domingo, 21 de diciembre de 2008

hablamos como pensamos


El ser humano es la única criatura sobre la tierra que tiene dos tipos de lenguaje: uno es el lenguaje no verbal, que nos permite la comunicación de las emociones no sólo con nuestros semejantes sino incluso con otros animales; el otro es el lenguaje verbal, propio de los humanos, que nos permite mediante palabras comunicar lo que pensamos.

"Hablamos con el hemisferio izquierdo"... Este fue el hallazgo que a mediados del siglo XIX hizo el médico francés Paul Broca. El centro del habla se encuentra en el lóbulo frontal izquierdo más precisamente en la tercera circunvolución frontal (área de Broca).
Hacia fines del mismo siglo, un neurólogo alemán de 26 años, Karl Wernicke, hacía otro descubrimiento trascendental: las palabras se interpretan no en el área de Broca sino en la primera circunvolución temporal izquierda (área de Wernicke), muy cerca del área de la audición de ese hemisferio.
Treinta años después del hallazgo de Broca, un neurólogo francés, Jules Dejerine, hizo un nuevo descubrimiento.
Una lesión en el lóbulo parietal izquierdo puede producir pérdida del lenguaje, pero limitada a la escritura y la lectura, mientras que se preserva la comunicación oral (habla). Todos estos hallazgos demostraron que el hemisferio izquierdo es, por así decirlo, el dueño del lenguaje verbal, ya sea hablado, leído o escrito.


En la actualidad, más de cien años después de estos descubrimientos, las neuroimágenes muestran que con sólo pensar o nombrar un objeto, el metabolismo cerebral se activa en la región temporal izquierda.
Si pensamos en un verbo o una acción, el metabolismo se desplaza hacia el lóbulo frontal. Se identifican hoy las estructuras encargadas de la lectura, la articulación del lenguaje, o la comprensión del lenguaje hablado.


Evidentemente el hemisferio izquierdo está programado para poder hablar con gramática aunque él no sepa qué es la gramática. Por eso los niños están capacitados para aprender cualquier idioma, ya sea español, polaco o chino. Más interesante aún, lo aprenden siempre en la misma secuencia: primero los sustantivos, luego los verbos hasta formar frases y hacia los cinco años inician la lectoescritura, una forma de lenguaje mucho más compleja, a la cual hasta hace medio siglo solo llegaban algunos privilegiados.
Este tipo de aprendizaje ocurre en un tejido cerebral genéticamente programado para hacerlo.


La habilidad verbal del hemisferio izquierdo es debida a un proceso adaptativo que ha madurado en el curso de mucho miles de años. Se piensa que los prehomínidos sólo tenían un lenguaje no verbal, basado en gritos, mímica y posturas especiales.
Según los antropólogos la aparición del lenguaje verbal es reciente, y podría haber ocurrido hace unos 500,000 años (homo erectus). Según los lingüistas, que analizan las diferencias entre los idiomas y calculan así cuándo pudo existir esa lengua primigenia, hace tan sólo unos 100,000 años el primer grupo de Homo sapiens empezó a comunicarse con palabras. La lectoescritura se inventó hace menos de 10,000 años pero sólo se masificó con el descubrimiento de la imprenta hacia 1473.
En la actualidad el proceso de aprendizaje se ha acelerado exponencialmente, con el desarrollo de los medios de comunicación y en especial Internet que en manos de niños de cinco años les permiten el acceso en instantes a todo el conocimiento que la humanidad ha acumulado en miles de años.
Si a todas las habilidades verbales les adicionamos la destreza motora (mano derecha) que también es controlada por el hemisferio izquierdo, por lo menos en el 90% de los seres humanos, encontramos la explicación de por qué el hemisferio izquierdo se lo ha considerado el hemisferio mayor o hemisferio dominante. Se han propuesto varias hipótesis para explicar estas asimetrías cerebrales.


