y fue confirmado por investigadores en cinco diferentes universidades.
El experimento de Benveniste estudió la influencia de sustancias diluidas y agitadas en agua,
Otro ejemplo es el experimento con cristales de agua de Emoto, que estudia los efectos de los pensamientos y la música en el agua.
Los hallazgos de Emoto son mucho más asombrosos porque muestran que el agua puede reconocer el contenido de pensamientos y palabras, y reaccionar a estos.
Contaminación
Si el agua es tan susceptible a impresiones vibratorias como esta, ¿también tomará las impresiones de contaminantes y químicos ambientales y los transfiere a nosotros cuando tomamos el agua? No parece ser así: el Dr. Wolfgang Ludwig en Alemania ha llevado a cabo pruebas que muestran que no solo los contaminantes físicos tienen efectos dañinos, si no también el agua que ha sido expuesta a esos contaminantes, porque la estructura del grupo ha tomado esas impresiones vibratorias.
El agua de la red que bebemos y los sistemas convencionales de tratamiento de aguas no son los adecuados.
Pueden quitar los agentes contaminantes físicos y producir agua de potable que esté, incluso químicamente limpia, sin embargo la estructura grupal del agua queda completamente alterada por el tratamiento y, después del tratamiento todavía transportará el patrón vibratorio de las toxinas y de los productos químicos al cuerpo humano.
La contaminación atmosférica originada en procesos industriales, químicos y pesticidas y por la contaminación electromagnética de todo tipo, incluso a nivel de comunicaciones, tiene un impacto vibracional en el agua que bebemos.
Contaminación
Si el agua es tan susceptible a impresiones vibratorias como esta, ¿también tomará las impresiones de contaminantes y químicos ambientales y los transfiere a nosotros cuando tomamos el agua? No parece ser así: el Dr. Wolfgang Ludwig en Alemania ha llevado a cabo pruebas que muestran que no solo los contaminantes físicos tienen efectos dañinos, si no también el agua que ha sido expuesta a esos contaminantes, porque la estructura del grupo ha tomado esas impresiones vibratorias.
El agua de la red que bebemos y los sistemas convencionales de tratamiento de aguas no son los adecuados.
Pueden quitar los agentes contaminantes físicos y producir agua de potable que esté, incluso químicamente limpia, sin embargo la estructura grupal del agua queda completamente alterada por el tratamiento y, después del tratamiento todavía transportará el patrón vibratorio de las toxinas y de los productos químicos al cuerpo humano.
La contaminación atmosférica originada en procesos industriales, químicos y pesticidas y por la contaminación electromagnética de todo tipo, incluso a nivel de comunicaciones, tiene un impacto vibracional en el agua que bebemos.
De todas formas, la Tierra como organismo vivo tiene la capacidad de purificarse y encontrar su equilibrio, incluso nuestro cuerpo, si lo cuidamos convenientemente, con ejercicios adecuados, aprendiendo a respirar, teniendo una alimentación natural, equilibrando además pensamientos y emociones, tiene la capacidad de purificarse y de encontrar su equilibrio.
Lo interesante es que como cuerpos físicos somos 2/3 partes de agua.
La naturaleza del agua que nos forma no es diferente que la de los océanos o la lluvia.
Nuestros pensamientos y emociones influyen directamente en las células incluso más allá del nivel molecular.
Forma parte indisociable de la vida. Sin ella no sería posible la vida.
Nuestros pensamientos y emociones influyen directamente en las células incluso más allá del nivel molecular.
Forma parte indisociable de la vida. Sin ella no sería posible la vida.
El agua es vida porque esta viva y responde a la conciencia.