Células madre embrionarias (arriba) y célula madre de hueso
Una célula madre o célula indiferenciada es una célula que tiene capacidad de auto renovarse, es decir, mantenerse mediante divisiones celulares o bien de continuar la especialización para la que está programada y, por lo tanto, producir uno o más tejidos maduros, funcionales y plenamente diferenciados, por ej: piel, músculo, células de la sangre, etc.
La mayoría de los tejidos de un individuo adulto poseen una población específica propia de células madre que permiten su renovación periódica o su regeneración cuando se produce algún daño tisular.
Algunas células madre adultas son capaces de diferenciarse en más de un tipo celular como las células madre mesenquimales y las células madre hematopoyéticas, mientras que otras se cree que son precursoras directas de las células del tejido en el que se encuentran, como las células madre de la piel o las células madre gonadales (células madre germinales).
La mayoría de los tejidos de un individuo adulto poseen una población específica propia de células madre que permiten su renovación periódica o su regeneración cuando se produce algún daño tisular.
Algunas células madre adultas son capaces de diferenciarse en más de un tipo celular como las células madre mesenquimales y las células madre hematopoyéticas, mientras que otras se cree que son precursoras directas de las células del tejido en el que se encuentran, como las células madre de la piel o las células madre gonadales (células madre germinales).
Es común que en documentos especializados se las denomine stem cells, en inglés, donde stem significa tronco, traduciéndolo a menudo como «células troncales».
Las células madre embrionarias son aquellas que forman parte de la masa celular interna de un embrión de 4-5 días de edad y que tienen la capacidad de formar todos los tipos celulares de un organismo adulto.
Una característica fundamental de las células madre embrionarias es que pueden mantenerse (en el cuerpo o en una placa de cultivo) de forma indefinida. Puesto que al dividirse siempre forman una célula idéntica a ellas mismas, siempre se mantiene una población estable de células madre.
Existen cuatro tipos de células madre:
Las células madre embrionarias son aquellas que forman parte de la masa celular interna de un embrión de 4-5 días de edad y que tienen la capacidad de formar todos los tipos celulares de un organismo adulto.
Una característica fundamental de las células madre embrionarias es que pueden mantenerse (en el cuerpo o en una placa de cultivo) de forma indefinida. Puesto que al dividirse siempre forman una célula idéntica a ellas mismas, siempre se mantiene una población estable de células madre.
Existen cuatro tipos de células madre:
1-Una célula madre totipotente puede crecer y formar un organismo completo, tanto los componentes embrionarios: las tres capas del embrión (endodermo, mesodermo y ectodermo), el linaje germinal y los tejidos que darán lugar al saco vitelino, como los extraembrionarios (la placenta).
2-La célula madre pluripotente no puede formar un organismo completo, pero puede formar cualquier otro tipo de célula proveniente de las 3 capas embrionarias (endodermo, ectodermo y mesodermo), así como el germinal y el saco vitelino.
3-Las células madre multipotentes son aquellas que solo pueden generar células de su propia capa o linaje embrionario de origen (por ejemplo: una célula madre mesenquimal de médula ósea, al tener naturaleza mesodérmica, dará origen a células de esa capa como miocitos, adipocitos u osteocitos, entre otras).
4-Las células madre unipotentes pueden formar únicamente un tipo de célula particular.
-Célula madre embrionaria (pluripotentes): En la actualidad se utilizan como modelo para estudiar el desarrollo embrionario y para entender cuáles son los mecanismos y las señales que permiten a una célula pluripotente llegar a formar cualquier célula plenamente diferenciada del organismo.
-Célula madre adulta: En un individuo adulto se conocen hasta ahora alrededor de 20 tipos distintos de células madre, que son las encargadas de regenerar tejidos en continuo desgaste (como la piel o la sangre) o dañados (como el hígado). Su capacidad es más limitada para generar células especializadas.
Las células madre hematopoyéticas de médula ósea (encargadas de la formación de la sangre) son las más conocidas y empleadas en la clínica desde hace tiempo. En la misma médula, aunque también en sangre del cordón umbilical, en sangre periférica y en la grasa corporal se ha encontrado otro tipo de célula madre, denominada mesenquimal que puede diferenciarse en numerosos tipos de células de las 3 capas del embrión (musculares, vasculares, nerviosas, hematopoyéticas, óseas, etc.). Aunque aún no se ha podido determinar su relevancia fisiológica se están realizando abundantes ensayos clínicos para sustituir tejidos dañados (por ejemplo en el corazón) por derivados de estas células.