El ser humano nace con su sistema nervioso todavía muy inmaduro, los niños necesitan ser alzados por sus madres durante más de un año, lo que no sucede con nuestros parientes primates que desde el nacimiento se pueden colgar o cabalgar sobre sus madres y ellas pueden entonces continuar trepando a los árboles, lo que no podría hacer una mujer.
Este fenómeno – afirman algunos – obligó a esos seres humanos primitivos a bajar de los árboles y defenderse con ingenio en la sabana, incluso con el control del fuego para ahuyentar a los predadores. Se cree que las madres de entonces, como las de ahora, preferían alzar sus crías con el brazo izquierdo para adormecerlas con la música del corazón. Así el brazo derecho puede quedar libre para adquirir habilidades de movimientos complejos en lugar de las funciones más simples de agarre con el brazo izquierdo. La idea de una dominancia del hemisferio izquierdo se ha mantenido, con toda razón, en las ciencias neurológicas durante más de cien años. Sólo en las últimas cuatro décadas se han comenzado a descubrir las habilidades del hemisferio derecho, que por no saber hablar ha quedado oculto en las penumbras de los terrenos ajenos a la conciencia.
Freud sostenía que las fuerzas inconscientes de la personalidad - que tienen su origen en estructuras profundas y más antiguas del cerebro (subcorticales) - son de una importancia similar a las estructuras concientes o neocorticales.



Los hemisferios cerebrales separados pueden funcionar en forma tan independiente como dos personalidades diferentes y tener incluso en ocasiones comportamientos antagónicos. Algunos investigadores llegaron a catalogar las diferencias, que son bastantes.



Se cree que por un proceso adaptativo ante las dos grandes realidades que no podemos modificar como son el tiempo y el espacio, el hemisferio derecho se ha especializado en el espacio, mientras que el izquierdo se apoya más en el análisis temporal del sonido que configura las secuencias simbólicas que conocemos como lenguaje, ya sea oral o escrito. Por este mismo motivo el hemisferio izquierdo es focal, una idea tras otra, en tanto que el derecho es global, todo al mismo tiempo.
El derecho es no verbal porque requiere analizar a un tiempo, gesto, mímica, postura, mirada y entonación.

Con estas mismas bases, el izquierdo es racional, lógico y objetivo, el derecho es emocional, intuitivo y subjetivo.

El izquierdo analiza, propone y piensa de manera lineal, mientras que el derecho sintetiza, imagina y piensa de forma simultánea. El izquierdo es lógico, convergente y simbólico, el derecho es analógico, divergente y concreto.
Si queremos simplificar esta larga lista, podríamos resumir diciendo que el izquierdo razona y el derecho motiva; el izquierdo analiza y el derecho impulsa; el izquierdo reflexiona y el derecho intuye.



Nuestro sistema educativo, y en general la ciencia, tienden a olvidar la forma no verbal del intelecto y esto ha traído como consecuencia, particularmente en occidente, que el hemisferio derecho haya sido relegado (olvidado), es más, se puede decir que la sociedad moderna está construida por el cerebro izquierdo.
En los últimos 25 años, más de cien años después del descubrimiento de Broca, se han empezado a descubrir habilidades no verbales del lenguaje en las cuales el hemisferio derecho es francamente dominante.
En base a investigaciones médicas se sabe que este tipo de lenguaje ocupa exactamente las mismas áreas que ocupa el lenguaje verbal en el hemisferio izquierdo. Cuando falla la arteria carótida del lado derecho se producen cuadros clínicos también copiados en espejo de lo que sucede con los diversos tipos de afasias (en el lado izquierdo), pero que han recibido el nombre de disprosodias, debido a que es la musicalidad de la voz la que se altera. Hay disprosodia motora si se altera la 3a. circunvolución frontal derecha o disprosodia sensitiva si el paciente no comprende la musicalidad de la voz ajena.
Y no solo se pierde la musicalidad del lenguaje, también se pierde la gracia que motiva la entonación emocional de la voz. También pierden la vivacidad mímica que acompaña a la prosodia.



Pero la participación del hemisferio derecho va más allá de la simple musicalidad y se extiende hasta el lenguaje poético que emplea un sentido ambiguo que no respeta la lógica como ocurre con las metáforas.

Un dato interesante: muchos zurdos, que se supone tienen bien desarrollado su hemisferio derecho y por lo tanto poseen una concepción mejor estructurada del espacio y la musicalidad, se les facilita la pintura y el dibujo como lo demuestra el gran genio zurdo del renacimiento, Leonardo Da Vinci., y la música, como por ejemplo: Paul Maccartney.



Otra habilidad del hemisferio derecho es la de reconocer caras; para eso es un experto. La expresión emocional de las caras es sutil y compleja pero la interpretamos de manera holística e intuitiva para descubrir el mensaje o la intención y también el trasfondo de la personalidad del otro.


Darwin, gran observador de la evolución y de las especies, profundizó en el estudio del lenguaje de las emociones. Este lenguaje de la mímica facial es muy precoz y desde los primeros meses se percibe en los niños, que copian la expresión de las caras y elaboran las emociones correspondientes, en un lenguaje que es fundamental para la maduración de su sistema límbico.



El lenguaje no verbal del hemisferio derecho está motivado por la emoción y es de valor comparable al lenguaje verbal y lógico del hemisferio izquierdo, que más bien está motivado por la reflexión.

Lo cierto es que gracias al hemisferio derecho que la realidad puede transformarse en algo bello y creativo como puede serlo la música, la poesía, la pintura y el arte en general.



La inteligencia emocional es el manejo inteligente de las emociones.



El cuerpo calloso con sus 200 millones de fibras se encarga de unir los dos hemisferios y de hacer que nuestra personalidad no sea dual sino una sola, aunque llena de paradojas y contradicciones entre lo racional y lo emocional, lo material y lo espiritual, lo bueno y lo malo, etc. Los dos hemisferios son diferentes, a tal punto que si se lesiona la conexión entre ambos la personalidad se divide, como si hubiera 2 personas en una.


Cada hemisferio procesa un tipo de información. Son opuestos pero están unidos y son complementarios, es decir, trabajan juntos, y cuando es así, el pensamiento que surge es equilibrado y creativo, aumentando su dimensión y profundidad ya que contiene mucha más información asociada.



Parece que las mujeres tienen un mayor número de fibras de conexión en el cuerpo calloso que los hombres, eso explicaría su facilidad para el lenguaje verbal, y también el hecho de que en general tengan más puestos los pies sobre la tierra gracias a su habilidad para percibir el detalle y a su intuición infalible.



Es importante realizar actividades relacionadas con el cerebro derecho, como la música, dibujo y pintura y también otras expresiones artísticas. La práctica regular de disciplinas como la meditación zen (zazen) o el taichichuan estimula además zonas profundas del cerebro que generalmente están en desuso, favoreciendo el equilibrio y optimizando las funciones de ambos hemisferios.

viernes, 12 de diciembre de 2008

como mejorar la inteligencia


Los caminos de la inteligencia

La inteligencia no depende de la genética, ya que utilizamos solo aproximadamente el 10 % de nuestras capacidades cerebrales. Esto significa que aunque tengamos un excelente diseño de fábrica, con muy buenos genes y alto coeficiente intelectual, sino utilizamos y desarrollamos estas capacidades, se desperdician… y la naturaleza no desperdicia nada.
Veamoslo en un simple ejemplo:
A tiene en teoría 10 de inteligencia, con una buena genética, y por alguna razón: pereza, ignorancia o lo que sea solo usa la mitad de su capacidad, es decir 5, inteligencia real=5.
B es una persona aparentemente menos "dotada" digamos, tiene 5 de inteligencia pero usa toda su capacidad intelectual, o sea 5.
Los dos casos suman 5…pero veremos que no es lo mismo.
La diferencia es que B en apariencia es menos inteligente pero funciona en su totalidad, como organismo es un éxito con muchas más chances de sobrevivir y evolucionar, distinto es el caso de A que es un mediocre y sus posibilidades por lo tanto estan reducidas. Conclusión: B es más inteligente.

Lo importante es la actitud para utilizar plenamente las posibilidades de nuestro espíritu.
El secreto está en la manera en que tratamos y organizamos la información, interpretamos nuestras experiencias y, en términos generales, representamos la realidad.

He aquí algunas claves para volverse “más inteligente”:

1) Pensar por sí mismo: No tomar como propios los pensamientos de otros ni elaborar juicios solo con los elementos que nos brindan los medios de comunicación, las informaciones, la publicidad o los responsables de la política o la educación. Hacer uso siempre del libre albedrío y del discernimiento. Hay que conocer cual es nuestro propio pensamiento en función de cómo vemos y sentimos realmente y saber que cada uno tiene un punto de vista diferente de acuerdo a la posición que ocupa en un determinado tiempo y lugar.

2) Escuchar su intuición: El hemisferio derecho tiene capacidades intuitivas complementarias a la inteligencia lógica y racional del hemisferio izquierdo. La intuición es una forma de conocimiento que no sigue un camino racional para su construcción, es producto de la actividad inconciente del hemisferio derecho que trabaja de manera analógica y está especializado en la percepción global y la orientación en el espacio.
La intuición se forma por una multitud de elementos que el cerebro capta e integra de manera inconciente y brota naturalmente si no es anulada por el pensamiento racional. Es por eso que es esencial escuchar y tener en cuenta nuestras intuiciones y nuestros “sentimientos” sobre el asunto a la hora de tomar decisiones.