La célula madre por excelencia es el huevo o cigoto, formado cuando un óvulo es fecundado por un espermatozoide. El cigoto es totipotente, es decir, puede dar lugar a todas las células del feto y a la parte embrionaria de la placenta.
A medida que el embrión se va desarrollando, sus células van perdiendo esta propiedad (totipotencia) de forma progresiva, llegando a la fase de blástula o blastocisto en la que contiene células pluripotentes (células madre embrionarias) capaces de diferenciarse en cualquier célula del organismo salvo las de la parte embrionaria de la placenta.
Conforme avanza el desarrollo embrionario se forman diferentes poblaciones de células madre con una potencialidad de regenerar tejidos cada vez más restringida y que en la edad adulta se encuentran en "nichos" en algunos tejidos del organismo.
Recientemente han sido utilizadas las células madre encontradas en la sangre del cordón umbilical para tratar pacientes con cáncer. Durante la quimioterapia, la mayoría de las células de rápido crecimiento mueren por los agentes cito tóxicos. El efecto secundario de la quimioterapia es lo que los trasplantes de células madre tratan de corregir; la sustancia que se encuentra sana dentro del hueso del paciente (bone marrow en ingles) es remplazada por aquellas perdidas en el tratamiento.
Hay defensores de su aplicación y desarrollo, algunos creen que por su capacidad regenerativa pueden ser beneficiosas en el tratamiento de enfermedades degenerativas como el Parkinson, también en lesiones de la médula espinal o como complemento en las quimioterapias, entre otras aplicaciones. La industria farmacológica ya las esta lanzando al mercado en caros tratamientos "rejuvenecedores".
Hay defensores de su aplicación y desarrollo, algunos creen que por su capacidad regenerativa pueden ser beneficiosas en el tratamiento de enfermedades degenerativas como el Parkinson, también en lesiones de la médula espinal o como complemento en las quimioterapias, entre otras aplicaciones. La industria farmacológica ya las esta lanzando al mercado en caros tratamientos "rejuvenecedores".
Otros rechazan esta técnica argumentando que se sacrifican embriones vivos (para obtener las células madre) y advierten sobre los peligros de la clonación y la manipulación genética.
Como sea, no podemos negar ningún avance científico que permita curar enfermedades y mejorar la calidad de vida, pero también es cierto que muchas investigaciones científicas estan motivadas y subvencionadas persiguiendo principalmente el beneficio económico, o sea, el negocio, y también es real que aunque no se diga, la última fase de la experimentación científica, en particular en el campo de la medicina, se realiza en seres humanos (generalmente en paises subdesarrollados: Africa, América del sur, Asia).
Se administran y prueban vacunas, drogas, antibióticos, antiinflamatorios, sustancias modificadas geneticamente, etc. a millones de consumidores, que en los paises (desarrollados) de origen recién se comercializan luego de años de pruebas (hechas obviamente en estas latitudes) y en algunos casos ni siquiera se autoriza su uso (hablamos por supuesto del pais de origen) y esto, como ya se ha visto, puede ser tendensioso y muy peligroso (sobretodo para el que sufre el experimento!).
El futuro traerá la respuesta. Hasta donde llegar con la experimentación científica y con la febril carrera tecnológica. Si esta sirve al ser humano y a su entorno o si es al revés...
...y dicho sea de paso, no olvidar
mantenerse en buenas condiciones a nivel físico, mental y emocional.
He aqui algunos consejos:
1-Nutrirse bién, con lo necesario, de forma variada, suficiente y natural.
2-Dormir bién, la cantidad de horas que necesite para recuperar energía.
3-Moverse bién, practicar ejercicios regularmente, caminar, respirar, expandirse.
4-Pensar bién, estudiar, reflexionar, aprender a calmar la mente y a unificar el pensamiento.
5-Obrar bién, interactuar con los demás de manera agradable y armoniosa.
6-Practicar zazen.