3) Pasar del blanco y negro al color: Muchas personas piensan en blanco y negro, es decir, de manera binaria: Si o no, bueno o malo, verdadero o falso, 1 o 0, o vos o yo. Las consecuencias del modo de pensar binario son: el dualismo, el exceso de contradicciones, la falta de matices en la vida, la intolerancia, la separación y aumentando puede llegar a la violencia y a la guerra.
Comenzando a ver otras tonalidades entre los opuestos, es decir, a ver los “grises” entre el negro y el blanco, la reflexión se vuelve sutil y profunda gracias a que tenemos en cuenta otros aspectos o “matices” del complejo mundo que percibimos, de esta forma es posible componer una realidad más bella y creativa.

4) Pasar de la lógica binaria a la lógica tetravalente: Si bien la intuición es importante para ampliar nuestras posibilidades, la inteligencia racional es fundamental a la hora de analizar y resolver ciertos problemas o planteos. Funciona como un programa o “software” analizando la información según una lógica predefinida y programada. Generalmente usamos solo un tipo de lógica binaria que únicamente considera 2 posibilidades opuestas, esto da una visión simplista y falsa de la realidad y obviamente contradictoria, lo que reduce las posibilidades y estrecha el campo de acción.
Como en las computadoras, la versión de la lógica binaria seria el equivalente a un viejo procesador Pentium, que como sabemos, ahora las PC tienen versiones mejoradas de procesadores que son 10 veces más rápidos ( PentiumD ).
La versión mejorada del pensamiento binario es la “lógica tetravalente”.
Por ejemplo en el caso de 2 propuestas contradictorias A y B, la lógica binaria plantea las siguientes posibilidades:


A es verdadero, B es falso
B es verdadero, A es falso

La lógica tetravalente plantea 4 posibilidades:


A es verdadero, B es falso
B es verdadero, A es falso
A y B son verdaderos
A y B son falsos


Este tipo de lógica brinda más flexibilidad y apertura de mente, con lo que mejoran las posibilidades y se ensancha el campo de acción, esto conduce al siguiente logro:

5) Adoptar una visión relativista: Este tipo de visión lleva a ver la realidad con todos sus matices y complejidad yendo aún más lejos que la lógica tetravalente ya que evalúa cada cosa en relación a la otra, es decir, no en términos absolutos sino relativos. Significa que en sí mismo nada es malo ni bueno, ni poco o mucho, ni verdadero o falso, etc., sino que más bien está de acuerdo al punto de referencia con el que se compare.


La misma realidad puede ser vista de manera diferente según el punto de vista del observador.




Es por eso que debemos aprender a observar las cosas desde diferentes lugares.




Se trata de cambiar la posición de observación (o comprensión) habitual y considerar simultaneamente las otras posiciones (o comprensiones). De esta forma vemos otros aspectos de la misma cosa que sino permanecerían ocultos.
Otro punto importante a tener en cuenta es la “causalidad”. Tenemos la tendencia a creer que los problemas tienen una causa única, sin considerar que en realidad son el resultado de múltiples causas que se manifiestan de diferente manera y en diferentes proporciones.

6) Pensar en 4D: La mayoría de los humanos piensan y ven el mundo en 3D, las tres dimensiones del espacio que los rodea (adelante-atrás, arriba-abajo y a los lados). Reflexionan y actúan basados en una “representación mental” de la realidad que es de 3D.

Pero si le agregamos 1 dimensión mas, evidentemente ampliamos el pensamiento, lo redimensionamos. Se vuelve un pensamiento en 4D. Esta nueva dimensión es el TIEMPO, es decir, tenemos ahora la capacidad de ver la evolución de las cosas en el tiempo.


Esto es lo que distingue a los grandes estrategas, tienen en cuenta el factor tiempo en sus consideraciones, así pueden establecer estrategias a largo plazo que utilizan los efectos del tiempo en las personas y las circunstancias, permaneciendo la mayoría de los elementos de la estrategia ocultos para el adversario ya que se sitúan en el futuro. En nuestras consideraciones personales debemos incluir siempre el paso del tiempo, la impermanencia y la naturaleza dinámica del universo. De esta manera podemos hacer proyectos y estrategias e influir de manera segura y profunda en la estructura de la situación.

7) Tomar distancia en el tiempo y en el espacio: Cada época y lugar tiene su supuesto, sus “verdades” y modelos; sus paradigmas. Estructurando en función de eso la vida de la sociedad en todos sus niveles: leyes, ciencias, medicina, cultura, creencias y religiones, modas, supersticiones, etc.

-Antiguamente algunas enfermedades, por ejemplo la lepra, eran consideradas como maldición de los dioses. Esto hacía que aislaran al leproso tratándolo como un desperdicio, hoy sabemos que la lepra difícilmente contagia y además se puede curar.
-En la edad media creían que la Tierra era plana y que el sol giraba alrededor de ella, que en esa época se ubicaba en el centro del universo. La Iglesia defendía esta postura a punta de crucifijo y hoguera.
-A principios del siglo XX la mayoría de los hombres consideraban imprescindible llevar sombrero y la mayoría de las mujeres usar corset. ¿Cambió la moda no?
-A principios del siglo XXI la mayoría de las personas creen que la finalidad de sus vidas es obtener el máximo de gozo consumiendo a cualquier costo los mejores bienes y servicios a los que pueda acceder...

Es interesante observar los ciclos de la historia y como cambian las “verdades a través del tiempo y los lugares, para darnos cuenta que es mejor no identificarse con los aspectos cambiantes del mundo. Todo depende de la distancia en el tiempo y en el espacio con la que consideremos las cosas ya que existen diferentes niveles de manifestación en todos los fenómenos...por ej:


Para alguien que está sentado en la Tierra, esta no se mueve, pero si se observa desde el espacio podría decirse que esa persona sentada da 1 vuelta con la Tierra cada 24 hs a 1700 Km/hora, y otro observador ubicado fuera del sistema solar, diría que esa misma persona que está sentada en ese pequeño planeta azul llamado Tierra además se mueve alrededor del sol a una velocidad de 29,5 Km por segundo, recorriendo en una hora 106.000 kilómetros, o sea 2.544.000 km/día y dar una vuelta completa alrededor de su estrella le lleva un año.
Cuando tomamos distancia de la situación podemos ver detalles que antes no se percibían.

Para ver nuestra sociedad en su conjunto y comprender la época y el lugar que a uno le toca vivir, debemos reubicarla en el contexto de la historia y de la evolución del ser humano. También en el nivel personal, el momento presente debe ser reubicado en la perspectiva total de nuestra vida y teniendo en cuenta la duración de esta, así cada fenómeno, cada situación toma su verdadera dimensión.


Pensar de esta manera produce una expansión de la conciencia y también debido a que la conciencia se expande podemos pensar así.


Está directamente relacionado con la calidad del pensamiento y con la cantidad de información que este contenga, y eso significa la participación de áreas diferentes en el cerebro interconectadas por medio de una vasta red de miles de millones de neuronas. Cuanto más áreas neuronales se conecten y asocien mas amplio e "inteligente" será el pensamiento.
Como se ve, podemos pensar en mono, en estéreo, en 3D, en 4D, o en multiD, en función de la posición y la distancia que tomemos en nuestra observación.
Una foto es una imagen en 2D de una persona que se presenta en 3D pero que en realidad es multiD, es decir, tiene muchas más dimensiones o niveles de existencia que no se ven a simple vista (el nivel del átomo, el nivel celular y de las reacciones quimicas, el de la energía vital, el de la mente y las emociones, etc.). Es imposible conocer a una persona por una foto, de la misma forma es imposible conocer la realidad (y a nosotros mismos) solo con una mirada superficial (en 2D).
De acuerdo al tipo de pensamiento generado se creará una realidad determinada.

No está demás decir que todo proceso de aprendizaje –al igual que la vida- debe ser encarado con alegría y motivación, que son el combustible de la perseverancia y la memoria que a su vez engendran la concentración y la capacidad de foco, ingredientes indispensables de la inteligencia.
Éxitos, y buenos pensamientos!

sábado, 6 de diciembre de 2008

Los 5 agregados


La experiencia de la realidad que percibimos es el producto de la combinación de 5 agregados o procesos interdependientes, llamados en sánscrito skandhas.

Son los cinco constituyentes físicos y mentales de la entidad denominada «persona» o «individuo».

Esta es una de las enseñanzas milenarias del budismo que explica lo insustancial de la realidad y del ego.


La física lo demuestra por otro camino: en su nivel mas fundamental la materia y la energía son lo mismo, lo que percibimos fijo y con sustancia propia, no es más que la actualización momentánea de estados cuánticos, son solo diferentes niveles de organización. Otra característica del mundo subatómico es que a este nivel las partículas constituyentes de la materia estan entrelazadas, es decir, interconectadas.

Así que la realidad cotidiana que percibimos (incluida la percepción de uno mismo) resulta de la combinación de estos 5 factores, que a su vez son variables y dependientes entre sí.
La palabra agregados significa colección, ya que cada agregado es una colección de muchos componentes.
Comenzando por la llegada del estímulo hasta la toma de conciencia y la respuesta intervienen 5 factores o agregados:

1) La forma y el cuerpo: No solo se refiere a los órganos de los sentidos (vista, oido, olfato, gusto, tacto) y al cuerpo físico como tal, sino también a la imagen que tenemos de este.


2) Las sensaciones y emociones: Corresponden a los datos o a la información pura registrada por los 5 sentidos y por la mente. Estas sensaciones primarias, pueden ser agradables, desagradables o dolorosas y neutras. Pero también puede corresponder a intuiciones o emociones que se tienen antes de elaborar conceptos con el pensamiento.


3) Las percepciones y la memoria: Es cuando estos estímulos sensoriales son registrados y reconocidos como objetos distinguibles. Esto forma parte del conocimiento mental o sensorial de cualquier cosa y este reconocimiento implica el haberlo experimentado antes, y aqui es donde interviene la memoria. En este nivel se producen los conceptos (bueno, feo, amigo)


4) Formaciones mentales: También llamados “impulsos de la voluntad”. Cualquier cosa hecha de otro elemento es una formación. Una flor es una formación hecha de luz solar, aire, semillas, tierra, minerales, agua... Así por ejemplo el miedo o los celos son formaciónes mentales. Podría decirse que son las construcciones de la experiencia subjetiva del objeto percibido, es la "idea que tenemos del fenómeno".


5) Conciencia: Es un acto de atención o respuesta de la mente en el que el conocimiento del objeto se hace conciente en nosotros. La conciencia desaparece y resurge cambiada de un instante a otro y actúa de manera discriminatoria y parcial ya que existe un apego a lo percibido como deseable, un rechazo en contra de lo que no se desea e indiferencia a lo que consideramos neutro. Este constante movimiento genera insatisfacción o sufrimiento al no poder controlar como aparecerán esos objetos percibidos. En este nivel opera la respuesta de varias maneras: como pensamientos (conversación o discurso interior), palabras y acciones. Estas 2 últimas incluyen además la interacción con el entorno.


Captamos un estímulo, ya sea mecánico, por los receptores en la piel, o lumínico por la vista o una onda sonora captada por el oído, Los receptores de la membrana traducen la información en impulsos eléctricos que son conducidos por los nervios correspondientes hasta áreas determinadas del cerebro, ya sea la corteza visual, o la auditiva o la somatosensorial en el lóbulo parietal. Estas a su vez están interconectadas con otras zonas y núcleos cerebrales que integran y modulan la respuesta. Así que lo que vemos no es lo que ven los ojos, sino la imagen que se forma en el lóbulo occipital y luego esta imagen es interpretada, clasificada y de acuerdo a la naturaleza del estímulo se elabora una respuesta (motora, glandular, emocional, mental, etc.)


Lo mismo pasa con los estímulos dolorosos, antes de ser percibidos como tales en la corteza sensorial pasan por un filtro de conexiones en el tálamo, este a su vez está conectado con el sistema límbico que se encuentra relacionado con la memoria, la respuesta emocional y el sistema neurovegetativo (respuesta visceral: sudoración, taquicardia, vasodilatación, etc.). Y luego está la toma de conciencia y la valoración que hacemos del fenómeno, y entonces aparece la reacción, la respuesta, que guarda estrecha relación con el aprendizaje, el condicionamiento, las experiencias previas y las características de cada individuo.
La mente cambia incesantemente, al igual que el cuerpo físico cambia de un momento a otro aunque a una velocidad más lenta.

Al observar con claridad que estos componentes de la "realidad", son impermanentes y sin sustancia, disminuye el apego y el rechazo, y esto nos permite controlar y equilibrar los excesos y los sufrimientos.

Modificando esta percepción es posible percibir lo “real” mediante una nueva forma de pensar, de comprender las experiencias y de percibir el mundo que nos rodea. Ampliando la visión, cambiando el punto de vista, observándose con distancia.

El pensamiento, al igual que el cuerpo y la emociones, pueden ser purificados, filtrados, reciclados, sino, se producen bloqueos y estancamientos que a la larga limitan y enferman y la realidad que se genera en consecuencia se vuelve complicada y poco feliz.


La naturaleza -y nosotros como parte de ella- cambia y se renueva todo el tiempo. Las cosas no son lo que parecen. Si observamos esta característica podremos ampliar la percepción adaptándonos más facilmente a los cambios creando una realidad mas armoniosa, saludable y feliz.

jueves, 4 de diciembre de 2008

Neuroplasticidad

Una sola neurona puede integrar entre 10.000 y 15.000 conexiones, todas procedentes de otras neuronas y de células gliales, estas últimas forman parte del tejido no neuronal del cerebro, ocupándose de funciones defensivas, de sostén, nutrición, etc.
Si todo el cerebro cuenta con unas 100.000 millones de neuronas y vemos la cantidad de conexiones o sinapsis que puede establecer una sola neurona, el promedio de sinapsis existente en un cerebro humano es un número tan grande que deja de tener significado en la escala humana.

Las neuronas son un tipo de células del sistema nervioso cuya principal característica es la excitabilidad de su membrana plasmática. Están especializadas en la recepción de estímulos y la conducción del impulso nervioso en forma de potencial de acción, que es un tipo de descarga eléctrica que viaja a través de la membrana celular, lo que hace que sea una vía de transmisión de información entre las células, en este caso entre neuronas o con otros tipos celulares, como por ejemplo fibras musculares, glándulas, etc.
Básicamente, un potencial de acción es un cambio muy rápido en la polaridad de la membrana de negativo a positivo y vuelta a negativo, en un ciclo que dura unos milisegundos. Altamente diferenciadas, la mayoría de las neuronas una vez alcanzada su madurez no se dividen; aunque una minoría si pueden hacerlo. Las neuronas tienen una forma característica adecuada a su función: un soma o cuerpo celular, también llamado pericarion ; una o varias prolongaciones cortas que generalmente transmiten impulsos hacia el cuerpo celular, denominadas dendritas; y una prolongación larga, denominada axón o «cilindroeje», que conduce los impulsos desde el soma o cuerpo hacia otra neurona o hacia otro órgano o un músculo.

Las funciones complejas del sistema nervioso son consecuencia de la interacción entre redes de neuronas, y no el resultado de las características específicas de cada neurona individual.

La neuroplasticidad es la posibilidad que tiene el cerebro para adaptarse a los cambios y funcionar de otro modo modificando las conexiones entre las neuronas. Esto genera cambios en la estructura y en el funcionamiento del cerebro.

La neuroplasticidad positiva crea y amplia las redes, la negativa elimina aquellas que no se utilizan.
Por el mismo principio que gobierna la electricidad estática que existe entre un bolígrafo de plástico y un trozo de papel, si el bolígrafo no repone su carga estática en un tiempo adecuado, el papel tenderá a alejarse del bolígrafo por la propia dinámica del medio. La proximidad entre dendritas y axones depende de la frecuencia con la que la sinapsis se realice. Mayor cantidad de veces se activa la sinapsis mas fuerte y duradera es la conexión.

Las sinapsis que forman las dendritas y los axones no tienen una programación genética predeterminada, de hecho, el nivel de expresión de un gen dado puede estar determinado por las particularidades de la experiencia. La disposición genética predispone ciertas tendencias a la interconexión. Se puede decir que la genética nos predispone para adaptarnos a la dinámica determinista del medio.


Lo innato y lo adquirido

Los genes son responsables del 10 % de las redes, pero el 90% se forma por las experiencias y los conocimientos adquiridos. Los lóbulos frontales son lo último que se forma en el cerebro y completan su maduración a los 21 años, con la mayoría de edad. La forma de ver y actuar en el mundo, los planes y proyectos, el desarrollo personal, dependen de su funcionamiento.

Los lóbulos frontales son los pilares de la neuromodelación consciente, nos dan la posibilidad de planear el destino, como una vía de escape al condicionamiento que imponen los genes. Permiten seguir o cambiar lo que ya no se desea o remodelar la configuración de las conexiones creando nuevas redes que generan una nueva actividad para que los proyectos puedan concretarse exitosamente. Esto es único en la naturaleza, hasta donde sabemos un perro no lo puede hacer, tampoco un ave ni siquiera nuestro primo genético, el chimpancé, con el cual compartimos mas del 99% de los genes. Solo los seres humanos tenemos esta capacidad.


Reformatear el cerebro

El cerebro se modela de acuerdo a la actividad que se realice y a los requerimientos e incluso a la forma de pensar.
La Universidad de Londres efectuó unos estudios en el año 2000 comprobando que los taxistas londinenses tenían el hipocampo, la región del cerebro que regula la memoria espacial, más desarrollado que el resto de la población.
En 2002 comprobaron en Alemania que los músicos tenían más desarrollada la circunvolución de Heschl, pequeña área ubicada en el lóbulo temporal relacionada con la proyección auditiva primaria. En el año 2004, en la Universidad de Chicago se verificó lo mismo en personas bilingües.

La conclusión es que la actividad crea neuronas. Los ejercicios físicos preservan la salud corporal, los cognitivos preservan la salud mental.

El proceso de aprendizaje equilibra las funciones cerebrales ya que hay muchas estructuras y zonas del cerebro involucradas: los órganos de los sentidos (vista, oído, tacto, etc.), la memoria, las emociones y el sistema límbico, la actividad motora del cuerpo, consciente e inconsciente, todas son reguladas por el sistema nervioso central y sus múltiples conexiones -vía médula espinal- con el sistema musculoesquelético (locomotor).

También está la actividad de los hemisferios cerebrales. Cada uno juega un rol diferente y complementario en la percepción e integración de la información. El que aprende lo nuevo es el derecho y lo delega en el izquierdo que así adquiere la capacidad para reconocer, expresarse, elaborar conceptos, etc.
Usamos más el hemisferio izquierdo que automatiza las respuestas adquiridas y genera una realidad secuencial 3D y un tiempo lineal, como un film, mediante una actividad mental limitada por la lógica, los conceptos y la palabra, es lo que llamamos realidad ordinaria.

Si por rutina o comodidad dejamos de investigar y aprender el cerebro comienza a perder conexiones que no se utilizan y envejece, es decir, se detiene la marcha de la neuroplasticidad.
La edad no es un impedimento, el progreso es cotidiano.

Desarrollo no es lo que tenemos sino que hacemos con lo que tenemos.

Si decidimos parar, el cerebro se estanca y a la larga sus células comienzan a degenerar.
Hay que aprender a pensar. Al igual que el cuerpo necesita alimentos, el cerebro necesita alimentarse además con nuevos programas, nueva información, nuevas conexiones.
Una conexión (sinapsis) representa una zona de actividad metabólica, así que cuanto mayor sea su número, mayor actividad habrá, mayor consumo de oxígeno y nutrientes con lo cual aumentará la irrigación sanguínea de esa zona (+ sangre, + células, + energía) y por lo tanto aumentará la regeneración celular.

La gimnasia mental crea neuroplasticidad si relaciona conocimiento, imaginación y actividad.

“En épocas de crisis la imaginación es más importante que el conocimiento” (A. Einstein)

Para lograr optimizar el funcionamiento cerebral hay que mantener y desarrollar sus capacidades: memoria, inteligencia, imaginación, concentración y observación, la expresión artística (música, pintura, artes marciales, idiomas).

El cerebro busca aprender y descubrir, necesita programas, su naturaleza es la percepción, la conducción, el procesamiento y la integración de la información recibida, (esto lo podemos constatar viendo el tipo de tejido que lo constituye y de que forma esta diseñado).
La neurona es una célula altamente especializada en conducir y almacenar información, estableciendo conexiones o suprimiéndolas según su necesidad.

Como ya se ve, podemos participar del proceso de programación aprovechando la capacidad de neuroplasticidad, instalando mediante el aprendizaje y la repetición programas útiles para nuestra vida y eliminando los que ya no nos sirven más (viejos reflejos, adicciones físicas y mentales, puntos de vista erróneos, emociones parásitas, mal funcionamiento celular)
Los programas pueden ser referidos a la salud física, mental, a la conducta y a la personalidad, vida emocional, proyectos, aprendizaje de nuevas técnicas y habilidades, etc. Lo que uno necesite para funcionar mejor y mantenerse en buena salud.

Es lo que se dice: “reprogramarse”. Una actividad fundamental,  sobretodo tratándose de uno mismo.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

reunión en el cielo




Imágenes caseras de un fenómeno singular que ocurrió la noche del lunes pasado. La Luna, Venus (más grande) y Júpiter reunidos formando un triángulo en el cielo. Haga click en la foto para agrandar.